Falleció la “primera locutora de
Venezuela”, Cecilia Martínez
■ Doña Cecilia fue pionera en muchos hechos trascendentales del sigo XX en Venezuela.
■ El deceso de la pionera de la radio venezolana se produjo esta mañana a las 8:15 am, en Caracas, en compañía de sus familiares; a los 102 años de edad.
■ La considera “primera locutora de Venezuela”, Cecilia Martínez, falleció este miércoles después de 102 años de vida. La información se hizo tendencia en las redes sociales.
■ Su casa tenía un número de teléfono de cuatro dígitos, fue inyectada por el doctor José Gregorio Hernández y cantó uno de los primeros jingles de la historia de la publicidad del país.
[L]a escritora y periodista Milagros Socorros lo comunicó a través de su cuenta de Twitter @MilagrosSocorro: “Acaba de fallecer en Caracas la pionera de la televisión venezolana Cecilia Martínez. Tenía 102 años”, reseñó Panorama.
En una entrevista que le hicieran en 2012, cuando se le preguntó qué le faltaba por hacer, Martínez, quien fue pionera de muchos episodios de la historia de Venezuela del siglo XX, respondió: “Morir. Sé que he de morir pronto”, reseña en el espacio web milagrossocorro.com.
Más de un siglo de historias:
Cecilia Martínez Mendoza, tataranieta del ex presidente de la República, Cristóbal Mendoza (el primer presidente que tuvo Venezuela luego la Independencia del imperio español), prima y modelo de Armando Reverón y del destacado humorista Leoncio Martínez, fue la primera voz femenina de la radio venezolana.
Caraqueña que nació el 26 de noviembre de 1913 entre las esquinas de Truco y Guanábano, en una “humilde casa”, como ella la definía, (la número 103 y con el número telefónico 3429), fue testigo presencial de la evolución de Venezuela desde principios del siglo XX.
Fue la segunda de los cuatro hijos del matrimonio de Alberto Martínez Reverón y Josefina Mendoza Aguerrevere, nieta del expresidente Mendoza. Además, era compañera de juegos del niño Rafael Caldera, con quien coincidía en el patio de la casa de su abuela Josefa Aguerrevere de Mendoza.
Cuando era niña se enfermó de la difteria y el doctor José Gregorio Hernández Cisneros, médico de cabecera de su familia, le puso una inyección. Desde entonces lo consideró el doctor que le salvó la vida. “Yo lo vi muerto. Estaba chiquitica”.
“Él vivía a una cuadra y salí corriendo cuando lo atropellaron. Mi papá lo invitaba a comer pollito. Era un hombre muy bello. No sé si será santo, porque para eso exigen una pila de cosas. Pero para mí, que lo conocí de cerca, era un santo”, contó en una entrevista sin disimular su orgullo por haber tenido a tan famoso galeno como médico de cabecera.
Uno de los primeros jingles de la historia de la publicidad venezolana era cantado por Cecilia, quien tenía que correr literalmente hasta seis veces para hacer el anuncio, porque para entonces no existían grabaciones. Se dice que este jingles sobre un jabón, pudo haber sido escrito por el poeta cumanés Andrés Eloy Blanco mientras estuvo en la cárcel, indica milagrossocorros.com.
En detalles:
La dama pionera de la radio y la televisión: Cecilia Martínez falleció esta mañana, a las 8:15 am en Caracas, según confirmó telefónicamente su hija Helena Álvarez. El acto del velatorio y la misa se realizará este viernes 25 de septiembre de 4:30 a 8:30 pm en el Cementerio del Este, La Guairita.
Las redes sociales se hicieron eco inmediatamente de la noticia. Los periodistas Milagros Socorro y Napoleón Bravo comenzaron a tuitear, y de inmediato el eco de la información comenzó a difundirse.
Martínez nació en Caracas el 24 de noviembre de 1913, entre las esquinas de Truco y Guanábano. Y cuando celebró su centenario, en medio de sus amistades y familiares, declaró con mucho ánimo y buen humor: “compartieron con esta viejita, aunque no soy tan viejita”.
