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MADURO: En el país no hay escasez sino desabastecimiento



Borges: “Premio de la FAO es
gracias al lobby de Lula”

 

Venezuela reconocida por la FAO por sus políticas contra el hambre.

Las filas del ‘chavismo’ se resquebrajan en una caótica y debilitada Venezuela.

El presidente Nicolás Maduro dijo en Roma que en Venezuela “no hay escasez de alimentos, lo que hay es desabastecimiento”, en una breve conversación con la prensa tras recibir un reconocimiento de la FAO.

Maduro atribuyó los problemas de los venezolanos para encontrar algunos productos de la cesta básica como parte de una guerra económica de parte “de los mismos que destruyeron el proyecto bolivariano hace 200 años”.

El mandatario detalló que la solicitud realizada a la FAO es para “establecer sistema invulnerable permanente de todos los productos alimentarios que pueda enfrentar ataque especulativos o ataques económicos como los que está recibiendo Venezuela hoy, que son ataques para destruir la revolución bolivariana”.

Venezuela “reconocida” por la FAO

Lucha contra el hambre:

Nicolás Maduro, recibió el reconocimiento que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) otorga a Venezuela por estar dentro del grupo de los 15 países que han realizado progresos excepcionales por reducir la prevalencia de la subnutrición.

Durante la 38 Conferencia de la organización, que tiene lugar en Italia, el director general de la FAO, Jose Graziando da Silva, destacó el compomiso político por parte de los gobiernos de esas naciones para realizar transformaciones y lograr resultados tangibles.

Las recientes estimaciones de la FAO en materia de alimentación ubican a Venezuela en el grupo de 15 países (entre los que se encuentran Cuba, Nicaragua, Guyana, Perú, San Vicente y las Granadinas) que han realizado progresos excepcionales por reducir la prevalencia de la subnutrición del 13,5%, en el período 1990-1992, a menos de un 5%, durante el lapso 2010-2012, con lo cual se logró la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio referentes al hambre.

Maduro sumido en una espiral de problemas, no puede -ni sabe- resolver.

El diputado Julio Borges:

El coordinador nacional de Primero Justicia, diputado Julio Borges, criticó el reconocimiento que la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura por sus siglas en inglés) otorgó ayer al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Italia, por sus logros en materia de lucha contra el hambre y la desigualdad social.

Borges se preguntó si realmente la FAO revisó la situación venezolana, porque en la práctica la organización mundial lo que estaría premiando es “la desnutrición, la escasez, la inflación y la incapacidad”, incluyendo el hecho “insólito” de que con los miles de millones de dólares que el Gobierno ha manejado de la renta petrolera, todavía existan en Venezuela 2,5 millones de personas en pobreza extrema.

“El premio de la FAO es producto del lobby del expresidente Lula Da Silva y su equipo que tienen a muchos enchufados en la FAO, quienes lograron montar un show que no es otra cosa que un premio comprado con los favores de tantos países que se chulean a Venezuela. Ya no les basta con caerle a mentiras a los venezolanos sino que ahora el show mediático es internacional”, dijo según un boletín de prensa.

“¿Cómo se puede premiar que los precios de los alimentos se hayan multiplicado por 31 en estos años? ¿Cómo es posible que lo que gasta ahora una familia en alimentos en un mes le alcanzaba para más de dos años y medio a comienzos de 1999?”.

Para cumplir con el “Desafío Hambre Cero”, explicó Borges, hay que lograr cinco objetivos: 100% de acceso a una alimentación adecuada todo el año, cero retraso en el crecimiento en la primera infancia, que todos los sistemas alimentarios sean sostenibles, 100% de incremento en la productividad y el ingreso de los pequeños productores y cero desperdicio de alimentos y perdidas poscosecha. “La cruda realidad que sufrimos es totalmente distinta a lo que supuestamente se debió lograr para ser merecedores de un reconocimiento. Lo único que pudiera considerarse es la reducción de la pobreza extrema según cifras oficiales, pero eso ha sido resultado exclusivo del inmenso chorro de dólares”.

