Con el debido respeto, y
abusando de tu confianza
■ Te escribo estas líneas hoy, 21 de diciembre de 2013, exactamente 72 horas antes de que llegues a este mundo, para pedirte que por favor tengas mucho cuidado al momento de decidir dónde vas a nacer este año.
En lo que a mí respecta me encantaría que nacieras aquí en Venezuela. Cada mes de diciembre se me hincha el corazón cuando escucho ese aguinaldo venezolano, cantado en la voz de Oscar D´ León, cuya letra dice, palabras más, palabras menos: “Si la Virgen fuera andina y San José de los Llanos, el Niño Jesús sería un niño venezolano”.
Claro está, nacer aquí en los actuales momentos no es tarea fácil. Si tomas esa decisión, es menester advertirte que lo que te espera es cien veces más duro que lo que viste allá en Belén.
Con el debido respeto y cariño que te tengo, y abusando de tu confianza, quiero darte tres consejos antes de que decidas llegar a este mundo: En primer lugar, debes decirle a José que tenga mucho cuidado y no le vayan a robar el pesebre. Aquí en Venezuela hay choros y malandros que se roban hasta la limosna de las iglesias. En segundo lugar, trata de que María no vaya a dar a luz en alguna maternidad pública: en esos lugares se roban a los recién nacidos como ocurrió hace poco en Maracaibo. Y en tercer lugar, aconseja a los Tres Reyes Magos que no vengan en camellos. Preferiblemente que se busquen un camión blindado, porque en este país se roban los lingotes de oro que están dentro de la bóveda del Banco Central, imagínate lo que harán con la mirra, el incienso y el oro que traen ellos.
Este año quiero pedirte cinco regalos, pero no sólo para mí, sino también para todos y cada uno de los venezolanos. Tranquilo, no te voy a pedir nada que no puedas darme. Asumo que tu situación económica también debe ser difícil. La recesión, la falta de empleo, la escasez, el desabastecimiento y la caída del poder adquisitivo no debe ser cosa exclusiva de nosotros los mortales.
Los cinco regalos que te pido son estos:
1.- SABIDURÍA: necesitamos mucha sabiduría para enfrentar los duros momentos que vive Venezuela. Nuestro país atraviesa por una etapa muy difícil, pero un vasto sector del país no parece terminar de entender lo que nos está sucediendo. Nuestra calidad de vida se ha venido a menos. El deterioro de los servicios públicos, del salario mínimo y de nuestra capacidad de producción nos arrastra hacia un despeñadero, pero hay algunos compatriotas que parecieran disfrutar lo que nos está pasando. Por favor, danos el entendimiento que se requiere para saber que estamos mal y que todo parece que vamos a estar peor si no hacemos algo pronto.
2.- PERSEVERANCIA: necesitamos ser perseverantes. A veces provoca tirar la toalla y abandonar el partido. Sobre todo cuando nos damos cuenta de que el árbitro está jugando descaradamente a favor del otro equipo. Es necesario entender, sin embargo, que las batallas se ganan peleando. Abandonar el terreno de juego solo servirá para que el contrario se afiance mucho más en el poder y continúe llevando a cabo su macabro proyecto de destrucción nacional.
3.- PACIENCIA: entender que las cosas no suceden cuando uno quiere que sucedan, sino cuando Dios quiere que sucedan. Durante catorce años hemos estado apostando al corto plazo, ensayando salidas desesperadas, buscando a Dios por los rincones, alimentando proyectos personalistas que no tienen ningún futuro, prometiendo cosas que sabemos que no se pueden cumplir, con lo cual lo único que hemos logrado es sembrar mayor desesperanza y desconfianza en un importante sector de la población. Aprendamos de Mandela: durante 27 años estuvo preso, aguantando las injusticias de un régimen opresor, pero entendiendo que Dios concede el triunfo a la constancia y que la verdad siempre triunfa.
4.- HUMILDAD: entender que llegamos a este punto, entre otras cosas, por falta de humildad. La dirigencia política trató a las clases menos favorecidas con cierto desprecio. Una de las grandes fallas que tuvo la democracia fue el hecho de no haber sabido educar a la población con relación a lo que realmente significa esa palabra. El común de la gente siempre asoció democracia con corrupción y pobreza. Eso hizo que Chávez llegara al poder y ha hecho que a pesar de todos los problemas que padecemos, todavía haya gente que cree en la revolución y vota por ella. Necesitamos mayor humildad para compenetrarnos con los sectores populares y hacerles entender que el camino hacia la felicidad y la prosperidad pasa necesariamente por la educación y el trabajo.
5.- HERMANDAD: entender que podemos pensar distinto, que podemos creer en proyectos diferentes, pero que eso no necesariamente nos hace enemigos. Chavistas y antichavistas somos hermanos ante Dios y necesitamos aprender a convivir con nuestras diferencias y nuestras semejanzas. No somos enemigos. Somos adversarios. Tenemos que aprender a respetarnos unos a otros poniendo el acento en lo que nos une y no en lo que nos divide.
Gracias Niño Jesús ¡y bienvenido a este mundo!
Por: Gustavo Azócar Alcalá
elnegroazocar@gmail.com
@GustavoAzocarA
Politica | Opinión
San Cristóbal, 23 de diciembre de 2013
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