Los disturbios en Libia le duelen
más a la economía global
■ crudo Brent subían 1,30 dólares, a 107,08 dólares
■ 87 países acordaron frenar alza del crudo.
■ La crisis en Libia sacude al sector petrolero.
■ UE evacúa a miles de sus ciudadanos de Libia.
■ La petrolera Total decide cesar parte de su producción en Libia.
■ Reunión del Foro Internacional de Energía concluyó sin consenso sobre el efecto del sector financiero en el mercado de hidrocarburos.
La crisis en Libia no sólo afecta los precios del crudo, sino que hace temer fuertes y duraderos perjuicios en el sector petrolero ante la posibilidad de interrupciones en el suministro y el eventual contagio de la revuelta a otros exportadores del hidrocarburo más poderosos.
Con una producción petrolera diaria de 1,65 millones de barriles -alrededor de un 2% en el nivel mundial-, el país del norte de África ocupa el puesto número 12 entre los grandes exportadores del hidrocarburo.
Pero las protestas contra el régimen de Muamar Gadafi, que han tenido un saldo de más de 200 muertos, podrían trastocar los suministros internacionales de crudo.
Luego del desafiante discurso de Gadafi el martes, en los mercados de Asia el precio del petróleo llegó a sus niveles más altos desde octubre de 2008.
El Brent en Londres aumento 58 centavos para llegar a US$106,36 el barril. El lunes, su precio había llegado a US$108,70, el más alto en dos años y medio.
Y el crudo ligero estadounidense subió US$0,61 para situarse en US$96,03, su mayor registro en dos años. Desde que comenzó la semana, se ha incrementado casi US$10.
Freno a la producción:
Al menos cuatro compañías petroleras de Europa detuvieron totalmente o en parte de sus operaciones en Libia, uno de los mayores productores de crudo de África.
El número uno libio Muamar Gadafi afirmó que permanecerá en su país como “líder de la revolución” y ordenó a sus fuerzas de seguridad aplastar las protestas que desde hace una semana exigen su salida del poder.
Gadafi, de 68 años de edad, en el poder desde el 1 de septiembre de 1969 cuando derrocó al rey Idris, advirtió que los manifestantes armados serán ejecutados y llamó a sus partidarios a manifestar hoy y a mantener la contraofensiva para salvar a su Jamahiriya (República de Masas) Árabe Popular y Socialista.
“Lucharé hasta la última gota de mi sangre”, proclamó y dijo que como Guía de la Revolución no tiene ningún cargo oficial del que pueda dimitir.
Afirmó que luchará y morirá en Libia e instó a sus seguidores a defender la revolución y contrarrestar a los opositores y amenazó a los rebeldes con una respuesta similar a la de Tiananmen, China y Faluja, Irak.
Gadafi amenazó con purgar Libia casa por casa para aplastar la rebelión y llamó a sus seguidores a “capturar a las ratas”, en referencia a los que desde hace una semana se manifiestan contra el régimen. “Cualquier libio que lleve armas contra otros libios será castigado con la `pena de muerte’”, agregó.
“Desde mañana, familias junten a sus niños, dejen sus casas, todos aquellos que aman a Gaddafi, salgan a las calles, no tengan miedo de ellos. Persíganlos, arréstenlos, entréguenlos a las fuerzas de seguridad. Son unos pocos, son terroristas”, vociferó desde un podio instalado en un derruido edificio bombardeado por Estados Unidos en 1986 y que se dejó sin reparar como monumento.
En su discurso, transmitido por la televisión estatal, el gobernante dijo que no tiene nada en contra de que el pueblo haga una nueva Constitución y nuevas leyes y afirmó que mañana, si así se desea, puede nacer una nueva Jamahiriya en el país. “Los libios son libres ya que el poder está en manos del pueblo”, aseveró.
Poco después de su discurso hubo muchos enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. Se registró un intenso intercambio de disparos en el centro de Trípoli.
Al Yazira informó que los enfrentamientos y los disparos se produjeron en el barrio de Bin Ashur y en la avenida Al Yumhuriya en el centro de la capital. A su vez, varios manifestantes profirieron gritos y burlas en la ciudad oriental Bengasi durante el discurso en el que Gadafi anunció que continuará en el poder.
Cerca de unas 300 personas murieron en los últimos días en Bengasi por los disparos y los bombardeos dirigidos contra las protestas civiles en esa ciudad, que se encuentra bajo control de las fuerzas de la oposición y a la que Gadafi llamó a recuperar.
Por lo menos 62 personas murieron en Trípoli desde el domingo, según Human Rights Watch.
Escalada. Varias ciudades del este parecían estar bajo el control de los manifestantes tras la deserción de unidades del ejército.
Los manifestantes aseguraban controlar yacimientos petroleros y otras instalaciones, que decían proteger de los vándalos. En el exterior, el país sufrió la deserción de parte de su cuerpo diplomático, incluida su delegación ante la ONU.
El mandato del líder se desmorona porque son numerosas las deserciones. Su ministro de Interior, Abdel Fattah Younes al Abidi, anunció su renuncia e instó a las Fuerzas Armadas que, al igual que él, se unan al movimiento contra Gadafi. El ministro de Justicia, Mustafá Abdel Jalil, al igual que los embajadores libios en Estados Unidos, India, Bangladesh, Australia y Malasia también dimitieron.
Fuentes oficiales italianas dijeron el martes que el flujo del hidrocarburo desde puertos libios está interrumpido por falta de comunicaciones.
La firma española Repsol, la italiana ENI y la alemana BASF informaron que frenaron su producción en el país del norte de África.
Por su parte, la gigante francesa Total, anunció la suspensión de parte de sus operaciones.
También se ha visto afectado el suministro de gas natural, con la interrupción del flujo a Italia desde el oleoducto Greenstream.
Temor al contagio:
El temor subyacente en los mercados es que estas protestas se propaguen hacia productores aún más poderosos de Medio Oriente, como Arabia Saudita, advierte el analista Andy Lebow, de la consultora MF Global, de Nueva York.
“Aunque eso no parece probable en este momento, incluso un pequeño indicio de problemas reales ahí podría empujar los precios de crudo en un subida vertical”, añadió Lebow.
El martes, Fatih Birol, economista en jefe de la Agencia Internacional de Energía (AIE, por sus siglas en inglés), advirtió que el valor del crudo se encontraba en una “zona de peligro”.
Añadió que, si la agitación continúa en Medio Oriente y el norte de África, los precios podrían elevarse aún más y eso podría ralentizar la recuperación de la crisis económica global.
Más del 85% de las exportaciones de crudo de Libia van a Europa, mientras que cerca del 13% se destina a Asia.
El ministro del Petróleo saudita, Ali al-Naimi, dijo que la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se prepara para bombear más crudo en caso de que sea necesario.
Gigante petrolera francesa Total en Libia:
Total, la gigante petrolera francesa, señaló que suspenderá parte de su producción en Libia, donde las protestas contra Muamar Gadafi han dejado cientos de muertos en los últimos días.
Libia es uno de los principales productores de petróleo del mundo y se está viendo afectado por la decisión de algunas compañías de evacuar a sus trabajadores y sus familiares, en medio de la intensa crisis.
Francia ha hecho un llamado para que se implementen sanciones contra la nación de África del Norte con el objetivo de aumentar la presión sobre Gadafi.
El presidente Nicolas Sarkozy exhortó a la Unión Europea a suspender lazos económicos con Libia debido a lo que calificó como la violenta represión por parte del gobierno de los manifestantes.
Un consejero de la presidencia francesa señaló que una intervención militar se ha descartado.
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