“Ni en una guerra se admite
disparar contra viviendas“
■ Una operación para el horror.
■ 23 heridos en protestas en Caracas.
■ Continúan ataques de GNB a residencias.
■ Un despliegue represivo tomó a Caracas el miércoles en la noche.
■ Acusan a civiles armados, miembros de la GNB y de la PNB por destrozos.
■ Rocío San Miguel, fue más allá: “Hay denuncias de la intervención de mercenarios extranjeros en la represión de manifestaciones emprendidas por sectores de oposición”.
■ En la urbanización Horizonte estuvo bajo el asedio de motorizados buena parte de la noche. Cuando llegó la GNB muchos vecinos la aplaudieron, pero también arremetió contra los edificios.
■ En El Paraíso una protesta con cacerolas fue atacada por un grupo de hombres vestidos de negro. Hubo detonaciones y bombas lacrimógenas. Los impactos quedaron en las puertas de los inmuebles.
A pesar de la censura impuesta a los medios de comunicación radioeléctricos, abundan las evidencias audiovisuales y testimonios de testigos sobre militares de la Guardia Nacional Bolivariana que dispararon indiscriminadamente contra residencias en varios sectores de Caracas donde el 19 de febrero en la noche hubo protestas.
A partir de la información difundida a través de Internet, la directora ejecutiva de Cofavic, Liliana Ortega, advirtió: “Ni en guerra se admite disparar contra las viviendas”. Comparó los excesos cometidos por los cuerpos de seguridad del Estado con los ocurridos durante el Caracazo. La diferencia que nota es que, el 27 de febrero de 1989 la represión militar se concentró en zonas populares como Catia, Petare y El Valle.
“Los disparos indiscriminados de cuerpos de seguridad en la represión de alteraciones del orden público fueron exhaustivamente analizados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando condenó a Venezuela por el Caracazo. Desde hace 25 años está claro que el Estado también es responsable de la actuación fuera de la ley de grupos armados con su aquiescencia o tolerancia”, precisó Ortega.
Marino Alvarado, coordinador general de Provea, asegura que lo ocurrido revela un patrón de represión conjunta entre la GNB y colectivos oficialistas. Informó que el 19 de febrero en la noche recibió denuncias de Caracas, Puerto Ordaz y Valencia: “Hay suficientes registros de la actuación armada de grupos paramilitares en coordinación con los cuerpos de seguridad del Estado contra las residencias”.
Destacó que algunos funcionarios, como la ministra del Servicio Penitenciario, Iris Varela; y el gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, han alentado a los colectivos oficialistas a través de sus cuentas de Twitter. “Pareciera que la estrategia del gobierno para reprimir las protestas que se han tornado violentas es incorporar a grupos paramilitares”, afirmó Alvarado.
Rocío San Miguel, de Control Ciudadano, fue más allá: “Hay denuncias de la intervención de mercenarios extranjeros en la represión de manifestaciones emprendidas por sectores de oposición. En todo caso, lo indubitable es el incremento de la participación de militares en labores de control de orden público, sin que existan suficientes garantías del uso proporcional y progresivo de la fuerza” La directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, Ligia Bolívar, recordó que la función de los cuerpos de seguridad está limitada al restablecimiento del orden público, con estricto apego a los estándares internacionales. “¿Por qué persiguen a los manifestantes y disparan contra sus viviendas? Es lo mismo que ocurrió en el Caracazo”, expresó.
Armas de fuego prohibidas:
Coincidió con la cadena de televisión del presidente Nicolás Maduro, como si esa hubiera sido una señal de partida: una operación de represión contra manifestantes opositores que bloqueaban calles fue ejecutada el miércoles en la noche de manera simultánea en diferentes puntos de Caracas con la actuación de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional Bolivariana y miembros de grupos de civiles afectos al gobierno.
