“Siempre he visto en mi espejo los
mismos valores y principios..”
■ La realidad superó la ficción. Antes de revisar los guiones, revisemos los discursos.
–Aparte de desarmar a sus entrevistados, ¿qué más logra su mirada?
-Desnudarlos.
–¿Un desnudo memorable?
-Cuando desnudé el alma de Diosa Canales.
–¿Nudista? –Trato de mostrar sin mostrarlo todo.
–¿Quién o qué la desarma?
-No es a mí a quien hay que desarmar, sino a los delincuentes.
–¿Quién la protege?
-Dios.
–De tenerlo al frente, ¿qué le diría?
-¡Gracias!.. No pido, agradezco.
–¿Le han jalado las orejas en Globovisión?
-De haberlo hecho, no estuviera allí.
–¿Su referencia profesional?
-Christiane Amanpour.
–¿Es CNN la referencia informativa?
-También la BBC.
–¿Una heroína?
-Mi abuela, sobreviviente del Holocausto.
–¿Un autor?
-Hannah Arendt.
–¿Un líder?
-Nelson Mandela.
–¿Incursionaría en política?
-El periodista busca la verdad; el político busca el poder.
–De estar en el poder, ¿cómo enfrentaría a la delincuencia?
-No se le tiende la mano al delincuente, se le esposa y educa para la reinserción.
–¿Llorona?
-Se me han secado las lágrimas.
–¿Un llanto incontenible?
-La muerte de los hermanos Faddoul.
–¿Su eslogan?
-No es un eslogan, es el deber ser: “No soy equilibrista, soy periodista; no soy neutral, soy justa”.
–¿Desarma como entrevistada?
-Tú lo dirás… No quisiera que alguien como yo me entrevistara. Me escrutaría con sutileza.
–¿Erótica?
-Más bien, sensual.
–¿Es la sensualidad su aliada profesional?
-Con una sonrisa en el momento preciso, por ejemplo.
–¿El secreto para no inmutarse ante el cinismo?
-(Sonrisa) La tolerancia.
–¿La entrevista inolvidable?
-Varias… Nelson Merentes fue un gran reto.
–¿Diplomática?
-Siempre. Dirimir los disensos no necesariamente es buscar consensos; eso es democracia.
–¿Irreverente?
-Contra la censura.
–¿Se ha privado de hacer ciertas preguntas?
-Las preguntas no piden permiso.
–¿Qué pasó con su programa Soluciones? ¿No vislumbró solución alguna a la crisis?
-Decidí pasar del objeto al sujeto.
–¿La solución nacional?
-El perdón.
–¿Perdonan los judíos?
-Perdonan, pero no olvidan.
–¿Perdonó a Chávez cuando maldijo al Estado de Israel?
-Él no pidió perdón, pero el judaísmo me enseñó a perdonar.
–¿Se enamoraría de un cristiano?
-Esa pregunta llega tarde a mi corazón.
–¿Y de un sacerdote?
-No soy pecadora.
–¿Peca la comunidad judía?
-Como todo ser humano.
–¿El pecado del periodismo venezolano?
-La adulancia y el sesgo.
–Y usted, ¿ni un pecadillo?
-Apelo al judaísmo para ahorrarme la confesión.
–¿Un consejo al proceso?
-Aprender a tolerar la crítica.
–¿Otro a la MUD?
-Aprender a ser autocríticos.
–¿El piropo inolvidable?
-“Tener un amorío contigo sería mediocre”.
–De ser publicable, ¿el antipiropo?
-Si lo fue, ya lo deseché.
–¿Una fantasía?
-Hay fantasías impublicables.
–¿Pudorosa?
-El pudor debe acompañar siempre al periodista.
–¿Una infidencia ante el espejo?
-No seas tan racional, Shirley.
—¿Se ha visto en el espejo de sus ex compañeros de Globovisión?
-Siempre he visto en mi espejo los mismos valores y principios.
–¿Qué diferencia a la Globovisión de hoy?
-La apertura del gobierno al canal.
–¿Feminista?
-Nunca he sido extremista.
–¿Son extremistas los judíos?
-Más bien somos conservadores.
–¿De dónde sale el temple de su voz?
-De una mezcla cultural húngara, polaca y rumana.
–¿Cómo oye la voz de Venezuela?
-Hay mucho silencio.
–En el país de todo tipo de colas, ¿cómo las digiere?
-Con la misma tolerancia que a mis entrevistados.
–¿Una alegría?
-Mi hijo.
–¿Una tristeza?
-La fuga de talentos.
–¿Un revolucionario?
-Prefiero los visionarios.
–¿Comprende a sus colegas oficialistas?
-Aprendí a escucharlos.
–¿Cómo le gustaría ser recordada?
-Como una periodista justa.
–¿Bailadora?
-Afortunadamente no tengo los dos pies izquierdos.
–¿Echaría uno con Maduro?
-Ya me puse las alpargatas para bailar joropo.
–¿Y con Capriles?
-Un periodista nunca se quita las alpargatas.
–¿Un complejo?
-Ya me tomé el antídoto de la seguridad.
–De incrementarse la presión a los medios, ¿qué haría?
-Luchar por la libertad.
–¿Y por la conciliación?
-El papel de periodista.
–¿Deben ceder los medios?
-Los espacios no se ceden.
–¿Y el Estado-gobierno?
-El gobierno: cuotas de poder.
–¿Cambiaría los contenidos de la TV?
-No cambio contenidos. Elijo los que quiero ver.
–¿Y los contenidos de Conatel?
-La única línea debe ser la verdad.
–De ser la ministra de Información…
-No publicaría la lista de destinos; contribuiría con un mejor destino para Venezuela.
–¿Es responsable la TV de la violencia?
-La realidad superó la ficción. Venezuela es una novela negra. Antes de revisar los guiones, revisemos los discursos.
–¿Legitimarán la censura?
-Lo que deben censurar es la violencia en la calle.
–A falta de papel higiénico…
-No lo sé, pues son nuestras primeras necesidades.
–¿Qué pasaría en Venezuela si, por falta de papel, desapareciera el periodismo impreso?
-Un medio en silencio es un pueblo sin voz.
*Shirley Varnagy, Judía, Periodista venezolana. Mi única línea es la verdad. shirleyvarnagy.com. @ShirleyVarnagy
Por: Jolguer Rodríguez Costa
jolguerr@gmail.com
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Caracas, domingo 26 de enero, 2014
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