En medio de cientos de boliburgueses
mil millonarios recibimos el 2014
■ Maduro ya inició su plan en este año no electoral: acabar con la oposición e imponer las comunas.
Han transcurrido quince años de aquel fatídico día en el que Chávez comunicaba a los poderes públicos en el Parlamento lo que se constituiría en una política de Estado: “robar por hambre, no es robar”. Poco después su gobierno comenzó a robar (o llamémoslo confiscar o saquear) fincas privadas en plena producción para “repartirlas” entre supuestos campesinos hambrientos. Esta práctica generó otra igualmente delictiva que Chávez pretendió disfrazar de política social: la de invasiones de tierras y edificios bajo la permisividad del Estado, con la excusa de acabar con el latifundio y proveer de vivienda o tierra de labranza a quienes no las tenían. En estos tres lustros el Gobierno pretendidamente “socialista” acabó con la agricultura nacional y ahora, sin divisas (dilapidadas en corrupción, regaladera y populismo electoral), debe importar más del 70% de los alimentos para los cuales no tiene recursos, de ahí la enorme escasez. Con la producción industrial ha ocurrido cosa parecida.
Según los expertos, el Gobierno habría recibido durante estos quince años el exorbitante caudal de un billón seiscientos mil millones de dólares por los altos precios petroleros y aportes fiscales, sobre los que, hasta la fecha, no ha rendido cuentas. Tal monto más que duplica los ingresos totales recibidos durante los anteriores 40 años de democracia. Los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo han actuado como cómplices, cuando no protagonistas, del mayor saqueo del Tesoro Nacional que registre nuestra historia. Con Pdvsa y empresas de Guayana quebradas, desfalcos visibles en varias otras instituciones del Estado y endeudamiento que supera los $300 mil millones, y sin embargo en 15 años no ha habido en la AN ni una sola interpelación crítica de los culpables. Hoy Ramírez no solo sigue siendo el zar de Pdvsa, sino su sepulturero.
Aunque el discurso oficial ha girado sobre el presunto bienestar de los más pobres, las cifras de los organismos internacionales dicen lo contrario: el PNUD de la ONU registra que Venezuela no ha cumplido con las metas sociales del milenio. (Venezuela está entre los países con la comida más costosa). Un reciente informe de la ONG Interfom Oxfam señala que Bolivia, Venezuela y Paraguay, en ese orden, son los 3 países de la región con peor alimentación. Se midieron 125 países del mundo partiendo de 4 factores: acceso a los alimentos, su precio, calidad y salud de los habitantes en función de su dieta. La salud pública está en coma: el Boletín Epidemiológico No. 1 de MinSalud reseña que en la 1ª semana de enero se notificaron 114 muertes de niños menores de un año y la mortalidad de los recién nacidos (de 0 a 27 días) concentró 79,8% de los decesos. Las razones tienen que ver con la pobreza y la ruina de los hospitales.
En medio de cientos de boliburgueses mil millonarios los venezolanos recibimos el 2014 con 80% de inflación en alimentos, anaqueles vacíos de comida, de medicinas y hasta de TV plasma. Maduro quiere ocultar (de ahí su persecución a los medios) que hospitales, escuelas y vialidad están destruidos; que los venezolanos mueren en las carreteras llenas de cráteres, donde los asaltan bandas criminales que el Gobierno sabe dónde están, pero que sólo persigue cuando son protagonistas de crímenes tan lacerantes y reportados internacionalmente como el de Mónica Spear y su esposo. Los asesinos de Mónica tenían varias entradas a la cárcel, disponían de sus propias garitas de vigilancia, están inscritos en el PSUV y han sido liberados, como muchos otros, por jueces rojos, cuando no soltados por la ministra de Prisiones. La saña y ferocidad de los crímenes en aumento (casi 25 mil en 2013) se nutren de una impunidad del 93% fomentada por un Poder Judicial pervertido. ¿Qué cuerpo de seguridad entregó las armas de guerra a los “colectivos” delincuentes del 23 de Enero y por qué son intocables? El Gobierno -señala la Conferencia Episcopal- no puede evadir su culpa ante la violencia”. “El desbordamiento de la criminalidad -acusa María Corina Machado- es usado por el gobierno como mecanismo de control social”. Y tiene razón porque el presupuesto de seguridad para este 2014 quedó reducido en un 89%.
El dirigente sindical Froilán Barrios reconoce que desde los 60 a los 80 (en la Cuarta) un trabajador con su salario era capaz de obtener las populares 3C: casa, comida y carro y hasta vacacionaba con su familia sin ser atracado en las carreteras. Hoy no le alcanza ni para una C.
Maduro ya inició su plan en este año no electoral: acabar con la oposición (neutralizando a una parte y persiguiendo a la otra) e imponer las comunas al grito repetido de “Venezuela y Cuba están eternamente unidas”. ¿Y cuál es el plan de la oposición? Tema de un próximo artículo.
Por: MARTA COLOMINA
Politica | Opinión
mcolomina@gmail.com
@colominaM
EL UNIVERSAL
domingo 19 de enero de 2014
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