Personas desarmadas fueron atacadas con armas de fuego prohibidas en control de disturbios; inmuebles residenciales se convirtieron en blanco de disparos; funcionarios buscaban a manifestantes en edificios; y propiedades como vehículos y motocicletas fueron destruidos o robados. La enumeración anterior se desprende de los testimonios de víctimas y afectados, muchos de los cuales documentaron con videos los hechos de una noche de zozobra, que dejó más de 23 heridos y más de 16 detenidos, de acuerdo con cálculos de ONG.
Maduro confirmó ayer que había ordenado una operación en Altamira y no mencionó ni el papel de los colectivos en la movilización ni la actuación más allá de la zona. “Ordené una operación allí para combatir a los `kiluos fascistas’. La Policía Nacional los emboscó por delante, la Guardia Nacional por detrás y la PNB por un costado”.
Sin televisión. La cadena presidencial del miércoles es recordada vivamente como un hito por vecinos que sonaban cacerolas y por manifestantes que cerraban calles con quemas de basura en zonas tan diferentes como Candelaria y Santa Fe, El Paraíso y Altamira, Horizonte y Prados del Este, entre otras.
La transmisión comenzó a las 8:10 pm y duró hasta las 10:28 pm, y en ese período se desató la operación. Un capítulo ocurrió cuando motorizados de la GNB llegaron a los extremos del corredor que une las avenidas Urdaneta y Panteón entre las esquinas de Candilito y Brisas de Gamboa a lo largo del cual habían sido instaladas cuatro barricadas. Los guardias dispararon en cada uno de los extremos de ese corredor contra dos personas: Roberto González, estudiante de la Universidad Santa María (en Brisas de Gamboa) y Francisco García (Candilito). “El muchacho estaba solo, lo rodearon varios militares, le dispararon y lo dejaron tirado en el suelo, y fueron vecinos quienes lo llevaron a un hospital”, dice una mujer que presenció los hechos, en una versión que coincide con videos viralizados en Internet y con lo relatado por otros residentes. Algo semejante ocurrió con García a quien las imágenes muestran en carrera para escapar de un grupo de funcionarios que le rodean y disparan. “Llegaron los guardias en motos y comenzaron las detonaciones”.
Mientras el presidente hablaba, Altamira era un polvorín.
“La GN comenzó a disparar a mansalva en los alrededores de la Torre Británica cuando comenzó la cadena”, precisa una vecina de la zona, que dio refugio a 40 estudiantes. “Parecía una guerra. Había cuatro tanquetas, una ballena y una camioneta Toyota de la que bajaron los uniformados disparando. Si encendías la TV, veías al presidente”, dice una residente de la calle Élice, en Chacao.
Entre Santa Fe y Santa Inés pasaba algo similar. Motorizados del barrio Las Minitas advirtieron a manifestantes que bloqueaban la autopista Francisco Fajardo sobre la inminente llegada de la GN. “No les hicimos caso, pero apenas empezó la cadena llegaron, según mis cálculos, entre 50 y 100 militares motorizados que empezaron a lanzar gases lacrimógenos sin siquiera intentar mediación”, refiere Lourdes Díaz.
Edificios como blancos:
Todavía ayer en las puertas del edificio de Zadira Vivas, en Las Fuentes de El Paraíso, se observaban las marcas que los impactos de perdigones disparados por miembros de la GNB dejaron contra rejas del inmueble. Un vecino, afirma, fue herido por asomarse a una ventana. Ella había bajado a unirse a la protesta con cacerolas cuando vio llegar a un grupo de hombres vestidos de negro, después de lo cual comenzó a oír detonaciones. “Aquí también lanzaron gases lacrimógenos”.
A la urbanización Horizonte llegaron después de las 8:00 pm contingentes de la GNB.
La zona había estado bajo el asedio de colectivos armados.
