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THAYS PEÑALVER: La irreversibilidad de la estupidez



El fin del lumpen chavista

La “secta lumpiana”

 

Buajajaja, ríe Maduro frotándose las manos cual brujo de película..

Mientras sus “falanges” acometen el socialismo cargando con televisores de 40 pulgadas, para con ello hacer “irreversible” su socialismo. En su cara se denota un rictus de complacencia, apoyado por las miradas de satisfacción de los tiranosaurios rex del “socialismo lumpiano” (de Lumpia) regocijándose al soñar, que una vez que terminen de arrasar con la economía venezolana, lograrán que 7,5 millones de votantes opositores (15 millones de venezolanos) nos abracemos a los 4 millones de ninis y marchemos a Miraflores a entregarnos y vivir todos de la mitad de los barriles de petróleo que exportaban los adecos, para ser una potencia y convertirnos en el primer experimento socialista exitoso de la historia. (¿Captan lo de la lumpia?).

La Primera guerra económica y de precios justos del Gobierno costó la paralización de buena parte del campo, pasando a importarlo todo. Los resultados de la II Guerra causó el desabastecimiento generalizado, la III creó un espantoso mercado negro, la IV que el dólar paralelo costara mucho más y con esta V guerra, sencillamente se llegará a la parálisis total. A eso llaman los lumpianos “irreversibilidad del socialismo”.

Importante aquello de irreversibilidad, cuando el titular del diario del Partido Comunista de Rusia, el famoso Pravda, expone en primera plana que “Uno de cada 100 millonarios vive en Rusia” y el Moscow news titula que otros “1,2 millones de rusos se convertirán en millonarios para el 2020”.

Mientras la “secta lumpiana” grita en televisión que arrasen con los anaqueles y los “socialistas” corren a comprar televisores y artefactos que serán revendidos en el mercado negro que creó la II guerra económica, Ángela Merkel gobierna Europa con mano de hierro, ordenando que se acabe el despilfarro de los socialistas. Importante la irreversibilidad de Maduro, cuando Ángela Dorotea no solo nació y creció en la Alemania comunista, sino que fue del extremismo comunista del “Agitprop” (agitación y propaganda), vocera del gobierno ocupado por los soviéticos y hoy es la irreversible jefa de la derecha europea.

Mientras los lumpianos hablan de irreversibilidad, el diario oficial chino Xinhua explica sobre una tierra en la que solo habían bicicletas socialistas, hoy “Shenmu se ha convertido en un showroom para carros de lujo, donde Lamborghinis y Ferraris son una cosa común” (Xinhua). Mientras en la página web del gobierno de Hunan, la tierra que vio nacer a Mao Zedong, en letras enormes expone: “Bienvenidos a Hunan, la tierra que ofrece las más excitantes oportunidades para emprender su negocio y expandir su riqueza”. Mientras un póster reza: “Venga a comprar Rolls-Royce, Bentley, Maybach, Lamborghini, Ferrari, Aston Martin, Maserati…” a escasos metros de donde nació Mao. “Solo en Pekín –con un tercio de los habitantes de Venezuela– hay 170 mil millonarios y 10.900 supermillonarios” nos explican los diarios oficialistas chinos.

Maduro grita la irreversibilidad, en un país de 30 millones de almas con 28 millones de celulares, en la que cada año 250 mil mujeres se hacen cirugía estética y cuyos socialistas se agolpan en los almacenes de electrodomésticos para sacar provecho de la desgracia ajena. Maduro hará irreversible su socialismo, mientras los túneles de la antigua ciudad de Ho Chi Minh en Vietnam se transforman en el centro comercial más grande de Asia y los bunkers en los que se refugiaba el Vietcong, en hoteles privados de 5 estrellas (Forbes Vietnam). Mientras los brontosauros del socialismo local, se autoconvencen de la irreversibilidad del socialismo venezolano, el primer ministro de Cambodia y exoficial de Khmer Rojo, Hen Sun, le explica a los trabajadores de su pueblo que deben “hacer a sus jefes ricos”, “porque la única manera de ayudar a los pobres es creando riqueza” (Cambodia Daily).

Cuando Rusia decidió revertir el “socialismo”, apenas tenía el 60% de la economía de España. Cuando China decidió revertir el “modelito de Maduro” tenía el 80% del PIB de Brasil. Y fue solo cuando los revirtieron que empezaron a crecer para duplicar la economía española (Rusia) y cuadruplicar la economía de Brasil (China). Los rusos, los chinos y los alemanes mucho más serios, disciplinados y trabajadores que los chavistas, revirtieron los 40 años de estupidez y así se hicieron potencia, mientras el puñado de revolucionarios del tercer mundo, que nunca sembraron una mata o produjeron un tornillo, junto a todos los que vivieron como burócratas parásitos de la democracia, están convencidos que ellos, con 4 dólares diarios por persona, lograrán lo que los alemanes, rusos y chinos no pudieron.

Albert Camus cumple 100 años y no puede estar más vigente hoy. Valga recordar que “toda revolución es homicida” y que solo hay dos cosas irreversibles, el espíritu humano desde que el esclavo hizo el “primer movimiento de rebelión, y la estupidez, porque ésta “insiste siempre”.


Por: THAYS PEÑALVER
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@thayspenalver
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EL UNIVERSAL
jueves 14 de noviembre de 2013