“Volveremos al yerbatero,
al brujo y los guarapos“
Ahora resulta, queridos lectores que el gobierno pretende garantizar la salud de los venezolanos a punta de decretos y regulaciones. Entonces, gente como uno se pregunta ¿A dónde nos va a llevar esta manera de conducir la política sanitaria de los venezolanos?
Ya no hay palabras para denunciar la mala situación que presentan los hospitales públicos en cualquier parte donde quede algún centro construido-generalmente-, en la llamada 4ta república, porque son contados con una mano los centros de salud levantados por el estado en la era comunista y seguramente, sobran dedos. Y si hablamos de mantenimiento de los mismos, pues, simplemente hay que hablar de la corrupción que existe en cualquier “trabajito” y hasta la tardanza en la ejecución de obras y de la inexistencia del trabajo propiamente dicho, en muchos casos. No es cuento.
Los artículos 83, 84, y 85 de nuestra Constitución Nacional -invito a leerlos, por favor-, hablan expresamente de la obligación del Estado de garantizar la salud, pero nadie nos va a venir a echar cuentos de que en la actualidad estamos mejor que nunca en esa materia. Al contrario, vivimos en medio de una especie de orfandad a la hora de ser atendidos en cualquier centro de salud. Entonces, también debemos preguntarnos a dónde va a ir la gente del pueblo, que no tiene recursos para pagar una clínica, ni un seguro: Simplemente, morirá de mengua-respondería cualquier sujeto con cuatro dedos de frente.
Veamos: que levante la mano el hospital en cualquier región del país que se encuentre simplemente bien en su infraestructura; que tenga excelentes laboratorios y bien dotados, que el personal se encuentre bien pagado, con excelente sistema de aires acondicionados, buen ambiente general, con equipos modernos y bien cuidados, etc., etc., y les aseguro que no hay uno solo, que
aguante una inspección sencilla y a vuelo de pájaro, empezando por las ambulancias y siguiendo por sus laboratorios. Y también, les digo que cualquier cristiano que ingrese a un hospital por algún percance, entra con el alma en vilo por que no sabe si saldrá vivo, remendado, ruleteado, engañado o parapetado.
Entonces, el gobierno del comandante Maduro ha emprendido una acción contra las clínicas privadas y también contra los laboratorios clínicos para regular su servicio, sin sentarse a conversar e intercambiar planteamientos con ese sector de servicios, que conlleven a una buena opción, que redunde en precios justos y buena atención.
Lo que aparentemente se ve al final del túnel, es que los laboratorios clínicos enfrentarán una situación difícil si no logran disponer de los reactivos necesarios y de sus equipos técnicos que le permitan prestar su servicio con solvencia y las clínicas pueden caer en una espiral de empobrecimiento que la conduzca hacia su aniquilación.
Mientras tanto, me parece que volveremos a la consulta del brujo con su tabaco y sus cartas españolas; que volveremos al yerbatero para tomar guarapos y recibir ensalmes en medio de una urgencia porque el cuerpo no aguanta cinco meses para una consulta en un hospital. Entonces, es preferible que nos regulen la tarifa del brujo con urgencia, porque para allá es para donde vamos a ir.
Por: Luis Alfredo Rapozo
Politica | Opinión
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X q no me a salido trabajo