El Calabozo de
la Libertad..
Un Tribunal de la ciudad de Caracas acaba de citar a la directora y a dos subdirectores del Diario 2001 por la publicación de un reportaje sobre la escasez de gasolina en la capital del país. La citación se produjo horas después que Nicolás Maduro acusara al Diario 2001 de publicar información falsa sobre el abastecimiento de combustible en el país.
“Esto es un delito, lo que está haciendo el diario 2001 (…) se lo digo suavecito si quieren: es un delito, y no lo podemos permitir quienes tenemos responsabilidades en el Estado venezolano”, manifestó Maduro.
Horas antes de que Maduro acusara al periódico, la muy diligente Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, siempre solícita y servicial a los pedimentos del Poder Ejecutivo, ya había ordenado la apertura de una investigación contra el periódico. “Cuando leí esta información yo misma recorrí cuatro bombas de gasolina y esto es cierto: no hay ningún problema con la gasolina en el país”, declaró Ortega.
No es la primera vez que el Diario 2001 está en el ojo del huracán. El 01 de marzo de 2010, el director de ese periódico, Israel Márquez, fue asesinado por sicarios. El hecho ocurrió cuando el director del mencionado Diario y su esposa, Miriam de Márquez, fueron interceptados por cuatro personas cuando salían de la casa de uno de sus hijos. Por cierto, en aquella ocasión la Fiscal General de la República no fue tan rápida ni tan diligente al momento de ordenar las investigaciones.
Tampoco recuerdo haber leído alguna declaración de Nicolás Maduro en apoyo y solidaridad con los familiares de Israel Márquez. Tal parece ser que para Maduro y Ortega el asesinato de una persona no es delito. Publicar una noticia de interés para los ciudadanos sí lo es.
Lo ocurrido con el Diario 2001 no es nada nuevo. Esta revolución de pacotilla nunca ha sido muy amiga de la libertad de expresión. Basta recordar lo que hicieron con Radio Caracas Televisión y con las 34 emisoras que fueron despojadas de sus concesiones, entre ellas las del grupo del apreciado amigo Nelson Belfort.
Maduro y sus 40 ladrones han arreciado la estrategia chavista de atacar y silenciar a los medios de comunicación. En apenas seis meses de gobierno, Maduro logró cambiar la composición accionaria y la programación del canal de noticias Globovisión. Televisoras regionales, como Global TV en el Zulia, se han visto obligadas a modificar su programación y a cerrar sus espacios periodísticos por presiones del gobierno regional y nacional.
Cinco periódicos regionales, de casi 40 que existen en todo el país, han cerrado sus puertas por falta de divisas para comprar papel. Los que no han cerrado, han tenido que reducir sus páginas y sus cuerpos para ahorrar papel.
Decenas de emisoras de radio en todo el territorio nacional cerraron sus programas de opinión y ahora sólo transmiten música para evitarse problemas con el gobierno.
Por si todo eso fuera poco, robaron a los empleados del Colegio Nacional de Periodistas en Caracas y aprobaron la creación del CESSPA, una institución cuya única finalidad será la de instaurar la censura previa en todos los medios de comunicación del país para evitar que los ciudadanos de a pie se enteren cada día de lo que está ocurriendo en las calles, es decir, de los problemas con el desabastecimiento de productos de primera necesidad, de los crímenes que a cada hora cometen los antisociales, de la falta de insumos en los hospitales, del pésimo estado de los servicios públicos y del vertiginoso crecimiento del dólar paralelo.
En 14 años, Chávez redujo la libertad de expresión y la libertad de prensa. Pero Maduro está dispuesto a superar a su mentor y padre político.
No sería nada extraño que en el proyecto de Ley Habilitante, que será aprobado tan pronto la Fiscal Ortega cumpla la orden de acusar penalmente a los diputados Caldera y Aranguren, Maduro y sus 40 ladrones intenten meter de contrabando algún decreto ley que restrinja mucho más la poca libertad de expresión que aún tenemos.
El único refugio que le queda a los venezolanos amantes de la libertad de expresión, son las redes sociales, pero eso no será por mucho tiempo.
El informe anual de la organización Freedom House, titulado “La Libertad en Internet 2013”, ubicó a Venezuela dentro del selecto grupo de países que establecen limitantes a la libre expresión del pensamiento a través de las redes.
El informe realizado en 60 países, reveló que apenas 17 naciones respetan la libertad de pensamiento en las redes. Hay 29 países que son “parcialmente libres”, y entre ellos está Venezuela, junto con Brasil, México, India, Rusia y Ecuador. Hay 14 países que no son libres. En ese grupo están los amigos preferidos de Chávez y Maduro: China, Irán y Cuba. La libertad de Expresión, según Maduro, consiste en callar y aplaudir sus constantes desatinos.
Por: GUSTAVO AZÓCAR A.
elnegroazocar@gmail.com
Politica | Opinión
San Cristóbal, 19 de octubre de 2013
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