“Pensábamos que venían a protegernos, pero comenzaron a disparar contra los edificios”, dice Vilma Molina. Linda Valecillos, vecina de La California, llegó a una conclusión después de entrar en contacto con residentes de La Urbina y El Marqués que pasaron horas de angustia: “Los guardias disparaban a los edificios desde donde les gritaban `asesinos”.
Coordinación:
Los afectados refieren que la GNB y la PNB actuaron junto con civiles armados. “En Altamira Sur los militares abrieron el paso a los policías. Detrás de esos funcionarios vino gente de los colectivos que pasó disparando al igual que hicieron los policías”, dijo un estudiante.
El relato de Horizonte da cuenta de los destrozos ocasionados por motorizados que portaban armas de fuego y que lanzaron bombas molotov y objetos contundentes contra vehículos. En residencias Torres de Ugar, por ejemplo, dañaron las rejas que protegen los parqueaderos. El ataque cesó repentinamente y fue entonces cuando los piquetes de la GNB hicieron su aparición.
23 heridos en Caracas:
Un funcionario de la Guardia del Pueblo está señalado de haber herido de un balazo a Roberto Ulises González González, de 37 años de edad, el miércoles en la noche, en la avenida Panteón, cuando vecinos protestaban entre las esquinas de Gamboa y Esmeralda y fueron reprimidos en una acción que ocurrió de manera simultánea en otras zonas de la capital.
Marcos González explicó que su sobrino, estudiante de Derecho de la Universidad Santa María, caceroleaba junto con los vecinos y minutos después llegaron 12 integrantes de la Guardia del Pueblo para reprimir la manifestación. Cuando González González vio que los funcionarios golpearon a un vecino, intervino y le dispararon a quemarropa entre el muslo izquierdo y la ingle. El tío desconoce quién lo auxilió y lo trasladó a un CDI de la zona.
La misma noche fueron heridos con armas de fuego Alejandro Márquez, Francisco José García Carrasquel y el polinacional Erickson Díaz, quien recibió un disparo en el fémur y el hombro, mientras se encontraba cerca de la Torre Británica, en Altamira, y fue atendido en el hospital Pérez Carreño y dado de alta la misma noche.
Alejandro Márquez está recluido en el Centro Médico de Caracas en estado de coma.
Los familiares se mostraron temerosos de dar información.
El paciente habría sido herido de bala en la pierna mientras protestaba en la avenida Urdaneta y al caer se golpeó la cabeza. De allí fue trasladado al hospital Vargas y luego a la clínica, adonde llegó después de las 10:00 pm. Un familiar del herido señaló que los médicos no reportaron impacto de bala sino politraumatismos y agregó que fiscales del Ministerio Público acudieron a la Unidad de Cuidados Intensivos como parte de las investigaciones que realizan sobre el caso.
Francisco José García Carrasquel, de 35 años de edad, transitaba entre Candilito y Platanal, en la avenida Urdaneta, y vio que se acercaba una comisión de la GNB, corrió y recibió un tiro en el pie izquierdo. Lo llevaron a la Clínica La Arboleda, donde los médicos diagnosticaron pérdida de piel y fue dado de alta. Le dispararon con una pistola 9 mm.
Lacrimógena en el ojo:
Carlos Tejeda, estudiante de la Universidad Metropolitana, estuvo cerca de perder el ojo izquierdo por una bomba lacrimógena arrojada por la Guardia Nacional Bolivariana. “La Guardia Nacional tenía rato allí y cuando nos vieron empezaron a lanzar bombas. Normalmente las lanzan hacia arriba, pero a él se la pegaron directo”, cuenta su amigo Francisco Angeli. Los médicos pudieron salvarle el ojo, pero desconocen si recuperará la visión.
El libro de novedades del Hospital de Clínicas Caracas no registró ningún herido, pero tiene una nota en la que se indica que el miércoles funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana pasaron a pedir el reporte de ingresados después de las 11:00 pm.
Durante las protestas del miércoles se han confirmado 23 heridos en Caracas por armas de fuego, perdigones, contusiones y quemaduras.
