La Mesa de la Unidad
existe desde 2009
■ Nunca ha querido Armando Durán a la Mesa de la Unidad Democrática.
No la valora, ni aprecia su aporte. Es su derecho. Así, que hable mal de la Unidad no es nuevo y, seamos claros, que hablara bien tampoco sería demasiado útil. Sin embargo, la suya es una opinión que respetamos, aunque la mezquindad la empuje al error. La mezquindad es un oscuro rasgo de personalidad que a algunos cuesta más evitar, se comprende, pero nunca puede ser motivo de orgullo o vanidad.
Que se equivoque, pase, todos nos equivocamos. Que mienta es otra cosa.
Que desprecie a la MUD como “simple alianza de partidos con fines exclusivamente electorales” dice más de él que de nosotros, pues sólo indica lo poco que comprende la política, actividad de la que sin embargo se las arregló para vivir un buen tiempo. También evidencia su escasa capacidad para valorar el esfuerzo, lo cual tal vez sea atribuible a falta de experiencia. Que su información acerca de la realidad chilena sea tan deficiente, es problema suyo. Que ensaye dardos hirientes no importa. Para herir no basta la mala intención. Hiere quien puede.
Pero la mentira abierta si importa, o debe importar, precisamente cuando los venezolanos libramos precisamente una lucha contra la mentira como política de Estado. Decir que la Unidad “se incorporó por primera vez a una multitudinaria manifestación contra el régimen” el pasado 18 de febrero, y no por solidaridad “sino con la tortuosa finalidad de aprovechar la detención de López para invitar a los manifestantes de todo el país (…) a que ante esta circunstancia había llegado la hora de abandonar las calles y regresar cada quien a su casa” es una falsedad monumental y un acto de bajeza que debería avergonzar a su autor, si fuera apto para ello. No hay dato real de ese día, ni anterior ni posterior que corrobore tal afirmación.
Allí estuvimos por solidaridad con el compañero víctima de la injusticia, como la semana anterior apoyamos las convocatorias de los trabajadores de la prensa y los universitarios, como después convocamos a la concentración de la Avenida Miranda el 22 de febrero, donde intervino reconociendo esa solidaridad Lilian, la esposa de Leopoldo. Lo mismo que convocamos la jornada del 6 de marzo solidaria con los familiares de los muertos o la marcha de las Ollas Vacías el 8, por mencionar sólo aquellas de estos días. Esto la alianza como tal, aparte de los pronunciamientos y actividades de los partidos que la integran. La protesta civil que promovemos o apoyamos es, en todo caso pacífica. Eso también lo hemos dicho con toda claridad.
La Mesa de la Unidad existe desde 2009. Reunida desde marzo, su lanzamiento público fue en junio. Su primera actividad de calle fue ese mismo mes, cuando apoyamos la manifestación del CNP en defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información con motivo del Día del Periodista. Poco después fue aquella marcha sobre el tema educativo que marcó el “debut” represivo e histriónico del entonces Coronel, hoy General, Benavides Torres. Faltaba mucho para cualquier elección, pero tampoco entonces nos quería Durán. ¿Cómo se hace?.