“Retornar la lucha popular
es labor de patria..”
■ La pasividad viene contribuyendo decisivamente a destruir nuestro futuro.
Venezuela impávida observa cómo el régimen acelera su propuesta totalitaria, mientras la mayoría de los venezolanos nos encontramos desmovilizados. Este hecho es algo nefasto para una nación que luce secuestrada, por la acción de unos hijos que la vendieron al mejor postor. Dejamos la calle y la impunidad impuso su ley. Creímos que era mejor transformar al país con mensajes de texto, declaraciones por la Web o alguna manifestación interactiva, que convocar a millones que protestan desde una computadora. Por supuesto que las redes sociales son fundamentales para hacer llegar el mensaje, sin embargo jamás podrán sustituir la necesaria lucha en la calle que hace posible que toda la inmensa masa descontenta se articule. Los demás es el tórrido romance con los sueños imbéciles de añorar una caída del régimen sin pelear. Desgraciadamente vivimos copiando modelos e ideas foráneas sin conocer el contexto histórico de las mismas. No hace mucho en la oposición todas las reflexiones nos invitaban a imitar al Mahatma Gandhi. Los oradores hacían toda una apología de su gestión al servicio de la paz, pontificaban con gran elocuencia sobre eventos maravillosos que contribuyeron a enfrentar al imperio británico. Pocos se ocuparon de entender que aquí no estábamos en la India de principios del siglo XX, que su profuso mundo cultural y religioso era muy distinto al nuestro. Que sus peculiares protestas aquí causarían la burla de todos. Creo que pocos garantizarían la vida de alguien que se coloque con un guayuco en el piso para enfrentar al Gobierno, si lo hace lo mínimo es que lo dejan sin la escueta indumentaria y montan un espectáculo circense sacándole fotos para el Facebook. Lo que es fundamental es su mensaje de paz y no violencia, pero como una referencia para inspirar no para imitar a rajatabla. Así como ésta son muchas de las desviaciones que hacen que el verdadero objetivo se aleje. Hace falta coraje para emprender una cruzada de lucha democrática en la calle. Creo que desmovilizarnos fue un craso error. El régimen ilegitimo y tambaleante cogió oxigeno cuando dejamos de mostrar nuestra inconformidad en las calles de Venezuela. Nicolás Maduro estaba contra las cuerdas, aterrado ante el despertar de un pueblo, llegaron los inefables analistas con sus recomendaciones y la fuerza se contuvo. Cuando peligra la libertad la concesión es traicionar las esperanzas de millones que creemos en un sistema distinto. Hemos perdido mucho tiempo en cuestiones formales, era importante combinar los reclamos ante las instancias con la lucha social que abarque la patria entera. Creo que María Corina Machado lo tiene claro, que para vergüenza de muchos hombres tiene más coraje que algunos que viven con un discurso empastelado. No estamos llamando a la violencia. Apostamos a la reciedumbre dentro del ámbito de la ley.
Retornar la lucha popular es labor de patria. No dejemos solo en el camino a los estudiantes ni tampoco a los trabajadores que combaten por sus reivindicaciones. Tenemos un gobierno ilegitimo, la lucha sigue hasta vencer.
Por: ALEXANDER CAMBERO
alexandercambero@hotmail.com
twitter @alecambero
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EL UNIVERSAL
miércoles 10 de julio de 2013
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