A un mínimo histórico en últimos siete años cayeron
las deportaciones de venezolanos desde EEUU
■ Las autoridades están aumentando los controles al detectarse peticiones falsas.
■ En 2014 los estadounidenses recibieron 2.181 casos de asilos de venezolanos, 178% más que en 2013.
Miami.- Los venezolanos siguen llegando a Estados Unidos en busca de asilo. Por persecución política, por la espiral de violencia, la crisis económica, o en algunos casos como estrategia migratoria, incluso con alegatos espurios, y lo demuestra el hecho de que en 2014 se triplicaron los casos en comparación al año anterior.
Las autoridades migratorias de EEUU recibieron en 2014 un total de 2.181 casos de asilos de ciudadanos venezolanos, 178% más que en 2013, cuando se conocieron 784.
Esta realidad ha llevado a que las autoridades estadounidenses sean cada vez más rigurosas en identificar posibles fraudes migratorios, tomando en cuenta un prudente volumen de casos que están resolviéndose en las cortes.
Los números oficiales no revelan la cantidad de individuos demandantes de asilo, por lo que un caso puede tener uno o más personas. Hay situaciones que incluyen familias completas de hasta una decena de individuos.
De 2013 a 2014 la mayoría de los asilos fueron solicitados en el estado de Florida, donde reside 74% de la migración venezolana en EEUU.
Los datos suministrados por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS) a El Universal revelan que ciudadanos de China, México, Guatemala, El Salvador, Venezuela y Ecuador, encabezan la lista de los primeros seis países de donde provienen las mayores peticiones de asilo. En 2014 las autoridades estadounidenses recibieron 56.912 casos que deben ser ahora resueltos.
Venezuela en 2014 vivió un año político de gran tensión, cuando las manifestaciones estudiantiles que empezaron en febrero, terminaron calentando las calles por varios meses.
El corolario fue la muerte de manifestantes, muchos de ellos jóvenes, el encarcelamiento de líderes políticos y estudiantiles, y para muchas familias venezolanas opositoras, la urgente necesidad de buscar una salida hacia el exterior, huyendo de la persecución política, inseguridad, las tensiones callejeras, que sumado a la crisis económica, les hizo la situación insostenible.
En la última década el USCIS recibió 8.561 casos de asilos de venezolanos, ubicándose desde 2005 en el top ten de las demandas.
Las leyes migratorias estadounidenses contemplan que puede solicitar asilo cualquier persona que teme, con fundamento, ser perseguida o ya ha sufrido persecución por razón de su raza, nacionalidad, religión, opinión política o por pertenecer a un determinado grupo social.
Ese es el caso de Stevan Morales Rojas (nombre ficticio), quien está preparando un dossier que presentará ante las autoridades migratorias estadounidenses para conseguir asilo político.
En 2014, en su natal Valencia, estado Carabobo, fue arrestado durante 72 horas por manifestar frente a la Universidad de Carabobo y “guarimbear” quemando papeles y cauchos.
“Guarimbero” es un epíteto que le ha acompañado como estigma desde entonces, y a partir de junio de ese año vive lo que denuncia como “persecución política”, el ingrediente clave para dejar Venezuela.
“Tengo evidencias de que estuve detenido injustificadamente, que recibo amenazas por teléfono, que fui agredido. Ha sido un acoso constante y una lucha por no dejarme doblegar, pero ya estoy cansado, me siento perdido y lo peor de todo es que con miedo”, relata Stevan.
La zona donde reside este joven “está rodeada de simpatizantes del oficialismo, yo diría que cercada, y ya estoy fichado, he tenido peleas a puño con la gente del barrio que me dice ‘sifrinito, ‘golpista’… y lo que viene sé que será peor”, relata el estudiante universitario, que a sus 23 años de edad ya seis los ha dedicado a labores comunitarias militando en Primero Justicia.
Como estudiante de derecho conoce todo lo que se refiere a la política de asilo en distintos países y EEUU será su destino para protegerse.
Para obtener asilo en EEUU, un extranjero debe aplicar en un plazo de un año desde la fecha de la última llegada o establecer que se aplique una excepción basado en un cambio de circunstancias extraordinarias, y los registros demuestran que esta última situación es a la que más están recurriendo los venezolanos.
En 2013, 1.528 venezolanos recibieron asilo en EEUU, según la Oficina de Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security). Ese año se conocieron 528 casos, por lo que en promedio un caso pudo contener hasta tres individuos en busca de protección.
Los picos de casos de asilo de venezolanos se dieron en 2005 (1.146) y 2013, cuando se presentaron a las oficinas del USCIS 784 peticiones, muchas de las cuales están por resolverse.
La crisis económica que sufre el país, sobre todo en los últimos dos años, resumida en escasez, devaluación e inseguridad, fueron factores para que se profundizara la última oleada de emigración venezolana en los últimos 15 años.
Esta verdad, sin embargo, dio pie para que algunos venezolanos recurrieran al asilo como estrategia migratoria, cuando en realidad no sufriesen persecución política. Es una situación que empieza a generar problemas, como adelantan abogados y expertos en la materia.
Entre la ley y la trampa
Héctor López, es un prominente abogado venezolano radicado en la ciudad de Houston, donde dirige el escritorio Attorney at Law. “Todas las semanas, por no decir todos los días, me consultan clientes venezolanos indagando sobre la posibilidad de aplicar al asilo. Lamentablemente es un tema que se ha estado tomando muy a la ligera este último año”, explica.
López se lamenta de que cientos de venezolanos estén recurriendo al asilo político como una estrategia migratoria, cuando realmente no están perseguidos, habiendo casos, incluso, en el que mienten con información falsa.
