LUIS ALFREDO RAPOZO: Don Regalón

April 20, 2018

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LUIS ALFREDO RAPOZO, Don Regalón

Picha el dinero de todos,
como tapando sus errores.

Cuando un presidente no ha trabajado nunca en su vida, es un reposero y si por alguna razón administra dinero… es un potencial botarata”.

“Un vecino mío…”.

■ Uno se pregunta si Putin, Trump, Castro, Santos, se la pasan ocasionalmente o no, regalando la plata y ofreciendo bonos raros a diestra y siniestra.

“Tengo que anunciarle al país…que este 19 abril en ocasión de la celebración del grito de independencia, he decidido regalarle a todo poseedor del carné de la patria… la cantidad de un millón de bolívares. Son en total 10 millones de bonos a un millón por persona -decía el Presidente Maduro, frente a las cámaras de VTV, el mismo día que la Asamblea emitiera un pronunciamiento para que se le abriera un antejuicio de mérito-, “Ustedes -siguió justificando, palabras más, palabras menos- se han dado cuenta que cada mes regalamos una plata, para que nuestra gente… no deje de beneficiarse de este buen corazón, que rodea al presidente.”. De esa manera, el cuestionado presidente, supuestamente involucrado en asuntos feos con Odebrecht-quienes supuestamente le embadurnaron las manos de dólares-, sigue regalando la plata que no es de él, y que nadie le ha pedido que se ponga a lanzar por las aires como si fuera el gordo que personifica una tienda de venta de mercancías a bajo precio, “Don Regalón”.

Tal vez, un ciudadano de cualquier país suramericano se quedaría con la boca abierta, al observar esa regaladora de plata, a gusto del presidente. Quizás se preguntarían “¿Venezuela, tiene tanto dinero para regalarle a la 3ra parte de su población bonos mensuales injustificados a capricho del presidente?”. Tienen razón en levantar las cejas, porque es algo que llama la atención.

No es precisamente, ese derroche de bondad, la expresión de una bonanza única en el mundo. En este país los niños se están muriendo de hambre; se mueren recién nacidos en las maternidades, no hay atención médica ni del 1er, ni del 2do mundo en nuestros hospitales, no hay abundancia, no hay bienestar, ni buen nivel de vida, precisamente. La gente anda con la lengua afuera y parece que se están acostumbrando a recibir ese poquito de plata devaluada que les permite comprar una bolsita de pan y una más que otra cosa.

Esa misma tarde… le pregunté a una maestra jubilada que tiene su carné de la patria, qué sentía cada vez que le regalaban ese dinerito y la mujer me contestó: “por lo menos recibimos algo, porque todo se lo han robado y lo han derrochado. Me da vergüenza -me dice la maestra-, entonces cierro los ojos y extiendo la mano, porque estamos pasando hambre. Me da mucha vergüenza.-me dice- porque no tengo para comprar medicinas y con lo que nos da….pues, por lo menos, puedo resolver cualquier cosa, en medio de esta terrible pobreza.” Para añadir algo que aumenta su vergüenza, inmediatamente nos dice Maduro-opinaba la docente-, “…que ya sabíamos lo que teníamos que hacer cuando nos tocara votar para agradecer el donativo…” que nos hace Maduro -como si esa plata fuera de él y uno se siente como una prostituta, que se vende para comer, pero lo cierto es que pensamos que no podemos rechazar lo que se nos regala, porque es absurdo decir que no, que no queremos ese dinero, cuando sinceramente, nos están matando de hambre”.

En ese mismo tenor un estudiante de Ética y Moral cuestiona estas acciones y emite un documento. Me dice que “…Cobrar sin trabajar, es un ejemplo terrible que engorda ese populismo rastrero, como si Maduro estuviera comprando conciencias; COMO SI LE DIJERA A LA GENTE QUE ÉL HA METIDO MANO EN EL ASUNTO DE Odebrecht, pero también le ha regalado dinero a la gente, porque él es un tipo de buen corazón. O tal vez dijera que ese es el presidente que necesitamos, un tipo que regale plata, así estemos sin producir. Una cosa que raya en lo absurdo; una cosa que sería censurable en cualquier país que se estime el trabajo y la producción”.

Un amigo de estudios en otros tiempos, me señalaba que este hecho de estar regalando plata, es una forma de corrupción. También puede disponer de dinero para otro tipo de acciones, pues Maduro hace lo que le da la gana, sin ningún control… Nicolás Maduro maneja el dinero de los venezolanos a capricho, sin normas, sin respeto contable, ni moral. Es don Regalón con el dinero que no es suyo. ¿Sabrá Dios, donde tiene escondido su dinero? Finalmente, le pregunté a la maestra jubilada si le retribuiría a Maduro y a la revolución los benditos bonos y la señora me dijo: “Que se vaya bajando de esa nube, ese carajo nos ha hecho sufrir”.

*Luis Alfredo Rapozo, La Sociologia en aplicacion es mi vida. Escribo analizando el entorno en plena libertad de ideas. (Caracas-Anzoategui y en Uchire).

Por: Luis Alfredo Rapozo
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@luisrapozo
Caracas, sabado 21 de abril de 2018

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