RUBÉN DE MAYO: El Potro y el exitoso Maldonado

Muy mal parado queda el “Potro” sus
declaraciones son puro cascarón..

■ Muy bien recibidas, entre opositores y chavistas, fueron las declaraciones que hiciera el “Potro” Álvarez, actual ministro del Deporte, sobre lo de cortar el financiamiento a los deportes de motor.

A la mente de todos los venezolanos no vinieron los recientes guisos que hubo en la entrega de grandes sumas de dólares preferenciales a pilotos nacionales prácticamente desconocidos, para que luego éstos los revendieran en el mercado negro. El asunto fue todo un escándalo pero se quedó ahí, porque nada menos y nada más que involucraba a uno de los más altos dirigentes políticos del chavismo, Héctor Rodríguez, el cual se desempeñaba para ese entonces como ministro del Deporte. Héctor se desmarcó de toda sospecha sencillamente por ser él, Héctor Rodríguez, premiándosele con otro despacho ministerial, como corresponde en revolución, el de educación. El fraude no era de reciente data, la exciclista venezolana Daniela Larreal afirmó que denunció en reiteradas ocasiones, incluso ante el propio Chávez, estas millonarias erogaciones de dólares preferenciales (a un piloto solamente se le asignaron 66 millones de dólares), y nada se hizo.

Pero no, a toda la gente que aplaudió las recientes declaraciones del “Potro” Álvarez no se le vino a la mente el caso del fraude de los pilotos, eso es caso olvidado y engavetado (¿usted conoce algo que se haya adelantado de la investigación judicial sobre esta estafa millonaria a la nación? ¿Estarán todavía presos los cinco pilotos que se detuvieron? ¿Estará siendo Héctor Rodríguez investigado por este hecho? De seguro usted no sabrá nada, como tampoco los diputados chavistas de la Asamblea Nacional, que prefieren hablar patrióticamente de la pavorosa ofensa que Ismael Cala, periodista y animador de CNN, le hizo a la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, que tanto daño y perjuicio causara a toda Venezuela, a su moral y a su patrimonio público; o de J.J Rendón, cuya maldad diabólica y perversión satánica tiene a todo un país en crisis política y económica), sino el mucho más conocido de nuestro exitoso piloto de Fórmula Uno Pastor Maldonado.

Y cómo no va a ser Pastor Maldonado un piloto exitoso si nuestra empresa petrolera, Pdvsa, patrocinó su ascenso a la Fórmula Uno y permanencía con un contrato multimillonario con la escudería inglesa Williams por unos 50 millones de dólares anuales, y 20 milloncitos para Pastor por concepto de viáticos. No solamente exitoso es Pastor sino suertudo, porque hay que tener mucha suerte para que en un país subdesarrollado, agobiado por tantos problemas económicos y sociales, la principal empresa del Estado decida estratégicamente, para complacer a su gigante mundial e intergaláctico, invertir tantos millones de dólares en ti, en un deporte elitesco y sifrino, mientras en muchas barriadas populares no hay siquiera una humilde cancha de básquet y futbolito. Y ese éxito Pastor Maldonado se lo ha ganado a pulso. Solamente ha podido vencer en un Gran Premio, el de España, y eso es mucho (¡qué digo mucho!), más bien demasiado para nosotros, que orgullosos deberíamos estar y siempre agradecidos con Pastor por haber conquistado esa impresionante victoria (un tonto nunca se repone de un éxito, nos dice Oscar Wilde), con solamente cuatro breves años corriendo en Fórmula Uno, todos financiados por Pdvsa, a razón de 50 milloncitos de dólares anuales, que no enriquecen y empobrecen a nadie, me dirá usted, querido lector.

Todos, entonces, pensamos en Pastor Maldonado cuando el “Potro” Álvarez hizo esa declaración de cortar el suministro de dólares para los deportes de motor. Todos, a excepción de uno, Pastor Maldonado. Pastor no se sintió aludido en esa declaración del “Potro” porque él es distinto a los demás pilotos, a él no lo financia, nos dice orgullosamente, el Gobierno o el Estado sino Pdvsa, que técnicamente es distinto y se escribe y pronuncia distinto también que Gobierno o Estado, pensará sagazmente Pastor, aunque Pdvsa sea una empresa del Estado venezolano.

Así el Ministerio del Deporte fije las grandes políticas que en materia deportiva deben regir en el país, permeando todas las instituciones, resulta ser que no tiene jurisdicción en Pdvsa, por lo que muy mal parado queda el “Potro” Álvarez, desconocido e ignorado por la estatal petrolera como Ministro del Deporte; sus declaraciones son de puro cascarón, huecas, vacías, desautorizado por el propio Pastor, lo cual da un aire de desgobierno y anarquía. Pastor en tantos años no ha podido hacerse él mismo un nombre; independizarse de las faldas del erario público; conseguirse sus propios patrocinantes, buscándose la vida como todo mortal, como todo un hombre, con su trabajo. Habrá que seguirlo manteniendo.

*Rubén Darío De Mayo. Profesor universitario. Columnista de El Universal.

Por: RUBÉN DE MAYO
Politica | Opinión
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EL UNIVERSAL
jueves 29 de mayo de 2014

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