“Mi experiencia con estos casos desde que explotó el ‘boom’ de los venezolanos con los asilos es que la gran mayoría simplemente no califican. Muchos pretenden obtener asilo únicamente basados en hechos que son atribuibles a la criminalidad común, secuestros, robos, mala calidad de vida, o hechos aleatorios en alguna marcha opositora que nada tiene que ver con persecución desde el punto de vista de su definición legal”, sostiene el abogado.
La situación de los venezolanos está al nivel del los chinos, quienes ocupan el primer lugar en concesión de asilos en EEUU huyendo de la persecución del régimen comunista. En 2011 8.601 chinos recibieron asilo, 34% del total.
EEUU aceptó en 2012, último dato disponible, 150.614 solicitudes de asilo y refugio, siendo las peticiones de venezolanos las que están en el primer lugar por América Latina seguido de los haitianos, colombianos y guatemaltecos.
López cree “que el enfoque que muchos abogados en Miami le dan a estos casos de asilo está orientado más a su beneficio que al del cliente. Esto puede justificar el incremento de aplicaciones desmedidas recibidas por el Servicio de Inmigración, más no necesariamente quiere decir que el caso cuenta con méritos legales o con la posibilidad de ser aprobado”.
Los procesos de asilo en EEUU se dividen en dos tipos: el afirmativo, que decide el Servicio de Inmigración y el defensivo, que se dirime en las cortes de cada Estado.
En el caso de los venezolanos, 82% es de tipo afirmativo, pero la tendencia está cambiando en el último año. López acota que ahora la mayoría de los casos de asilo que son aprobados se ganan en las cortes de inmigración y no a nivel de la oficina local de inmigración.
“Las cortes están en la actualidad tan abarrotadas de casos que las fechas de las audiencias para debatir los pedidos de asilos hoy día podrían estar para 2019 y 2020”, dice el letrado.
Mercado de asilos
La abogada María Cifuentes, de la firma Cifuentes-Marrero, enfocada en inmigración, apunta que la crisis política en Venezuela dio pie a que muchas personas se vieran en la “verdadera necesidad de asilarse”, por ejemplo en EEUU, pero constata que las autoridades estadounidense son cada vez más exigente por el incremento irregular de pedidos de asilo sin base.
“Los oficiales de inmigración se han dado cuenta de que el ‘mercado de asilos para venezolanos’ en EEUU desvirtuó el concepto de este derecho universal. Hay muchos abogados sin escrúpulo que se benefician y como los casos tardan en resolverse, al perderlos son los clientes quienes se perjudican mientras ellos siguen en su labor”, advierte Cifuentes.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU no quiso referirse al caso específico de los asilos para venezolanos, pero respondió a El Universal que el “proceso de identificación de los verdaderos refugiados es difícil… el programa de asilo ha puesto en marcha una serie de garantías y medidas para establecer un proceso responsable, confiable y libre de fraude”.
A un mínimo histórico en los últimos siete años cayeron las deportaciones de venezolanos desde EEUU, al cerrar en 2014 con 153 expulsiones mientras que en 2013 se dieron 187, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas estadounidense (ICE), lo que para muchos expertos tiene un trasfondo claramente político al margen de las demandas de asilo.
“Para proteger a los venezolanos el Gobierno estadounidense ha frenado las deportaciones, pero es cierto que muchos de los que están viajando hasta allá lo hacen para quedarse justificando persecución… viajan listos para asilarse a sabiendas de que tendrán todos los beneficios de la ley e incluso llegar a tener la Green Card”, matiza Adalberto Urbina, profesor de Derecho Internacional de los Refugiados en la Universidad Central de Venezuela (UCV).
EEUU, como la mayoría de las naciones, rige su política de asilo sobre la base de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, de 1951, que establece taxativamente las razones por las que debe concederse el asilo.
“El concepto de persecución política en la Convención ha sido muy bien interpretado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y muchos venezolanos que dicen ser perseguidos no se encuentran en los supuestos que prevé la legislación internacional”, recalca Urbina, una autoridad en el tema.
El concepto de persecución política en la Convención de los Refugiados ha sido muy bien interpretado por el ACNUR, “y mucho de estos venezolanos no se encuentran en los supuestos que esta prevé porque en el fondo son migrantes económicos”, opina el docente, autor del libro Derecho Internacional de los Refugiados, uno de los pocos editados en español sobre el tema.
Para Urbina “no se puede negar que a medida que la situación de represión y violación de los derechos humanos en Venezuela aumente, habrá más casos ciertos de solicitantes legítimos de asilo político en EEUU… pero lo importante es que quien quiera irse por razones económicas lo haga por los caminos regulares sin desvirtuar un instrumento valioso como lo es la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados”.
El caso europeo demuestra una tendencia en lo que significa la búsqueda de los venezolanos por asilo. Entre 2010 y 2013 un promedio de 70 venezolanos por año solicitaron asilo en nueve de los 28 países de la Unión Europea siendo España, Francia, Reino Unido e Italia donde hubo mayores aplicaciones respectivamente, según datos de la Eurostat, la oficina de estadísticas de la Comisión Europea.
Nadie pone en duda que el deterioro social y económico de Venezuela está impulsando la migración, el problema en el corto plazo es que la excesiva banalización de lo que es un asilo, puede terminar cerrándole las puertas en el exterior a quienes realmente necesiten de este recurso para salvar su vida y la de su familia.
Por: Frank López Ballesteros
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EL UNIVERSAL
Caracas, domingo 7 de junio de 2015