El “apoyo prestado”
■ “Qué dolor, qué dolor, qué pena, la MUD se fue a la guerra, no sé cuando vendrá”.
Mientras muchos venezolanos cantan el himno de la MUD, paso a contrarrestar a las huestes del antirevisionismo, tomando prestadas las palabras de un lector que vive en México (residenciado a patadas) y que me parece lo más pertinente -porque a fin de cuentas viene el mundial- que se hubiera escrito sobre nuestro liderazgo: “todo buen técnico de fútbol tiene que aguantar lo que le llegue de las gradas”. La verdad es que son los propios hinchas los que hacen los comentarios más cáusticos, pero lo hacen precisamente porque están en su derecho a evaluar la estrategia del técnico, sobre todo si se pierde un juego. Porque a fin de cuentos, quien paga el boleto, compra la camiseta y paga su salario, no es otro que ese hincha. Así que aquí van agrupadas parte de las críticas que hacemos usualmente.
Los estadios están vacíos: no hay peor crítica, que la del hincha desilusionado. No van a los estadios, ni compran camisetas. Pues bien, el 50% de los venezolanos (Datánalisis) rechaza a la MUD. Y aquí hay que ser categórico, 80% inflación, no hay comida en los anaqueles, la delincuencia es brutal, la corrupción campea y 10 millones de votantes detestan a la MUD, 11% ni la apoya ni nada, mientras que solo el 39% la apoya. El antirevisionismo, sencillamente, no tiene la razón.
El apoyo es efímero: la respuesta siempre está en que 39% es muy alto. Ahora, muchas veces veo a mis hijos apoyar otros equipos, solo con tal de que su archirrival no gane. Pero eso no significa que apoyen a ese equipo, y eso no le garantiza absolutamente nada al que recibe el “apoyo prestado”. Si la mayoría de los votantes no aprueba a la MUD (luego del resultado de 15 años de despelote), la mayoría de los que se dicen del lado opositor “se declaró independiente (47,8%)” (Datánalisis) es decir que solo están en la oposición porque detestan al chavismo. Quedando la cosa más o menos así, 10 millones de votantes rechazan a la MUD, 2 millones ni la apoyan ni nada y 3 millones, prestan su apoyo temporal para que su archirrival no gane. ¿Cómo pretende el antirevisionismo gobernar, con el 75% de los votantes rechazando o no apoyando a sus gobernantes?
No hay fanáticos, ni jugadores fuertes: La MUD “acumula 9,3% de simpatizantes” superando “claramente a Primero Justicia (3,5%) y Acción Democrática (2,7%), que son “sus miembros mejor aceptados” (Datánalisis). Tenemos pues que nuestro mejor jugador es “el equipo”, quedando entonces con un 75% de los votantes que no apoyan a la MUD y redondeó a un 10% adicional (para alcanzar nada menos que el 85% de los votos) que no está con alguno de los partidos que conformarían un hipotético futuro gobierno.
No toda unión hace la fuerza. Un partido que arrastra el 80% de rechazo, se une a otro que tiene el 80% de respaldo y ambos terminan con 60% de rechazo. La unión del pasado, con el futuro, debió haber estado condicionada al cambio.
¿Hay jugadores que juegan para el otro equipo?: si los fanáticos no pagamos las entradas, ni camisetas, ni sintonizamos los juegos. ¿De qué viven la mayoría de los jugadores? Muchas, por no decir la mayoría de las criticas están enfocadas a esta categoría. Cuando el magistrado famoso hizo aquellas celebres declaraciones, también explicó cómo lo llamaban nuestros jugadores para pedirle carguitos para los familiares. Hemos visto en la prensa como bolichicos son familiares de opositores y si a eso le sumamos los afectuosos saludos y los saltos y más saltos de talanquera, el tufillo que produce el vestuario, no es precisamente de sudor. De allí el rechazo o el asquillo del 85% de los votantes. Si se quiere ganar, primero hay que responder esa pregunta.
Hay jugadores del otro equipo. “Corrupto, corrupto” le gritaba el liderazgo opositor a determinados chavistas. Pero cuando saltaron la talanquera les gritaban “valiente, valiente”. Así alimentaron durante 15 años el rechazo del electorado. “Mas de lo mismo” es la peor critica que pueda haber, porque lleva al inevitable “mejor malo conocido…”. En buena parte, el chavismo es apoyado, por la doble moral de partes de la oposición.
El técnico tiene otro trabajo. El técnico no es otro que el líder (ruego no confundir los términos líder-liderazgo con Mesías-mesianismo). Pero como en los equipos menores, los técnicos tienen que rebuscarse la vida. Todos confunden a Ramón Guillermo Aveledo con el técnico de la MUD cuando solo es el secretario de la junta directiva (esa que solo se reúne una vez al mes, si se reúne). Se supone que debieron existir una o varias cabezas a las cuales seguir, Capriles renunció a este rol y se fue a trabajar 24×24 horas en sus direcciones generales (salud, educación, policía etc.) por lo que no tiene algún valor estratégico, salvo los minutos que tiene al día para Twitter, o sus horas (no laborales) destinados a alguna reunión y todo el que intenta tomar el liderazgo es eliminado.
En fin, que si se desea ganar. Lo primero es revisarse. Porque la MUD se fue a la guerra y no sabemos cuándo vendrá.
Por: THAYS PEÑALVER
tpenalver@me.com
@thayspenalver
www.temas-debate.com
EL UNIVERSAL
jueves 12 de junio de 2014
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