“Pasó lo que se esperaba
que pasara…”
Es decir, que algún día se diera un apagón eléctrico en Caracas, para que en la capital se enteraran de lo que se sufre a diario en cualquier pueblo cuando se va la luz por horas, en medio de las adversidades del clima, de la plaga, de la incomunicación y del retardo para superar los conflictos.
No solo fue en Caracas-como todos sabemos-, el bendito apagón fue en medio país y ello tiene su costo político. Aunque el Presidente Maduro, quien no termina de presentar el misterio de su partida de nacimiento que cuestiona seriamente su legalidad, venga a decir inmediatamente, sin averiguar los detalles del siniestro, que fue un sabotaje. Ya nadie se come ese cuento, compañero. Ni siquiera las abuelitas ultra defensoras del proyecto comunista, que a la vez son madres y abuelas de los favorecidos por el régimen y que viven en otro mundo.
¿Qué significa el apagón?-se puede preguntar cualquier venezolano inteligente que le guste desmenuzar su realidad y explicar el por qué suceden las cosas, en este Macondo tan complicado, que habitamos como si fuéramos personajes cagados por pájaros que vuelan desesperados sobre nuestras cabezas, avisándonos del desmadre perpetuo que nos rodea por la falta de planificación, organización y consecuencia administrativa en nuestras vidas-.
Es muy sencillo explicar el apagón sin buscarle cuatro patas al gato; sin inventar cuentos chinos como si se tratara de engañar a un niño. La razón fundamental es negligencia. Eso es todo. Estamos gobernados por gente inepta a todo nivel que no hallan -los pobres hombres- en darle un parado a la rancherización del país; esta pobre gente comunista viven un calvario, que cada día se complica. Nos tienen el país convertido en inmenso pueblo que pierde cotidianamente nivel de vida.
Usted apreciado amigo que tiene la oportunidad de seguir mi explicación del asunto, puede ver a su alrededor y descubrirá inmediatamente, que somos un caos por donde quiera que se meta la cabeza. Lo que sucede, es que nos hemos acostumbrado a vivir en medio de la fatalidad, sacando provecho a nuestras destrezas para soportar el caos con buen humor.
Observe que los militares andan vendiendo papas en cualquier barrio de Caracas, apoyando al ministerio de alimentación, en vez de estar patrullando y cuidando nuestra zona en reclamación.
Allá esas tierras están a la buena de Dios y los Guyaneses-Surinam-, lo saben y andan disponiendo y haciendo soberanía del territorio que puede significar vida económica el día de mañana para nuestros descendientes. No hay patrulleros cuidando nuestros mares, ni aviones volando sobre las fronteras. Toda esa parafernalia es para desfiles en los próceres.
Los hospitales dan guillo usarlos porque uno se muere más rápido. No hay medicamentos; no hay insumos , el personal está mal pagado y se pasa trabajo para ser atendido; el transporte es malo, eso se puede ver en Caracas donde no hay transporte decente, el metro está colapsado y las camionetitas parecen ranchos ambulantes: Fuera, que las vias están en mal estado como un país en guerra. Entonces, el apagón es falta de mantenimiento, gente incapaz administrando el servicio, carenciade inversión idónea y mucho pillaje haciendo vagabunderías per secula seculorum como si tuvieran una gallina poniendo huevos de oro. Es todo, amigo lector.
Por: Luis Alfredo Rapozo
Politica | Opinión
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@luisrapozo
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