Es solo cuestión de fe..
■ El gobierno dice una cosa y la gente vive otra muy diferente.
El gobierno habla de proyectos brillantes y la gente jamás los ve ejecutados. El gobierno se plantea una revolución socialista y la gente lo que ve es un caos y un desorden que arranca en el partido de gobierno dividido en varios cuadrantes y el consecuente efecto en la sociedad partida, a su vez, en trabajadores, desocupados, militantes, radicales de ambas partes y comeflores varios, todos en el mismo saco de retroceso en que va el país.
Sí. El más extraño fenómeno de la percepción. La más extraña dualidad en cuanto a cómo la película nos pasa frente a los ojos. Una cosa sumamente extraña, pues aunque usted no lo crea todavía muchísima gente se aferra a esa realidad artificial que propone y promueve el gobierno. Menos que antes, es verdad, pero todavía en suficiente número como para que la oposición se rinda y decida acabar con lo mucho que había logrado con sentido y fuerza: la MUD o Mesa de la Unidad Democrática. También, aunque usted no lo crea, en pleno proceso de disolución y enjuague en ácido muriático. Tal vez logren salvarla. Ojalá. Así al menos habrá otras fuentes y otras caras para el necesario contraste de las noticias e informaciones; así habrá algún chance para el pluralismo. Ya veremos. Por lo pronto observemos de cerca y con mucha atención este interesante proceso de alucinación constante en que vive el gobierno por una parte y la gente por el otro.
Por cuatro días se dijo de todo sobre el general Hugo Carvajal, pero Holanda como Estado decide que fue ilegal el proceso de captura, pero lo expulsa de Aruba. Lo libera en Venezuela, dice el gobierno. Lo cierto es que no es un delincuente pero no lo quieren en la isla. Dos realidades, tres con la visión justiciera y heroica del gobierno y cuatro escenarios si se toma en cuenta el de mucha gente que asume como cierto el peor de los prontuarios. Y así corre la vida en Venezuela. No hay desempleo, hay desocupados. Cuando el gobierno habla de ajuste estratégico de tarifas en realidad habla de aumento de precios en los servicios, en este caso la energía eléctrica. La criminalidad y la inseguridad no son más que sensaciones sociales. Las colas para comprar alimentos o papel tualet no son por desabastecimiento, se deben a que la gente tiene demasiada plata en sus bolsillos. Los préstamos de cualquier índole, especialmente los últimos cuatro mil millones que Venezuela le debe a los asiáticos no es un préstamo más es una variedad de financiamiento. Los trabajadores de Sidor fueron los que quebraron al complejo industrial y cuatro vagos sindicalistas que dirigieron el sabotaje general de todas las empresas básicas. Es así.
Aunque usted no lo crea.
*ELIDES J. ROJAS L. | Periodista graduado en la UCAB en 1979 y abogado egresado de la UCAB en 1985. Caracas. Venezuela. Jefe de Redacción de El Universal.
Por: Elides J. Rojas L*.
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Caracas, miércoles 30 de julio de 2014