LUIS ALFREDO RAPOZO: Milicia en semana santa

April 16, 2019

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Un caso “moderno” de una miliciana, que
decidió dejar de lado sus comodidades…

En esta semana santa, una vecina que sigue a la revolución y le dedica todo su tiempo a las cosas del partido, como por ejemplo, asistir a cuanta convocatoria hacen para acompañar a un camarada en cualquier acto, a manera de apoyo; como por ejemplo participar en la entrega de las bolsas clap, etc., recibió su ascenso a sargento segundo de las milicias bolivarianas…”.

■ La mujer estaba súper contenta cociendo su nueva insignia y en pleno sábado, antes del domingo de ramos, debía asistir a fuerte tiuna a celebrar el día de las milicias y asumir su nuevo rango. Ellos se entienden. Entonces, la mujer con sus 66 años a cuestas, arrastraba sus botas y caminaba como si llevara un gran peso encima.

[E]n otros tiempos, ella era una empresaria exitosa que levantaba las banderas blancas de “Acción Democrática” y no se pelaba una oportunidad para sellar las dos tarjetas blancas arriba y a la izquierda. Es un fenómeno extraño. Sus padres habían sido adecos intensos toda la vida y seguramente deben estar bailando merengue en su tumba de solo ver a su hija mayor metida a una rara combinación de ñangara con sargento de tropa. Fue captada por la revolución. Dejó a un lado su vida burguesa con sus costumbres de trabajo y hacer plata; le entregó sus apartamentos a sus sobrinos; escondió su hermosa camioneta dorada y se puso a vivir humildemente como una paisana pastoreña, que vive de su pensión y de los bonos que le entrega el partido para que medio viva. Definitivamente, es un caso tan raro, que uno llega a pensar muchas cosas, buscando una explicación lógica a este emprendimiento político, en el cual, esta mujer se entrega en vida y alma al proceso comunista civico-militar del chavismo-madurismo-castrismo, y se aleja de las amistades democráticas de toda la vida, a quienes ve con odio, solo saluda de vez en cuando y no le dirige palabra alguna a su familia opositora. Entonces, uno piensa que “la mujer sargento segundo”, ha perdido un tornillo, porque su vida ha dado un giro de 180 grados.

I

Es como si fuera el personaje de un pasaje bíblico. Ustedes saben que hay múltiples ejemplos en la Biblia, donde se ven experiencias de personas que dejaron a un lado sus riquezas, para seguir a Jesús en su predicación. De repente, este es un caso moderno del sargento, que decidió dejar a un lado sus comodidades, sus dólares en Miami, sus tarjetas de crédito y hasta bajar de peso a expensas de su lozanía, sus redondeces y buena salud.

II

Por estos tiempos de semana santa, un caraqueño promedio como uno-con unas décadas encima-, solía pasar la semana santa viviendo precisamente el recuerdo de la vida, esplendor y muerte de Jesús. Eso era algo inevitable. Entonces, escuchábamos música sacra en radio-cuando ésta era predominante -, luego, la televisión nos abrió otra posibilidad de recreación, al igual que el cine con hermosas obras religiosas que pintaban todo ese sufrimiento cristiano. Pero, eran obras magníficas que enseñaban la palabra y la misma Biblia. Muy interesante todo. También, recuerdo obras de teatro para esos días, que expresaban igualmente el tema del momento, entonces, uno tenía la semana santa presente. Fue en la década de los setenta –me parece- que comenzamos a disfrutar la semana santa viajando por el país; recorriendo las carreteras, haciendo camping, visitando la familia y como Caracas se formó con gente de la provincia durante la bonanza vivida en la dictadura de los cincuenta, pues , casi toda la población viajaba a sus pueblos de origen. Era impresionante, ver a la gente con dinero en esa semana de descanso, recorriendo las carreteras-como dije- y reviviendo sus costumbres, gastronomía y contactos familiares entre comilonas y mucho aguardiente.

III

Pero, en esta semana santa en particular, en plena dictadura de Maduro, me parece que la celebración de los días santos es diferente. Nuestros problemas son tan grandes y cotidianos, que para disfrutar de la semana santa, se requiere hacer un alto y tomarla en serio, porque la vorágine que nos envuelve nos aleja de ello. En los carnavales pasados el gobiernucho de Maduro trató de decirnos cómo deberíamos disfrutar de los mismos, dónde debíamos ir y qué debíamos hacer. Ahora, en semana santa parece que ese gobiernucho quiere que pensemos exclusivamente en apoyarlos y en dar la vida cayéndonos a tiro contra un ejercito invasor, que no se ve por ningún lado y que los pobres sesentones milicianos estarán al frente como carne de cañón.

He visto a Aristóbulo uniformado con un colorido traje y un sombrero que parece una especie de charro mexicano con traje folclórico africano. Una cosa bien rara. Un Aristóbulo arengando a que las milicias salgan a defender al gobierno de Maduro. Entonces, la semana santa caraqueña comenzó con un ambiente de combate, de milicianos encopetados y perfumados, asistiendo a la academia militar; se congregaron para gritar loas contra el imperialismo y su amor por Maduro. Todo ello, aprovechando el decreto que hablaba de “días no laborables” para justificar su asistencia a los actos no santos.

Entonces, la banca trabajando a media máquina; las empresas paralizadas, la pobreza creciendo, la inflación mandando mensajes nada optimistas, y un grupo de viejos sesentones disfrazados de combatientes regados por la ciudad con su estampa de hambre, fanatismo, cobra bonos, pedigüeños, y miseria.

Algunos amigos, me han dicho que hay vacacionistas disfrutando de nuestras playas. Yo no estoy convencido. Solo veo a una población sin dinero, que solo piensa en obtener alimentación con lo poco que tiene. Ni siquiera tienen la semana santa presente, como en otros tiempos. “Algo se hará”-me dijo una señora, que salga rana o sapo, no dejará de recorrer sus siete templos, rezarle al nazareno y pedir libertad para sus nietos…

*Luis Alfredo Rapozo, La Sociologia en aplicacion es mi vida. Escribo analizando el entorno en plena libertad de ideas. (Caracas-Anzoategui y en Uchire).

Por: Luis Alfredo Rapozo
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@luisrapozo
Caracas, martes 16 de abril de 2019

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