Chávez dijo que Anzoátegui
fue “la gran sorpresa”
NUEVAS PLUMAS: En Anzoátegui pasó una cosa curiosa con los resultados de las elecciones para la Asamblea Nacional. Y es que el gobierno salió apaleado como en el Zulia y el Táchira. Quizás aquí en Anzoátegui la derrota roja fue peor porque el gobierno regional es rojo y los candidatos psuvistas andaban en caravanas amarrados de la falda de Chávez con una sonrisa de sobrados, que le hacían botar baba, montados en un camión rojo como candidata a los carnavales, recorriendo el sector Boyacá en Barcelona.
Decían los rojos, mientras procuraban que Chávez les alzara la mano para la foto, que barrerían a la oposición en estas elecciones en boca del coordinador de los Frentes Sociales del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Anzoátegui, Irán Aguilera, durante la campaña proselitista que trajo a tierras orientales al mismo Presidente de la República, quien también señalaba como un bocazas, que exterminarían a la oposición aniquilándola como cuando se pisa una cucaracha.
Claro, la gente observaba como la caravana roja se paseaba por las calles con un despliegue impresionante de recursos, estrenando franelas y gorras rojas con los nombres de sus candidatos, financiados seguramente por el petróleo y la misma gobernación, con horas de transmisión por vtv como si estuviesen informando de la llegada del Papa o de una visita de Susana Duijm en la década de los años cincuenta, después de coronarse miss mundo con una victoria apoteósica.
El gobernador Saab dijo recientemente que están evaluando la derrota para hacer correctivos futuros a lo interno de la organización para seguir participando con fuerza en las próximas elecciones, pero realmente es un comentario muy pobre, cuando la gente en la calle se queja del pésimo servicio eléctrico, de la inseguridad entre otros elementos que afectan la vida en el Estado.
Es decir, que no hay socialismo que valga ni espíritu revolucionario que perdure, si la calidad de vida desmejora y no se observa un avance real en la vida de los pueblos que circundan los cuatro puntos cardinales de Anzoátegui, así muevan gente en autobuses traídos desde los confines del calor que subyace en los caseríos empobrecidos y sometidos en promesas incumplidas y dádivas de cargos para comer el pan, con escasez de empleos y una vida cara que ahoga la felicidad.
Ahora bien, hay otro elemento que debe considerarse notablemente y es que las condiciones han cambiado y debería haber una reflexión acorde a las nuevas expresiones políticas y de participación popular en la voluntad expresada en el acto electoral. Y no es otra cosa, que el Psuv perdió espacios y hegemonía: ello debe ser considerado por el gobierno local para crear algún tipo de relación con los representantes del bando democrático, reconociendo la diversidad y el hecho indiscutible que el pueblo es diverso y debe gobernarse para una población multicolor y heterogénea.
Cada pueblo tiene su historia –como Uchire, por ejemplo- y lo importante a mi modo de ver, es que la gente está despertando de un letargo pasmoso que lo tenía como hechizado, tratando de albergar una esperanza dentro de ésta miseria que da pena ante el hambre, el desempleo, la inseguridad, el pésimo servicio público y la pobreza entre otros elementos importantes.
LUIS ALFREDO RAPOZO
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