“Mi detención fue traumática. En un momento pasé de ser el
Sec. de Seguridad Edo. Zulia a el delincuente peligroso”.
José Sánchez “Mazuco”
desde Ramo Verde
Hace tres años pesaba 104 kilos. Era campeón de fisicoculturismo. Salía de su casa a las 6.00 de la mañana para ir a entrenar en el gimnasio y podía estar en su oficina de la Secretaría de Seguridad Ciudadana hasta pasada la media noche. “Me gustaba ir con mi equipo a los operativos. Mi esposa me decía que yo amaba el peligro”.
El 15 de septiembre de 2007 lo detienen pasadas las 10.00 de la noche en su oficina. “Me habían informado que había salido una orden de captura en mi contra. Me llamaron oficialistas para alertarme y para recomendarme que huyera del país. Me llamaron, inclusive, actuales diputados chavistas de la Asamblea Nacional. Al final del día comenzó la noche trágica. Yo fui el elegido, pero le pudo pasar a cualquier secretario del gobierno en ese tiempo”.
El 15 de octubre de 2007, José Sánchez “Mazuco” llegó a Ramo Verde y fue trasladado en una operación “tipo comando”. Recuerda que habían helicópteros, convoys y motorizados que lo apuntaban para intimidarlo. Llegó esposado. “Mi detención fue traumática. En un momento pasé de ser el Secretario de Seguridad Ciudadana del estado Zulia y quisieron convertirme en el delincuente más peligroso de Venezuela”.
Ha perdido 22 kilos. Su celda es la última del pasillo en el quinto piso. Sus vecinos son los Policías Metropolitanos detenidos por el caso del 11 de abril. En el penal lo llaman “comisario”. En el Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil) ubicado en Los Teques no deja de ejercitarse. “En ocasiones entreno con el general Baduel”.
El 29 de septiembre cumple 51 años. Espera que esta fecha pueda celebrarla en libertad. Hay camaradería entre sus compañeros. “He hecho amistad con todos y me tratan con mucho respeto”. Dice que está “esperanzado y agradecido” por las demostraciones de afecto del estado Zulia. Las elecciones del 26 de septiembre significan para él la oportunidad de reencontrase con su familia y con su estado. “Agradezco al pueblo venezolano y al zuliano su amistad, apoyo y solidaridad para conmigo y mi familia. No perdamos la fe y la esperanza. Estoy convencido que en Venezuela vienen mejores tiempos, pero la participación es importante”.
“Yo nunca voy a huir”
En su celda hay orden y limpieza. Todo está en su sitio. Hay un altar con imágenes de San Miguel Arcangel, de la Virgen del Valle y de El Nazareno. Se califica como un hombre de fe. Al fondo una réplica de la Virgen de Chiquinquirá. Debajo 214 fotos que cuentan la historia de su hijo y su familia durante los tres años y ocho meses que tiene detenido.
Tiene tres semanas con lumbago. “Cuando me recupere volveré a mi rutina”. En las mañanas levanta 18 kilos con sus pesas. “A mi me gusta ejercitarme. Cuando uno está preso uno lo que hace es pensar leer y escribir. En Ramo Verde es campeón de Tenis de Mesa. Por este logro ganó una medalla y un trofeo que está en la entrada hacia las celdas de los detenidos.
“Yo nunca voy a huir”, soltó en medio de la entrevista. y justifica: “Es una cuestión de dignidad, de honor y de valentía”. Confiesa que desde las 3.00 de la tarde del 15 de septiembre estaba enterado de “lo que se estaba gestando” en su contra. Recalca que el pensamiento más recurrente en estos años detenido ha sido: “Esto es una maldad que a todos nos está afectando, a mi mamá, a mi familia. Yo pensé que esto era algo rápido. Que era un show político”.
“En la cárcel el pan y el hielo son oro”
No ha perdido el buen humor, pese a que el año pasado sólo vio a su hijo y a su esposa 22 días. “Mi esposa era una mujer muy cándida que ha crecido mucho con mi situación. Para ella y para mi madre esto ha sido muy duro”. Recalca que lo que más le ha dolido es estar separado de su hijo Gabriel. “Tuvimos un tratamiento de fertilidad y cuando mi hijo tenía ocho meses, me arrebatan de su lado”.
