El Calabozo de la Libertad
Las Batallas de San Diego y San Cristobal…
■ Escribo estas línea el sábado 24 de mayo, a las 6 am, justo 24 horas antes de que se lleve a cabo el proceso electoral en San Cristóbal, ciudad donde vivo desde hace 26 años, y San Diego, ciudad ubicada en el estado Carabobo.
Como se sabe, estas elecciones convocadas por el CNE, para escoger nuevos Alcaldes en San Diego y San Cristóbal, son producto de una serie de irregularidades y violaciones a la Constitución y a las leyes venezolanas, cometidas por Nicolás Maduro y avaladas por el Tribunal Supremo de Justicia, institución que desde hace muchos años dejó de ser el principal defensor del imperio de la ley, para convertirse en la consultoría jurídica del régimen de turno.
Los comicios en San Diego y San Cristóbal, nadie lo duda, son las elecciones más ilegales convocadas en Venezuela en los últimos 100 años. Los alcaldes Enzo Scarano y Daniel Ceballos fueron enjuiciados, sentenciados y destituidos de sus cargos violando todos los preceptos constitucionales, legales y jurídicos que existen en el país. No existe en el mundo entero, ningún precedente similar.
En Colombia, por ejemplo, el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fue destituido de su cargo por una decisión del Procurador General de ese país, que luego fue refrendada por el Presidente Juan Manuel Santos. Sin embargo, Petro acudió a las instancias nacionales e internacionales para defender su derecho y el derecho de sus electores, y obtuvo una sentencia que le permitió regresar a su cargo. En Venezuela, Ceballos y Scarano apelaron a todas las instancias, pero ningún tribunal les dio la razón, por la sencilla razón de que en este país no hay separación de poderes y ningún Juez se atreve a desafiar el poder de Maduro.
Algunos actores políticos sostienen que las fuerzas democráticas nunca han debido aceptar las elecciones convocadas para escoger nuevos alcaldes en San Cristóbal y San Diego. Estos sectores señalan que los comicios del 25 de mayo son ilegales, inconstitucionales y violatorios de las más elementales normas jurídicas que existen en el país y que, por lo tanto, lo mejor era no acudir a esos comicios, como una forma de protestar contra el régimen de Maduro.
Esto actores políticos tienen razón en cuanto a la ilegalidad de las elecciones, pero no tienen razón en cuanto al camino que hay que seguir para resolver este problema. Si bien es cierto que los comicios son ilegales e inconstitucionales, no es menos cierto que los nuevos Alcaldes de San Diego y San Cristóbal serán los que proclame el CNE luego de los resultados del domingo 25. Esto quiere decir, simple y llanamente, que desde el domingo en la noche, tan pronto se den a conocer los resultados, y se proclame un ganador, Scarano y Ceballos dejaran de ser Alcaldes.
Es muy importante entender, que el problema surgido en San Diego y San Cristóbal, no es jurídico. Es político. Jurídicamente hablando, es cierto que los comicios del 25 de mayo son ilegales, inconstitucionales y violatorios de los derechos humanos de Ceballos, Scarano y de los electores que en diciembre de 2013 los eligieron a ellos dos como sus legítimos alcaldes. Eso nadie lo duda. Pero en Venezuela, no hay manera de resolver el problema jurídico porque el Poder Judicial venezolano está totalmente controlado por Maduro, y al contrario de lo ocurrido en Colombia, con el Alcalde Gustavo Petro, aquí ningún Juez le va a dar la razón a Ceballos y a Scarano.
Por tanto, como no se puede resolver el asunto por la vía jurídica, tenemos que tratar de resolverlo por la vía política. Y la solución política, la única que tenemos a la mano, y la que al parecer todavía no le gusta a alguna gente que está en la oposición, es votando por las candidatas de la MUD, es decir, las esposas de Scarano y Ceballos, para convertirlas en Alcaldesas de San Cristóbal y San Diego e impedir que el PSUV, es decir, que Maduro, le ponga la mano a dos de las Alcaldías más importantes del país y a dos de las ciudades más opositoras, más democráticas y más libertarias que existen en Venezuela.
Votar por las esposas de Scarano y Ceballos no significa claudicar en nuestro reclamo, en nuestra lucha y en nuestros principios. Tampoco significa lavarle la cara a Maduro o convalidar una ilegalidad. Significa, simple y llanamente, conservar los espacios democráticos, y demostrarle a este régimen que no importa lo que haga para tratar de arrebatarnos nuestros triunfos, los demócratas siempre estaremos prestos a continuar luchando para defender lo que nos pertenece.
Una cosa es que nos arrebaten por la fuerza los espacios, y otra cosa es que nosotros se los entreguemos. Tenemos que entender que debemos seguir luchando en las calles, como lo hacen nuestros estudiantes, sin olvidarnos de la vía electoral. Ambos caminos son complementarios. El camino electoral no excluye a la protesta social y viceversa.
*Gustavo Azócar, Profesor universitario (ULA Tàchira), escritor y periodista en el estado occidental venezolano del Táchira; Consultor Politico y Conferencista internacional.
Por: Gustavo Azócar A.
@GustavoAzocarA
elnegroazocar@gmail.com
Politica | Opinión
San Cristóbal, 25 de mayo de 2014
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