Cecilia Martínez está considerada como la primera locutora de la televisión de Venezuela, así como también fue animadora de programas como “Nosotras las mujeres”. Hace dos años comentó: “veo más televisión que oir radio, porque me cuesta menos trabajo y me divierto más. Debería tener más contacto con la radio, pero no la escucho lo suficiente como para criticarla. La radio actual tiene una especie de flojera. La gente que la escucha no dice que tal o cual programa es buenísimo. La escucha y la deja pasar”.
Tuvo el privilegio de haber sido testigo de todo el tránsito de la Venezuela contemporánea, sus dictaduras, el período democrático, la llegada del presidente Hugo Chávez al poder y luego la del presidente Nicolás Maduro. Por su formación y su temple, mantuvo una visión crítica de la situación del país. Fue tataranieta de Cristóbal Mendoza, prima y modelo de Armando Reverón, y del humorista Leoncio Martínez, Leo. Igualmente, fue la primera voz femenina de la radio venezolana.
En entrevista para El Universal, se le preguntó si le daba miedo la muerte o la soledad: “Soy temerosa de esas cosas. No le temo a la soledad, sino a la falta de amistades, de gente que tenga a mi lado. Pero no soy una viejita cobarde”.
“Pues sí, yo fui muy pícara”:
No son quince, ni treinta, ni el medio cupón. Es el cupón completo, con el premio mayor de una lucidez despampanante: Cecilia Martínez, la primera mujer locutora, primera voz de Radio Caracas Radio, mujer de medios de comunicación, mujer de avanzada.
El pasado 24 de noviembre, la caraqueña celebró su centenario sin dejar de lado su buen humor, su verbo directo y mordaz, su vitalidad impresionante a toda prueba, como buena sagitariana.
Cecilia Martínez vive en Caraballeda, en una casa cuyo balcón da a un jardín. “Una celda, pero está bien”, dice ella. “Pero a mi edad no puedo hacer otra cosa”, agrega.
-¿Qué se siente haber vivido todos estos años?
-Nunca me pasó algo verdaderamente malo en la vida. Tuve una familia linda. No puedo quejarme.
-Usted ha visto muchos cambios en el mundo, ¿qué le ha impresionado más?
-Venezuela.
-¿Y qué cambios ha visto en Venezuela que le hayan impresionado?
-Lo que el país está pasando. Yo creo que esto no lo ha pasado el mundo ni en la guerra europea. Te digo francamente, en todos los países siempre ha habido cambios, pero ha habido gente muy inteligente que ha sabido sortear los temporales.
-¿Qué acontecimientos históricos le han quedado en la memoria?
-Las guerras en el mundo han sido dantescas, por la cantidad de niños que han muerto. Todos hemos tenido que aguantar mucho, y ahora estamos aguantando en Venezuela.
-¿Qué cambiaría de la historia de Venezuela?
-Al presidente Maduro.
-Pero dígame algo más, otra cosa…
-Pero, chica, una metidita de zancadilla está bien (risas). En general, el venezolano es bueno, pero se ha estado echando a perder. Tenemos que cambiar, y querernos más los unos a los otros.
-¿Qué diferencia ve, por ejemplo, de la época de Pérez Jiménez con la actual?
-Pérez Jiménez fue malo, pero como este ninguno.
-¿Cómo percibe a la gente, cuando la lucha contra la dictadura de Gómez y el ciudadano actual?
-La dictadura de Gómez fue horrible, y sufrieron familias, hubo torturas. Fue muy malo. Ahora en estos momentos veo que somos muy sinvergüenzas, habría que ponerse las botas. La gente se ha vuelto muy pasiva, prefiere estar en su casa en lugar de luchar por algo. Hay que empezar por luchar no solo para cambiar lo actual, sino para cambiar también al país.
-¿Todavía usted escucha radio?
-Veo más televisión que oir radio, porque me cuesta menos trabajo y me divierto más. Debería tener más contacto con la radio, pero no la escucho lo suficiente como para criticarla. La radio actual tiene una especie de flojera. La gente que la escucha no dice que tal o cual programa es buenísimo. La escucha y la deja pasar.
-Además del comercial del jabón por el cual usted fue censurada en la época de Gómez, ¿hubo alguna otra picardía?
