“El finado no dejó nada
escrito en esa materia”
Bueno, voy a hacer un gran esfuerzo por presentar las principales teorías que se argumentan para justificar un golpe de Estado y evaluar su conveniencia o no. Esto lo considero de mucha importancia, dada la realidad que hoy se presenta, desfachatada, vulgar y desnuda, ante nuestros asombrados ojos.
Empecemos, pues.
■ Primero: cuando hay una inflación creciente que puede calcularse hasta en 50% en un año, con una pérdida grosera y violenta del poder adquisitivo de la gente y al mismo tiempo se observa un estancamiento en el crecimiento económico, un fenómeno llamado estanflación, que parecía haber sido erradicado del globo terráqueo, pero que infelizmente retoñó, junto con AH1N1, en Venezuela, y nos tiene a todos agarrados por el cuello, y a muchos padres de familia sujetos firmemente por allá abajo. Y nos arruinará como nación, tarde o temprano. Ummh. No lo creo. Eso no lo justifica.
■ Segundo: cuando hay una corrupción bestial. Una robadera de dólares con el sistema de cambios, digamos, como Recadi. Una compradera de medios de comunicación de todo tipo: televisoras, cadenas de radio, grupos editoriales, periódicos, todo lo que sirva para comunicación masiva, con la intención no sólo de apagar toda posibilidad de opinión de los sectores opositores, sino también con la malsana idea y el frío cálculo de hacerse de todos los mass media para que, cuando caiga el gobierno, tener todas las armas y así acorralar y chantajear a los nuevos inquilinos del Poder Ejecutivo.
Ummh. Tampoco.
■ Tercero: cuando el resto de los poderes públicos se hayan prostituido de tal manera que sus principales figuras y gerentes no sean sino esclavos sumisos, obsecuentes y obedientes del supremo poder, del poder central y no les tiemble el pulso para arrodillarse, no con una rodilla sino con las dos, en la tierra, en el pantano, en el pozo séptico o en las ajenas heces, ante cada petición que se les haga, por muy estrafalaria e inaudita que ella parezca.
Ummh. Menos.
■ Cuarto: cuando nuestra principal industria está palo abajo, cada vez produciendo menos, con las principales refinerías atacadas de accidentes y contagiadas de sectarismo y atraso y los niveles de empleo vayan bajando, la productividad yéndose al infierno y persista una regaladera infame de crudo y dinero, especialmente al dictador del Caribe, el perfectamente chuletisca/comunista Castro quien tan sólo hace algunos años ordenaba asesinar a militares venezolanos, y hoy hay muchos criollos, tales como el hombre de La Hojilla, que cargan su fotico en la cartera y no hacen sino alabarlo, celebrarlo y cantarlo. Ummh.
Zape gato.
■ Quinto: cuando algunos factores del Ejército se hayan podrido, contaminado y pervertido y sólo obedezcan a bolívar, no al héroe de la patria y primer soldado americano, sino al billete crudo y gastado que corre de mano en mano de los poderosos enchufados del Gobierno. Ummh. Jamás.
■ Sexto: cuando los diputados, especialmente miembros de las comisiones de Política Interior, Contraloría, y Finanzas no hagan sino aprobar créditos y leyes que los favorezcan para cobrar comisiones a quienes reciban pagos por los créditos adicionales firmados o reciban altísimas coimas por parar en algunos casos investigaciones parlamentarias o por acelerar en otros casos otras averiguaciones. Ummh. Dios nos salve.
Bueno, señor Semtei. Díganos, por favor, ¿en qué caso entonces se justifica un golpe de Estado. Un alzamiento cívico militar que impida que la patria se siga hundiendo en manos de ineptos, impostores, ladrones electorales y similares? Bueno, amigos todos, creo que nunca, pero les digo que el único que sabía cuándo se justificaba un golpe de Estado era Chávez, que comandó uno, y todos saben que el hombre falleció y se llevó el secreto.
Y, hasta donde se sabe, el finado no dejó nada escrito en esa materia.
Por: EDUARDO SEMTEI
@ssemtei
POLÍTICA | OPINIÓN
EL NACIONAL
LUNES 10 DE JUNIO DE 2013