Las filas del “chavismo”:

Ismael García, diputado opositor venezolano, hizo pública recientemente una conversación con el objeto de denunciar la intromisión de Cuba en los asuntos internos de Venezuela. Es un diálogo entre Aramis Palacios, teniente coronel del servicio de inteligencia cubano, G2, y Mario Silva, periodista venezolano. Se informa sobre supuestas rencillas políticas y corrupción en el régimen. La “ilegitimidad” de Maduro

Según García, la grabación es en realidad un informe para el presidente cubano Raúl Castro, “quien orienta y dirige la política de este país”. Hubo igualmente revelaciones de corrupción política y económica.

La conversación desvela asimismo una hipotética conspiración militar del titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, contra el presidente Nicolás Maduro.

Es conocida la rivalidad entre Maduro y Cabello. La “unión incondicional” entre ambos fue una de las últimas consignas de Hugo Chávez. De cara al exterior el oficialismo la ha seguido al pie de la letra. Pero abrazos y elogios mutuos ya no engañan a nadie. Su lucha por el poder es una realidad.

Es verosímil que la filtración haya sido obra de Cabello, que de alguna forma se lo habría pasado a alguien de la oposición. Si bien él no sale bien parado, sale ganando al lado de la imagen que da Maduro.

Un gobierno débil suele recurrir a las denuncias de conspiración internacional. El Gobierno de Maduro es un caso paradigmático. Con una estrecha victoria electoral -impugnada por la oposición-, la sociedad dividida, altísimos índices de inseguridad y una grave crisis económica las filas del chavismo se agrietan.

Maduro afirmó que “han tomado al presidente de la Asamblea como objetivo para destruirlo…”. Implicó en ese empeño a Colombia, donde fue recibido su rival en las elecciones, Henrique Capriles.

Maduro llama “Ninfómanos” a los Venezolanos, “Hay una ninfomanía de dólares en muchos sectores, imposible satisfacerlos porque están buscando el dólar por el dólar”.


Problemas económicos:

El crecimiento económico se resintió en el primer trimestre ante una caída de las importaciones y el retroceso en sectores como la construcción que se habían expandido el último año gracias al gasto público. Venezuela devaluó el 31,7% su moneda a mediados de febrero.

Maduro está sumido en una espiral de problemas y adversidades que no puede -ni sabe- resolver. Afirma que muchos sectores venezolanos padecen una “ninfomanía” por el dólar. Asegura que se vive una “guerra económica con la derecha fascista”, en medio de rumores de una devaluación del bolívar negados por el Gobierno.

Busca la manera de entregar divisas para solucionar los problemas de escasez -cuyo índice alcanzó un 20,3%- y desabastecimiento. Al mismo tiempo piensa en medidas para equilibrar la economía afectada por la desaceleración y una alta inflación que en mayo se aceleró al 6,1% impulsada por el alza de los alimentos y un aumento salarial. La incompetencia de Maduro se manifiesta en que no se han detallado acciones ni existe calendario alguno de implementación.

Valor del bolívar:

De momento se ha decidido incorporar un nuevo sistema -complementario- de divisas. Caracas tendrá tres mercados para su moneda: el oficial, el complementario y el paralelo. El objetivo del sistema de cambio complementario sería “suavizar la penalización sobre la compra de divisas en el mercado paralelo, la cual conduce a un desabastecimiento extremo”.

Sin embargo, se multiplica el caos y la confusión administrativa. Nadie va a saber exactamente cuál será el valor del bolívar.

Otro problema añadido es la inexistente independencia judicial en Venezuela. Durante los 14 años de chavismo no se han designado jueces titulares, por lo que el 80% de los designados mantiene una condición de jueces provisionales.

El sistema mantiene en el limbo la situación profesional de muchos magistrados. Esta situación bloquea e impide la producción de sentencias y decisiones judiciales que vayan en contra de la voluntad del Ejecutivo.


Por: Redacción/Agencias
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CARACAS, lunes 17 de junio, 2013