Doy fe de ello…
Yo antes no creía, vivía en la oscuridad y mi alma deambulaba hambrienta por interminables pasillos vacíos, siempre buscando algo, siempre insatisfecha, incompleta.
¡Mujer de poca fe!- me gritaban mis vecinas cuando me veían en ese lamentable estado de desazón. Yo les preguntaba cómo era posible que ellas vivieran en la abundancia mientras mi familia y yo apenas subsistíamos en tan lamentable estado de privación.
¡Busca la luz, hermana!me gritaban ¿Cuál luz si hace 48 horas que se fue? ¡Ten fe, ten fe y la luz vendrá! Busca la palabra donde debes buscar. No te dejes engañar por el demonio opositor. Busca la verdad compañera camarada, pero búscala donde está.
Un día, cansadas ya de tanta prédica a todo gañote, mis vecinas me invitaron a merendar ¡Y no saben lo que fue aquello! Había arepitas fritas ¡FRI-TAS!, tequeños, chicha hecha en casa; quesillo; empanaditas de pollo; arroz con leche y torticas de arroz; dulce de leche; ponqué, café con leche; hasta sanduchitos con mantequilla; Servilletas de colores.
Fui al baño y había papel tualé del abultadito y suave. Lo más extraordinario es que, aunque yo había salido de mi casa a oscuras, allí había luz, no la luz revolucionaria de la que tanto me hablaban ellas sino luz, luz de suichecito.
¿No les parece extraño?- le pregunté a las otras vecinas convocadas. En mi casa no había luz y la pagué la semana pasada.
Ni en la mía- dijo Dersia Yo igual- remató Marta ¡Perrrro!- dijimos a coro. Después de comer hasta la saciedad comenzó la charla.
Nos repartieron unas bolsas de plástico ¡Increíble! Que contenían ejemplares de VEA, Correo del Orinoco y Ciudad CCS, entre otros. En el kit comunicacional encontramos también un folleto o críptico como también lo llaman en el que enumeraban todos los cientos de medios de comunicación revolucionarios.
Nos hicieron ver que no encontramos productos, ni tenemos luz ni agua, que cuando vamos a los hospitales no hay nada y las escuelas de los carajitos son un horror ¡porque veíamos los medios golpistasesinos! Y ahora me toca a mí esparcir la palabra: con sólo haber sintonizado VTV 10 minutos en la reunión, cuando llegué a mi casa ¡Había luz!
Al día siguiente compré mi VEA y cuando fui al mercado ¡había leche! Le dije al chamo que se conectara a Aporrea ¡Y a sus maestros les aumentaron el sueldo! Es más y para que se desmayen, con sólo ver Telesur un ratico conseguí alfajores Havanna a precio de gallina flaca.
Msssiao bello.
Por: Ana Blank
Politica | Opinión
Diario TalCual