Asegura que lo que más extraña es su casa. “Mi hogar era mi refugio, mi vida de espiritualidad”. Desayuna arepas, para el almuerzo descongela la comida que le lleva su esposa Mariita y cena cereal. “En la cárcel, el pan y el hielo son oro”. Las comidas las hace con sus vecinos de pasillo.
En las noches hace como ejercicio mental un recorrido por su casa. “Recuerdo y memorizo todo”. De las cosas que más añora es poder ver crecer su hijo a su lado. “Se parece a mi. Le gusta la tecnología y la limpieza. Desde que mi esposa estaba embarazada quería que al llegar a la casa mi hijo gritara: ¡Llegó papi!.”
Prefiere no guardar rencor ante su detención. “Yo soy inocente y esto será una página pasada. Seguiré trabajando por mi país con la misma vocación e integridad de siempre. Esto sólo lo tomare como una etapa de aprendizaje y crecimiento”.
“Lloro cuando mi hijo se va”
“Cuando llegué a la Gobernación, el Zulia ocupaba el segundo lugar en el índice de inseguridad y lo logré bajar al séptimo. Yo era consecuente con mi personal y a todos ayudaba, pero cuando había trabajo era estricto”. El seudónimo con el que se le conoce se lo dieron como código en la Disip. “Al salir de aquí me quedo como Mazuco, para ayudar a la gente y me gustaría dar asesorías en materia de seguridad”.
A su madre le agradece el haberse graduado de abogado. “Ella hizo muchos sacrificios”. Quiso ser policía para defender el concepto de ayuda al prójimo. Prefiere que su hijo Gabriel sea de grande lo que quiera. “Yo siempre lo voy a apoyar”.
Confiesa que llora en la cárcel cada vez que su hijo se va de la visita. “Uno siempre tiene altibajos. Uno se deprime de vez en cuando. Lloro siempre cuando mi hijo se va. Desde abajo mira a la ventana del pasillo y me pide la bendición. Cuando subo las escaleras ya traigo un nudo en la garganta”.
“Fue una lección de vida”
En la cárcel está escribiendo dos libros. Un manual sobre seguridad para asesorar a las personas y un libro sobre su caso. “En ese libro voy a contar todo. Con nombres y apellidos nombraré a los que participaron en este caso que me tiene injustamente preso”. Cuando era secretario de Defensa y Seguridad Ciudadana escribió dos manuales. Uno contra el secuestro y una guía de prevención del delito.
Resalta que apenas salga de Ramo Verde en libertad seguirá trabajando por el país. “Como diputado de la Asamblea Nacional, legislare a favor de todos los venezolanos y me esforzare especialmente con el fin de obtener recursos para mi querido estado Zulia y que éste continúe siendo un estado pujante y ejemplo del país. Jamás abandonare el campo de la seguridad porque la llevo como la sangre en mis venas. Podrán contar con mi humilde experiencia”.
José Sánchez “Mazuco” afirma que lo que le ha tocado vivir tras las rejas “fue una lección de vida. El aprendizaje en la cárcel no lo da ni la propia vida en libertad”.
Perfil: *Se gradúa de abogado mientras era detective en la Disip, *Agente de la Policía del estado Zulia, formado en el área de inteligencia y acciones especiales, *explosivista, *Instructor de Explosivos, Inteligencia y Protección de Personalidades, *Ha obtenido más de 120 reconocimientos, *Jefe de las Divisiones de Inteligencia de Explosivos, de las Brigadas Territoriales 24 Santa Bárbara del Zulia, 21 Maracaibo,14 Charallave,44 Coro, Gerente de Protección Integral de Corpozulia(Comisión de Servicio),Jefe de la División de Evaluación y Desarrollo de la Dirección de Personal (Helicoide Caracas) y Jefe de Región Zulia, *En el 2001 ingresa a la Gobernacion como Secretario de Defensa y Seguridad Ciudadana, *Director de la Policía Regional en dos ocasiones, *Coordinador del Comando Unificado Antisecuestro CUA, *Coordinador del Comando Unificado de Seguridad Rural, *Coordinador del Comando Unificado de Transporte Público y Coordinador del Comando Especial contra Extorsión,Hurto y Robo de Vehículos.
Fuente: La Verdad