Robos de propiedad:
En Altamira, en el momento más intenso de la arremetida, hubo robo de vehículos. “Hay un motoclub que viene siempre a apoyarnos, como a las 2:00 pm.
Paran las motos y se quedan en la zona. De aquí se llevaron el miércoles en la noche 3 motos y estaban pidiendo 15.000 bolívares por recuperarlas. Nos dijeron que si no pagábamos, hacían un expediente diciendo que estaban guarimbeando en esas motos. Otras las lanzaron al piso y las patearon”, recuerda una testigo que vive en el edificio For You, adyacente a la plaza. En la cadena de ayer en la tarde, Nicolás Maduro dijo que habían decomisado 150 motos y que las iban a rematar.
“Miren sus motos donde están y ahora van a manos del pueblo. Ahora tienen que presentarse ante los tribunales”, dijo, después de un pase a Tazón, donde estaban las motos confiscadas en Altamira.
Versión oficialista:
Maduro pidió al General Manuel Pérez Urdaneta, director de la Policía nacional Bolivariana (PNB) que garantice que cada uno de los dueños de las motos decomisadas sean presentados, uno a uno, ante los tribunales.
De igual forma resaltó que los grupos fascistas motorizados tenían varios días en Altamira atacando con motos de alta cilindrada.
“Este grupo fascista motorizado andaban por Altamira despreciando el pueblo, pateando gente en la calle, disparando contra apartamentos y ordené una operación especial con la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) lograron la detención de las 105 motos.”
Anunció que se encuentran completamente identificados los dueños de cada una de las motos confiscadas a los fascistas, “que corrieron y las abandonaron.”
“Aquí no hay un Presidente débil porque no hay un pueblo débil, el pueblo quiere justicia.”.
La represión no detuvo las protestas:
La ciudadanía continuó en la calle. Pese a la acción de los cuerpos de seguridad del Estado, que el miércoles en la noche actuó violentamente contra manifestantes en Candelaria, avenida Panteón, Rómulo Gallegos, Altamira y Santa Fe, ayer se registraron barricadas y obstrucción de vías desde las primeras horas de la mañana.
A las 6:00 am se reportaba en la red social Twitter una barricada en Bello Campo, Chacao, que impedía el paso hacia la autopista Francisco Fajardo y la avenida Libertador. En la principal de El Cafetal también madrugaron. Se mantiene la barricada a la altura de Caurimare, que creció en altura, y obstruyeron la vía en el semáforo de Plaza Las Américas, en sentido hacia Chuao.
En La Boyera, a la altura de El Cigarral, también utilizaron basura y escombros para cerrar la vía a partir de las 6:00 am. “Triple barricada en La Boyera a la altura de El Cigarral”, escribió en Twitter @LissAndreinaM.
Las vías principales de La Trinidad fueron bloqueadas por la acción de s manifestantes.
En la avenida Sucre de Los Dos Caminos y Parque Caiza levantaron barricadas.
En las plazas:
El movimiento estudiantil invitó a la sociedad civil a concentrarse en la plaza Alfredo Sadel, en Las Mercedes, a partir de las 2:00 pm. En ese lugar hicieron cinco minutos de silencio para rendir homenaje a los fallecidos en las protestas.
El alcalde de Chacao, Ramón Muchacho, informó en su cuenta de Twitter que a las 3:20 pm comenzaron a llegar los manifestantes a la plaza Francia de Altamira, por lo que se cerró el paso en la avenida Francisco de Miranda. A las 6:50 pm, precisó que había 300 manifestantes y 60 motorizados.
También fueron cerradas calles del casco de Chacao y de Los Palos Grandes.
Por: Sofia Nedder
Lissete Cardona
Sandra guerrero
Andrea Molina
Emily Avendaño
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El Nacional
Caracas, viernes 21 de febrero, 2014