Una coral infantil
acompañó la liturgia
■ Los familiares y amigos de la actriz, así como personalidades de la cultura y el espectáculo nacional, acudieron ayer a la capilla VI de la Funeraria Monumental para darle a ella y a su exesposo, Henry Thomas Berry, el último adiós.
■ El asesinato de Miss Venezuela sigue siendo noticia en los medios de comunicación del planeta. En las notas informativas destacan el recrudecimiento de la violencia y el alto índice de criminalidad que indican la vulnerabilidad del ciudadano común, sin distingo de clase ni posición política.
Tan larga como la cola de visitantes que quisieron despedirse en persona de Mónica Spear y su ex esposo, Henry Thomas Berry, se desplegó ayer en la tarde la fila de las coronas de flores que llegaban a razón de diez por hora a la capilla VI de la Funeraria Monumental. Venían de todas partes, con los más bellos mensajes, así como lo hicieron los seguidores de la actriz que no dudaron en trasladarse desde Charallave o El Junquito para darle el último adiós a la responsable de tantas sonrisas y hasta lágrimas como protagonista de sus telenovelas favoritas.
Uno de sus hermanos, Ricardo Spear, convocó al público general a acompañarlos a partir de las 4:00 pm.
La invitación rebasó las expectativas, tanto que la funeraria –con aprobación de la familia– se vio obligada a abrir las puertas de la capilla dos horas antes. Una mujer insistía en rezarle un rosario, mientras otras personas se apuraban por verla a ella y a su pareja en sus respectivos féretros.
“Se ve hermosa, tiene dos flores fucsia en el cabello. Pareciera que estuviera dormida…Muy linda y espiritual, como era ella. Es una lástima la forma en que murió, perdimos mucho todos los venezolanos”, expresó Alejandra Gallardo, de 18 años de edad, que se trasladó a La Guairita con su familia.
También lo hizo Zoraida González, una enfermera que llevó un ramo de flores para dejárselo a quien fue su intérprete favorita desde Mi prima Ciela . “Que tristeza lo que sentimos todos. Uno piensa en ella, en su hija, en cómo estarán sus familiares”. Un sentimiento también compartido por Lisette Rey, técnico superior en Turismo, que asistió al velorio en compañía de sus dos hijos. “Es un dolor que nos enluta a todos. Hoy es la familia Berry Spear, pero mañana podemos ser nosotros”, dijo entre lágrimas.
Mientras caía la tarde, la fila se hacía más larga y llegaba hasta la calle.
Muchos padres llevaron a sus hijos y cuando llegaban frente del ataúd los cargaban para que vieran a la fallecida actriz. Uno de los hermanos de Spear y el padre de Berry estrecharon manos y aceptaron amablemente los abrazos de los espontáneos.
No faltaron los artistas con los que trabajó Spear durante su corta pero intensa carrera. No solo con los que compartió en telenovelas como Mi prima Ciela o Calle Luna, calle Sol , sino también con los que interactuó en los pasillos de los canales.
Richard Linares, que fue su entrenador durante su participación en el Miss Venezuela 2004, se le cortó la voz al hablar sobre ella: “Era mi gran amiga, tenía 10 años conociéndola. Era una niña inocente, muy bonita, de poco hablar. Amaba el país”.
Miembros de la Fundación Asperger de Venezuela con los que empezó a relacionarse a partir del papel de Micaela en La mujer perfecta , así como de Asoveco, también quisieron acompañar a quien fue una de sus grandes embajadoras.
Félix Loreto, María Antonieta Duque, Sonia Villamizar, Belén Marrero y Migbelis Castellanos (Miss Venezuela 2013) dieron su pesar a los familiares de la intérprete y de su exesposo. La cantante Mirla Castellanos y Rosario Prieto pidieron justicia. “En este país no encontramos más salida que mirar al cielo… Señores: ¡Queremos libertad! Mónica era una muchacha que no merecía esto, era útil a la patria. Llévatelo todo, pero no me quites la vida”.
Katty Pulido, que fue manager de Spear durante su etapa de miss, habló del amor profundo de la actriz por el país. “En diciembre tuvimos una cena y yo la intenté convencer de que se fuera, como era el deseo de sus padres, pero ella me dijo que desde la primera vez que se mudó a Caracas, cuando participó en el concurso, sabía que su lugar era estar aquí. Ahora su alma está con Dios”.
Más temprano:
Cuando faltaba menos de una hora para que retiraran los cuerpos de Mónica Spear y su esposo Henry Thomas Berry, las puertas de la capilla VI del Cementerio del Este aún estaban abiertas. El actor Manuel “Coco” Sosa, pareja de la actriz en la exitosa telenovela de RCTV Mi prima Ciela, llegó acompañado por tres escoltas y se sumó al grupo de artistas y amigos que desde temprano estaban en el lugar.
Mientras decenas de personas, curiosos y fans, hacían colas para despedir a la Miss Venezuela 2004, un par de cantantes se acompañan por una pista y una guitarra para interpretar una selección de temas ajustados a la ocasión. Uno de ellos fue “Ya no llores por mí”, del dúo de música cristiana Tercer Cielo. En minutos, los ataúdes fueron llevados a campo santo.
Ya fue celebrada la misa a puerta cerrada para darle descanso a los cuerpos de Mónica Spear y su esposo, Henry Thomas Berry. Un coro cristiano le cantó y sus voces resonaron fuera. También se sintió un aplauso. Una multitud aguardaba y miraba con detalle quiénes entraban y quiénes salían. En el instante en el que las puertas se abrieron, sólo se vieron rostros de dolor. Algunos se quejaban. Hubo gente de todas las edades: “¡Yo quiero verla!” Y fueron tantos los que tenían ese deseo que la funeraria corrió la hora del entierro, que estaba pautado para las 11:00 am, hasta la 1:00 pm.
Un encargado se vio obligado a organizar a la visita: “¡Una sola cola, por favor! Les pido paciencia y respeto. Les voy a permitir entrar. No pueden pasar con cámaras. Los celulares en los bolsillos. ¿De acuerdo?”.
A pesar de la multitud se mantuvo el silencio, pero cuando se veía algún movimiento en la capilla, el murmullo se convertía en bullicio y, por momentos, se rompió el tono solemne de la ocasión y la escena se pareció más a una de esas colas habituales en la Venezuela actual.
A un costado destacaba el mensaje de una pancarta que extendió un grupo de jóvenes de Asodeco, fundación que procura mejorar la vida de personas con discapacidad, de la que la actriz era fiel colaboradora:
“Por siempre serás nuestra Embajadora”, le dijeron. Al otro lado se reunieron amigos, que además son estrellas de la televisión nacional. Carlos Cruz conversó con Ivette Domínguez y Amanda Gutiérrez.
Estuvieron presentes Nacarid Escalona, Sabrina Seara y Mariangel Ruiz. También se les sumaron el humorista Laureano Márquez, el escritor José Simón Escalona y, por un rato, estuvo el cineasta Carlos Azpúrua. Y Norkys Batista secó sus lágrimas con sutileza bajo sus lentes oscuros. Algunos presentes llevaron en su ropa el logo de RCTV, el canal en el que fue trasmitida la telenovela Mi prima Ciela, en la que hizo uno de sus papeles más exitosos.
Por: Andreína Martínez Santiso
anmartinez@el-nacional.com
@andremars
AP/EFE/R24
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Caracas, viernes 10 de enero, 2014
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