Las piedras que llegan arrastradas
por las aguas del río..
Traen el mensaje revelador que Nicolás Maduro es colombiano: Esto sería un escándalo internacional, sin duda y el cual debe ser enfrentado sin más demora, al igual que se le da la cara a un hecho bochornoso dentro de cualquier relación social, en la familia, etc.
El diputado Walter Márquez casi pierde la voz gritando como un mono recién enjaulado, la ilegitimidad del actual Presidente, quien supuestamente ha violado expresamente el artículo 227 de nuestra Constitución Nacional al no ser venezolano de nacimiento. Y aparentemente no pasa nada, pero en realidad si sucede. Y es que la opinión pública está exigiendo que Maduro presente su partida de nacimiento, la cual acabaría con el estado de sospecha, pero el señor simplemente dice que es venezolano; caraqueño, para más señas, sin presentar su documento; ni siquiera presenta una foto en la plaza Bolívar persiguiendo las palomitas que han estado allí por siglos, como testigos observadores de lo que pasa en la ciudad. Maduro, no tiene ni una foto de bebé desnudo en un foto estudio caraqueño-tan común en aquellos tiempos de principios de los sesenta-, ni una foto sentadito en una silla con sus bucles peinaditos y jugando con un carrito como se acostumbraba en aquellos tiempos de fotos en blanco y negro. Para Colmo sus padres son colombianos, entonces no hay necesidad que busque fotos de nada. Estaría inhabilitado.
Gente como uno, puede entender que el Presidente Chávez no sabía que estaba nombrando a un trasgresor de nuestra Carta Magna. Y es que Maduro ha vivido detrás de una mentira todo este tiempo. Ha sido un hombre con suerte, al llegar a las más altas posiciones políticas en medio de un “cabeceo” permanente y ganándose la confianza del muchacho de Sabaneta, sin estar preparado para ello. Sin embargo, hay que reconocer que la mentira pasa un tiempo en el escenario, pero luego tiene que darle paso a la verdad.
Lo más feo del asunto, tal vez, es que a pesar que se ha cuestionado su nacionalidad, no hay un solo funcionario en la Fiscalía; en el TSJ, en el PSUV, en las FANB, en el CNE, que exija la presentación de la partida de nacimiento, “que jamás de los jamases ha sido presentada”. Nadie invoca la misma Constitución para corroborar su cumplimiento ante semejante duda, que pondría la silla de Miraflores en aprietos ineludibles.
Es una película, en las cual no ha salido el personaje que decida asumir su protagonismo ante la historia. No ha salido un hombre o una mujer dentro del Poder, que tenga la valentía de poner su cara ante los venezolanos y el mundo; para decirle a Maduro, que enseñe su partida de nacimiento como lo hizo una vez el Presidente Obama: Cuando igualmente se cuestionó su nacionalidad.
Yo ante ustedes, apreciados lectores, cuestiono a Maduro como Presidente, hasta que muestre los pelos negros en la mano del burro negro. Y estoy ganado a promover junto a otros venezolanos, la movilización nacional que nos lleve a exigir el cumplimiento de la Constitución, en vista que los Poderes Públicos Nacionales no tienen interés en cuidar nuestra soberanía y aparecer con dignidad en la película. Yo soy un ciudadano común y corriente, pero quiero la verdad y el respeto Constitucional. Entonces, que ruede la película.
Por: Luis Alfredo Rapozo
Politica | Opinión
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