La mosca en la oreja
■ Lo menos que puede hacer un mandatario, si ha sido escogido a dedo…
si amenaza con ser dictador, sin darse cuenta de que ya lo es… y sin el menor rubor se proclama socialista, aunque sin hechos ni doctrina…es tener personalidad, identificarse, dar la cara y no contradecirse…
Conozco a periodistas que conocieron a Bigotón, cuando frecuentaba la oficina de prensa de la PTJ (acompañaba a “regando flores por todo el camino real”, entonces escribiente) o cuando declaraba como sindicalista reposero del Metro… en aquellos días no daban medio por él y ahora quieren que se lo despresenten con todo y primera bigotona, por embustero, sectario, arbitrario, manipulador, con menos gracia que un salero boca abajo.
Peor cien veces que Corazón de mi Patria como payaso, caradura, prepotente, inventor de atentados, levantador de calumnias y devoto de santones… y tan poseído de si mismo que bien pudiera ser considerado su engendro… mientras encabeza el deplorable reparto de mediocres de la revolución bolivariana, que ni es revolución ni es boliviana, apenas una asonada fracasada de militares fascistas, reivindicada luego por sus mismos protagonistas convertidos en socialistas gracias al software facilitado por los hermanos Castro.
El mandato de Bigotón se ha caracterizado por un constante desdecirse al menos a partir de su juramentación (no hablemos de elección), cuando apoyó una revisión completa de los votos que no tardó en negar el Tribunal Supremo de Justicia … y ahora le paran el trote la fiscal, corta de vista y de entendederas y el señor de los ojitos, lóbrego lechuzo del chavismo militar, justamente cuando se mostraba dispuesto al diálogo y la amnistía que solicitaba la oposición.
La escusa para no liberar a Simonovis y cinco policías por los hechos del 11 de abril de 2002 es que cometieron delitos de lesa humanidad, lo que no es verdad: esos delitos los cometieron contra ellos los llamados pistoleros de Puerto Llaguno, al servicio de Corazón de mi Patria, presidente gracias a que fue indultado por Rafael Caldera de sus primeros delitos de archilesa, protolesa, recontralesa y lesísima humanidad, durante su frustrado golpe del 4 de febrero de 1992 (después vinieron cientos delitos más cometidos contra la nación en el transcurso de su mandato).
Y la ministra de Defensa, coloquial como siempre, anuncia la puesta en vigor de un nuevo aumento salarial a oficiales subalternos y tropa, y les recuerda que “cualquier candelita que se prenda por allí tenemos que apagarla inmediatamente” (tan cuchi ella).
Por: PEDRO LLORENS
pllorens@el-nacional.
pllorens@el-nacional.com
Política | Opinión
EL NACIONAL
domingo 05 de enero del 2014
Tweets about “PEDRO LLORENS: Que me cuenten una de vaqueros”
Tweets about “PEDRO LLORENS: Comedia con reparto deplorable”