Intercambian apartamentos
de la Misión Vivienda
■ Los edificios tienen nombres de los penales El Rodeo, Yare y Tocorón.
■ Los inmuebles carecen de gas directo, la lluvia se filtra por la azotea y el agua de los grifos sale contaminada.
■ En la entrada de edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela se exhiben avisos en los que se propone el intercambio de residencia entre adjudicatarios.
■ Carencia de gas directo, agua contaminada en los grifos, filtraciones y ascensores inservibles, entre otros, son parte del deterioro que denuncian habitantes de los conjuntos residenciales.
■ La modalidad se llama permuta y se puede realizar siempre y cuando a las familias solicitantes no les hayan entregado el título de propiedad, explicó una interesada en cambiar su apartamento de Charallave por uno en Caracas.
Caracas.- Un poco más de dos años tienen habitadas las 10 torres de la Misión Vivienda ubicada en el puente Los Leones de El Paraíso, en el sector La Paz. Paradójicamente, quienes allí viven dicen que “la paz” que tanto les ofrecieron cuando les entregaron las llaves de sus apartamentos no termina de llegar a sus hogares. Y es que las bandas armadas se apoderaron de cada espacio, al punto de llamar a los edificios con nombres de penales como El Rodeo I y II, Yare y Tocorón.
La inseguridad rodea a cada uno de los 192 apartamentos:
Residentes deben lidiar con eso, y con las múltiples ventas de licor, cigarillos, y drogas. Sujetos armados se pasean por los pasillos, y las áreas comunes fueron tomadas para organizar actos delictivos e incluso sirven como depósito de motos robadas. Entre los habitantes hay funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, de la Guardia Nacional Bolivariana y del Cicpc.
A juicio de los propios vecinos, “ellos pecan por omisión y por su seguridad. No se pueden arriesgar, ni poner en peligro a sus familiares”. En esas torres el poder lo tienen cuatro bandas delictivas. Cada organización, según investigaciones hechas por funcionarios policiales, tienen más de diez miembros.
Las armas automáticas y largas son exhibidas para dejar claro “quién tiene la fuerza”. Cuando se es visitante, se corre el riesgo de ser asaltado. Como no es cara conocida, los sujetos se activan y preguntan todo: quién es, para dónde va y con quién. Que lo despojen o no de sus pertenencias, depende de la persona que lo haya llevado hasta allí.
Uno que no corrió con suerte fue Edgar Briceño Da Silva, de 24 años. Con apenas una semana viviendo en la Torre A fue asesinado a tiros el jueves 8 de enero de este año, a las 5:00 de la tarde. Su familia no supo las causas, pero algunos residentes, un mes después, dijeron que “eso le pasó por violar las leyes de aquí”.
Aparentemente, el joven estaba enamorado de una muchacha del edificio, a quien conoció finalizando el año 2014, y con quien se mudó el 31 de diciembre. Todo indica que “se fijó en la mujer equivocada” y esa falta se la cobraron con la vida.
Como pasa en las cárceles, nadie puede violar territorios ni pretender tomar decisiones. Una fuente explicó que los espacios tienen límites geográficos, y que cada banda tiene su terreno y área de mando. Los miembros son sujetos expresidiarios o con un amplio prontuario policial. Muchos se escudan laborando como mototaxistas, lo que les sirve para robar motos y llevarlas a los depósitos de cada torre, que son los espacios donde debería ir la basura.
Todos tienen candados y los líderes de cada organización disponen de las llaves.
Allí no entran los policías, a excepción de los que habitan. Sin embargo, en octubre del año pasado, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminal¿ísticas (Cicpc) realizó allanamientos en algunas torres, pues allí detuvieron a varias personas implicadas en el crimen del diputado oficialista Robert Serra.
El Cicpc allanó las torres en octubre de 2014 y capturó a implicados en crimen de Serra.
Permutan apartamentos del Estado:
En el conjunto habitacional Santa Rosa, torre II, en la avenida Libertador, exhiben en la entrada avisos que dicen: “Se cambia apartamento nuevo de la Gran Misión Vivienda Venezuela, ubicado en Santa Rosa Plaza IV, en Charallave, por uno en Caracas. 3 Habitaciones, 2 baños, enrejado y cocina empotrada”.
Keyla Martínez, una de las personas que pide el cambio en un aviso, dijo al ser consultada: “El procedimiento se llama permuta y se puede realizar siempre y cuando a las familias solicitantes del cambio de apartamento no les hayan entregado el título de propiedad”.
Agregó que se gestiona en la sede del Ministerio de Vivienda en Chacao y que los requisitos son sencillos: carta explicativa sobre por qué pide el cambio, dirigida a Egleé Rengifo, funcionaria adscrita al Viceministerio de Hábitat y Vivienda. Si es por motivos laborales, se debe incluir carta de trabajo; y si es por razones de salud, el informe del médico tratante. Además, acta de matrimonio o carta de soltería.
