“La ignorancia gobernando
es una tragedia…”
No era una esquina de un barrio de Petare donde un sujeto le grita a otro: “-¡Epa burro con sueño, devuélveme la pala, hijo de tu madre!”. Tampoco era un callejón en Gramoven donde un cristiano borracho le pega un sillazo a otro por la cabeza como si estuvieran en una pelea de cantina en una película mexicana de los años cincuenta. Mucho menos era un grupo de malandros sacando sus puñales a media noche mientras jugaban a los dados y uno le dice a otro una palabrota que cuestiona su masculinidad. No. La cosa era en la Asamblea Nacional: Allí estaba el diputado Pedro Carreño diciéndole “maricón” a otro y el presidente del parlamento se reía muy sorondo gozando un puyero, mientras se sacaba con un palillo de dientes los restos de la comida del almuerzo.
Si hay algo que caracteriza esta asamblea revolucionaria, es la intolerancia, la falta de respeto, la grosería, el bajo nivel en la oratoria, escasez de inteligencia, y otros aspectos que no le dan brillantez a un parlamentario. Pero, ellos no lo ven. Creen que se la están comiendo.
Atrás quedaron los tiempos donde un Andrés Eloy Blanco se lucía estupendamente con un a exposición lírica, esclarecedora, y enseñando cómo se comporta un diputado en el debate de ideas.
Atrás quedó un Luís Beltrán Prieto Figueroa en la directiva del parlamento, que con su sapiencia de maestro hacia fluir el respeto y los buenos modales; no hay un Senador como el general López Contreras a quien todos respetaban, no hay un Rafael Caldera dando una clase de Derecho. Y ni se diga de un Miguel Otero Silva, de un Uslar Pietri, de un Rómulo Gallegos. No. No hay diputados revolucionarios de buen molde.
Hemos caído en manos de una nueva generación de diputados que perdieron el camino. Es un salto atrás. Dan mucha pena y eso hay
que decirlo por la calle del medio. Aunque es tan evidente, que de repente es llover sobre mojado.
Los diputados “maduristas” están entrampados en un callejón que les impide discutir los problemas del país: Y no salen de un esquema chismoso de estar grabando conversaciones privadas tanto telefónicamente como personalmente, utilizando artefactos tecnológicos y cuerpos de seguridad para tal fin. No pueden evitar el gusto del chisme, jaqueando correos electrónicos y difundiéndolos con una jerga escatológica.
Y es, que lo disfrutan, se lo gozan. Parece que la escuela de Mario Silva hizo su trabajito, entonces, ustedes pueden ver a los respetados de otrora como el Prof. Earle Herrera, metido en ese compinchismo indecente, insultando diputadas, denigrando permanentemente al oponente sin parlamentar: Es deprimente.
Entonces, es evidente, que Venezuela se encuentra metida debajo de una nube negra. No solo son 14 años de mal gobierno, que tienen al país postrado en la corrupción; la improductividad, el abandono, el caos eléctrico, la persecución, entre otros lamentables logros revolucionarios, sino que el nivel de su gente es sencillamente chabacano. Esa es la verdad. Así el tiempo pasa y estos diputados homofóbicos, no quieren salir de esa forma de trabajar: que no conduce a nada bueno, han convertido la Asamblea en una cloaca.
Por: Luis Alfredo Rapozo
Politica | Opinión
luisrapozo@yahoo.es
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