-(Risas) El jabón de John Laud. Mira, tú le estás exigiendo a este cerebro viejo que se acuerde (risas). Si lo que quieres saber es si fui pícara, pues sí, yo fui muy pícara, echaba mis cuenticos, pero no podía propasarme, empezando por mi papá, que me metía en la cárcel (risas).
-¿En la cárcel? ¿Por qué no solamente una buena pela?
-(Risas) Un poco exagerado. Me decía: “Tenga mucho cuidado, mija, a usted la está oyendo mucha gente”. Y yo le respondía: “Papá, ¿cómo sabes que me oye la gente? A lo mejor no me oye nadie”. Yo fui huérfana de madre, pero mi papá fue un padre excelente, siempre pendiente para ver qué hacía, con quién bailaba.
-¿Cuál ha sido la época más represiva para los medios de comunicación?
-Es una pregunta difícil… Siempre ha habido algo de represión. Pero la más represiva fue la época de Gómez. Llegaba un fiscal a la emisora y decía: “Usted estuvo pasada”, y nos llamaban la atención. Creo que hubo más represión en radio que en televisión.
-¿Qué le dice la gente cuando la ve en la calle y la reconoce?
-Se alborotan. ¿Hasta cuándo se alborotan? (risas) ¡Ya yo soy una vieja! Me preguntan cómo empecé, todo eso que a la gente le da curiosidad. “¿Y usted se divorció?”, “¿se casó dos veces?”. Y respondo, “Sí, me divorcié, y luego conseguí otro marido”.
-Fue duro divorciarse en una época represiva para las mujeres…
-Fue muy fuerte. Pero todo el mundo estaba de parte mía. Mi esposo fue muy mal portado, me divorcié y me volví a casar. Yo fui muy feliz en mi segundo matrimonio, con Eduardo Reyna, que era argentino. Fui muy feliz con él.
-¿Le parece que todavía hay mucha represión contra la mujer?
-Claro. No una discriminación en sí, sino que los hombres quieren que seamos santas y ellos unos demonios.
-¿Cómo percibe la liberación de las mujeres en la actualidad?
-Hay más liberación en el mundo que en Venezuela. Yo he viajado y lo he visto. Yo fui un poco perseguida, porque era joven, trabajadora, bonita y muchos hombres me atacaron. Muchos me buscaron el ladito malo, pero en eso mi padre fue una maravilla. “Usted, haga lo que considere. Pórtese bien y no le haga caso al qué dirán”, me decía. Yo fui educada en el Colegio Chaves, que era un Chávez bueno (risas).
-¿Qué percepción tiene de las nuevas tecnologías?
-Me maravillan, me parece que tenemos que seguir adelante con esos avances.
-¿Tiene Twitter?
-Yo no. Ay, me estás pidiendo mucho.
-Si lo tuviera, ¿qué pondría?
-Contaría cosas. La que tiene Twitter es mi hija Elena, que se la pasa tuiteando.
-Recientemente falleció Oswaldo Yepes…
-Ay, lo he llorado tanto. Fuimos muy amigos, éramos íntimos amigos Oswaldo, Lisbeth, su esposa, que también murió, y yo. Se me va la gente, y qué le vamos a hacer.
-¿Le teme a la muerte? ¿A la soledad?
-Soy temerosa de esas cosas. No le temo a la soledad, sino a la falta de amistades, de gente que tenga a mi lado. Pero no soy una viejita cobarde. (Ana María Hernández G. | El Universal )
Pionera en todo:
En una entrevista publicada por el diario El Nacional, Martínez contó que bailó con Carlos Gardel y que recibió una inyección de José Gregorio Hernández. También que cantó el primer jingle comercial en la historia de la radio venezolana, que tuvo un número telefónico de cuatro cifras en la Caracas de las muchachas que se ponían en la ventana para que las vieran los caballeros y que su carrera en televisión terminó por culpa de Blanca Ibáñez.
Cecilia Martínez Mendoza, nacida entre las esquinas de Truco y Guanábano en 1913, fue guardiana de memorias de valor incalculable y modelo para varias generaciones de amas de casa en programas como Cosas de Mujeres.
Por: Redacción/R24
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Maracay, 25 de septiembre de 2015
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