Martínez indicó que la búsqueda puede tardar hasta tres meses, pero hay mucha demanda. Sin embargo, Luz Ramírez, vecina de la torre II, aseguró que desconocía el procedimiento y quienes promocionan el intercambio de inmuebles. “Esa gente no vive aquí”, dijo.
Ramírez proviene del refugio que instalaron en el Hotel Polo Norte. Habitaba allí con sus tres hijas y su esposo desde el 26 de abril de 2013, cuando entregaron un apartamento en el conjunto residencial.
Dijo que enfrentan varios problemas diariamente: “Bombillo que ponemos, bombillo que se quema”. A un año y 10 meses de habitado el inmueble, persisten graves problemas con la electricidad. “De 20 tomas de bombillo solo 2 funcionan”, agregó.
Contó que no tienen gas directo y la tubería de aguas blancas está tapada. En el ascensor nunca se ha podido subir porque no ha funcionado. Ramírez dijo que ningún apartamento tiene medidor de agua ni de luz y jamás han pagado por esos servicios.
Se observó que el estado de suciedad y deterioro de las áreas comunes no se corresponde con los casi dos años de antigüedad del conjunto habitacional.
Más adelante, en la misma avenida, en el Edificio Libertador II, los residentes denunciaron que la obra está inconclusa. Fran Jiménez, habitante del lugar, contó que el asfaltado de la azotea no fue el apropiado y cuando llueve el agua se filtra al techo de los apartamentos del piso 12. “Los techos y paredes están abombados”, indicó.
El 23 de diciembre de 2013 les entregaron el inmueble. En el pasillo de la entrada improvisaron paredes con drywall que todavía no han sido sustituidas por bloques. Destacó que lo más grave es que la bomba de agua la entregaron quemada y el tanque con filtraciones. El agua sale contaminada y no se puede beber. “Todos compramos botellones de agua potable para cocinar y tomar”, indicó.
En el conjunto Nelson Mandela, entre Santa Mónica y Cumbres de Curumo, los niños juegan entre cabillas, escombros, aguas negras y materiales de construcción, mientras terminan de levantar dos torres que faltan.
Desesperada crisis de vivienda para millones. Estiman que 7,5 millones de venezolanos necesitan
vivienda. Basado en cifras del censo 2011 del INE (Instituto Nacional de Estadísticas).
Sitio inhabitable:
■ En junio de 2014 la Junta Comunal de esos edificios realizó un informe donde asentaron que las torres A, B, C y D son “inhabitables”.
■ También determinaron que entre los pisos 6 y 12 de los edificios venden licor, cigarrillos y drogas.
■ Funcionarios del Cicpc calculan que en dos años de habitadas esas torres, han asesinado, al menos, a diez personas a tiros. Incluso lanzaron a una desde el piso 5.
La Cifra:
6% de los inmuebles que se debió construir entre enero y febrero ha terminado la Gran Misión Vivienda, dijo el presidente de la Cámara Inmobiliaria
Déficit:
Para 2015 el gobierno prevé entregar 400.000 inmuebles de la Misión Vivienda. Hasta la fecha solo ha terminado 4.085, según la Cámara Inmobiliaria. Esa cifra representa 1% de la meta anual y 6% de lo que debió construirse durante los 2 primeros meses del año.
“Al mes el programa debe culminar unas 33.333 unidades habitacionales, por lo que entre enero y febrero debió construirse 66.666. A este ritmo será imposible que el gobierno cumpla la promesa”, afirmó Aquiles Martini, presidente del gremio.
En 2014 la misión también registró déficit. El Estado se comprometió a entregar 400.000 inmuebles, pero terminó 126.248, según estadísticas del Ministerio de Vivienda y Hábitat; es decir, 68,4% de lo previsto. Dejó de construir 273.752.
Sobre las denuncias de edificios del programa en mal estado, Martini indicó que el acelerado deterioro de las estructuras obedece principalmente a la mala calidad de los materiales que se usan en la construcción y a que “los inmuebles no son realmente propiedad de los habitantes, por lo que no les duele, ni se preocupan ni responsabilizan por mantenerlos”.
Agregó que la escasa supervisión del Estado también incide en los daños. Afirmó que mientras que organismos obligaban al sector privado a cumplir normar, al sector público no.
La poca disponibilidad de insumos también afecta la calidad, señaló Martini. “Ya Sidor informó que podía atender todos los requerimientos de este año de la misión”, afirmó.
Por: Deivis Ramírez Miranda
Dulce María Rodríguez
drodriguez@el-nacional.com
Carmen Sofia Alfonzo
calfonzo@el-nacional.com
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El Nacional/El Universal
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