¡No dejen que otros
Voten por ti..!
■ Cuando Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral venezolano, presentó un documento, solo en sus manos, para demostrar que Nicolás Maduro era apto políticamente, les restregó a los votantes en su cara que podía junto a las rectoras que le hacen comparsa trampear las elecciones cuando así se lo requieran sus amos comunistas, una y otra vez.
El legajo presentado adolecía de variado requisito legal administrativo que lo califican de apócrifo, conforme a denuncias presentadas por reputados jurisconsultos de la disconformidad. Por la envergadura del tema, era menester aclarar la más mínima duda de cualquier ciudadano.
Para funcionario alguno es de vital importancia demostrar que en su gestión se cumplieron los extremos de ley sobre la materia de su competencia. Lucena intentó sobre poner su condición de supuesta “impoluta” rectora como garante de la veracidad del escrito observado por la opinión publica a obligada separación. Lejos de lograr su cometido comprobó lo distante que el pueblo siente está la Junta Directiva del ente decano, salvo unitaria excepción.
Los venezolanos están convencidos a estas alturas que Maduro es extranjero, por consiguiente inhabilitado para gobernar. Este gobernante, el CNE, por igual este Tribunal Supremo de Justicia, así como dicho Ministerio Público y la Asamblea Nacional son entelequias al servicio de la injusticia; tales instituciones tienen un tiránico compromiso el cual se debe adversar. A pesar de las hostiles circunstancias, los parroquianos mantienen viva la flama por una pronta salida en paz de la crisis que los agobia.
Desde la época de Jorge Rodríguez al frente del poder electoral hasta nuestros días los directivos han dejado abiertos los procesos sin sentenciar de manera inmediata cifras finales que permitan apelar sus resultas.
Tampoco han cumplido con los compromisos internacionales de amplia auditoría a que se obligaron, como al igual su data de votantes no está depurada fehacientemente conforme a la ley.
Para muchos la oportunidad se presenta una sola vez en materia política, ya que las condiciones nunca son las mismas en cuanto a escenarios sociales se refiere.
El 15 de abril pasado la opinión pública nacional estaba contenta con el triunfo de Henrique Capriles Radonski. Nadie adverso al oficialismo e independientes lo dudaron y así lo dieron a conocer. Al momento de la conductora Lucena dar a conocer los resultados favoreciendo a Maduro Mora, un sentimiento de revancha se apodera de los vecinos, quienes ven presentarse la oportunidad esperada por años y no están dispuestos a perderla.
Sin embargo, la formación cívica y la salida de esta crisis agotando los recursos que en sano derecho el triunfo otorga motivaron a los ciudadanos esperar un desenlace en paz. La decisión del pueblo estaba en riesgo y la pérdida de la institucionalidad por igual; ambas premisas había que conservarlas a costa de la que fuese.
Capriles se compromete a anunciar una decisión sobre el arrebato. Todos se preparan a saltar la calle aun cuando en sus mentes la masacre perpetrada por Hugo Chávez el 13 de abril fuese un fresco recuerdo de ingrata añoranza.
El gobernador mirandino, consciente de la diferencia de fuego existente entre el pueblo y los esbirros cubanos comunistas, como al igual los actuantes mercenarios iraníes, sirios, vietnamitas y guerrilleros colombianos que pululan en la nación sudamericana, rechaza una multitudinaria concentración en la sede electoral nacional y apela a organismos nacionales e internacionales exigiendo justicia con convincentes evidencias. Los limosneros mandatarios presentes en el ALBA, en su mayoría, guardaron silencio ante el incumplimiento del poder electoral sobre el delicado recuento.
De nuevo los venezolanos regresan a las urnas este 8 de diciembre a situar su determinación; el compromiso se renueva. En la medida que asistan a sufragar ratifican soberanamente la anhelada apertura. Si tú cumples, tienes el derecho de exigir a Capriles, los concejales y alcaldes aspirantes una contundente manifestación ante cualquier intento oficial por desconocer la voluntad nacional.
En el mensaje audiovisual elaborado por la MUD de Miami, sus directores insisten no permitir que alguien vote por ti, entre otros llamados. Esa trampa puedes evitarla notificando a la Mesa de la Unidad Democrática en Venezuela, a través de la página web www.quenadievoteporti.org. Los espacios libres son asaltados para su fechoría en el centro electoral principal por los amigos de lo ajeno.
No dudes sobre la medida adoptada por el candidato Capriles ese 15 de abril; el futuro es de los demócratas. Si estás decidido a defender la majestad del voto, conversa y conduce otro a votar.
Verás que son muchos los comprometidos con la tendencia antagonista. Pero si aun así el mandatario insiste en apoderarse de la patria, tal decisión ahora no es solo de Capriles; será de los concejales, alcaldes aspirantes y tuya también. Venezuela es de todos y recuerda que nadie, nadie, vote por ti.
*Manuel Corao, Director de Venenoticias.
Por: Manuel Corao
Politica | Opinión
El Nuevo Herald
miércoles 03 de diciembre, 2013
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