Las promesas de diálogo
con látigo en mano..
■ El aumento del precio de la gasolina, que sin lugar a dudas viene con paso seguro.
Cuando el 2014 comienza a preparar sus pulmones para lanzar sus primeros gritos al mundo, cualquier ciudadano en su reflexión acostumbrada de cierre del año, debe pasar revista a nuestra situación general de país enrumbado al programa de gobierno 2013-2019 en medio de la construcción de un socialismo atropellado, torpe, desordenado, “a juro”, que quieren implementar “a trocha y moche” como si no hubiese otra alternativa; cortando cabezas, imponiendo criterios y pasando por encima de moros y cristianos.
Pero, lo cierto, es que el panorama no se ve despejado en absoluto, a pesar que en las elecciones municipales el gobierno se apoderó casi del 80% de las instituciones locales que propiciarían la instalación de las comunas y de la visión comunista de la administración del país: Con la salvedad que el gobierno tiene un rechazo que ronda el 40% a juzgar por la votación lograda por los demócratas. Entonces, todo indica que seguiremos en un país polarizado, a pesar de las promesas de diálogo con látigo.
El primer asunto que tenemos sobre la mesa es la inflación, cuyos números de cierre de año se mantienen ocultos, pero todo el mundo que sigue los datos, intuye que la misma ronda el 60% anual. Es una cifra peligrosa que avisa el terrible peligro de caer en una hiperinflación con todos sus componentes de escasez de productos en todos los ramos de la economía real: da pánico quedarse sin repuestos para el vehículo, por ejemplo.
El nivel de escasez en el rubro de alimentos es grave: cualquier ama de casa, sabe lo que cuesta conseguir harina, leche y otros productos básicos en la cesta alimentaria, entonces, uno se pregunta ¿Quién puede creer, que este asunto será superado en los próximos días? Pues, nadie. Y en consecuencia, la inflación para el próximo año será de terror y la escasez de productos, ni se diga, porque el gobierno no cambia su dirección económica.
El segundo asunto sobre la mesa es la inseguridad, que sigue reinando sin la menor resistencia, ni ataque efectivo por parte de las políticas en esa materia, que expone el gobierno en ruedas de prensa nebulosas. En diciembre, la morgue de Bello Monte le dio hospedaje, hasta el 25 del mes, a más de 432 cadáveres y los familiares de los occisos, ni siquiera piden justicia como en otros tiempos, tan solo exclamarán: ¡Qué mala leche!-como dicen los españoles-.
Fuera de una larga lista de asuntos delicados que tenemos, hay que mencionar el aumento del precio de la gasolina, que sin lugar a dudas viene con paso seguro, dado el subsidio inmenso que presenta en un momento nada halagador dentro de PDVSA: El problema se presenta a la hora de justificar dicho aumento en contraposición con “las ventas” extrañas que se le hacen a Cuba y a los miembros de Petrocaribe, que parecen chulos de nueva era.
El manejo de la devaluación de la moneda y el control de divisas es otro asunto importante, que nos tiene la vida hecha cuadritos y que sencillamente descubre un panorama nada sosegado en la vida rutinaria que se nos avecina. ¡Paciencia y más paciencia! es lo que recomendaría el mismo Bolívar para enfrentar lo que se nos viene encima. ¡Feliz año, compatriotas!
Por: Luis Alfredo Rapozo
Politica | Opinión
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
jueves 26 de diciembre, 2013
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