JOSÉ NELO, MORENITO DE MARACAY, TORERO
–¿Vive Venezuela una fiesta brava?
-Como en las grandes corridas, se está disputando un mano a mano entre dos grandes figuras. Y Venezuela es buena plaza.
–¿Quién es el toro y el torero? (Risas)
-El torero son casi todos los aficionados de ambos lados. El toro es el poder.
–¿Cuál de las grandes figuras lo tomará por los cachos?
-(Carcajadas) El que mejor haga la faena.
–Entre Gobierno y oposición, ¿quién ha cortado más rabos y orejas?
-Aún está en disputa. Creo que en ambos lados están nivelados en afición.
–Y usted, ¿a quién las cortaría?
-(Risas) Haría el paseíllo por el medio hasta ver si hay una puerta al final para seguir de largo.
–Pareciera que ve los toros desde la barrera…
-(Carcajadas) Y desde la quinta fila.
–¿El toreo rutinario del venezolano? La angustia.
–¿Embiste el toro rojo?
-Bárbaramente, con todos los poderes. Como el toro, cuando arrancan se llevan todo por delante.
–¿Cómo torear el hampa?
-Con muchas “muletas”, pero blindadas.
–¿Un toro de Miura de la política?
-Acaba de morir, oficialmente el 5 de marzo.
–¿Y Capriles?
-Es un toro de raza Pedro Domecq.
–¿Y Maduro?
-¿Maduro? (risas) …Otro toro.
–¿De dónde viene?
-De la pobreza extrema.
–¿Tuvo resentimientos?
-¡Nunca! Ni lo que llaman envidia sana. Siempre admiré a los que triunfaban por los caminos rectos.
–¿Conoce gente de origen humilde que se haya enriquecido con la política?
-¡Como arroz! Eso me ha enseñado cómo es la vida.
–Aparte del desplante al toro, ¿ante quién se arrodilla?
-Rodilla en tierra sólo cuando rezo.
–¿Revolucionario?
-Siempre, pero para bien.
–¿Un revolucionario?
-El ex gobernador de Aragua José Casanova Godoy. Lo querían adecos, copeyanos y comunistas.
–¿Tiene amigos en el proceso?
-Así como fui amigo de Caldera y Carlos Andrés.
–¿Pega lo taurino con el socialismo?
-Sólo en la España de Felipe González.
–¿La peor cornada?
-El hambre.
–¿Un mal momento?
-Todos los actuales momentos.
–¿Cuántos pares de banderillas más clavarán a la afición?
-Más bien hay que tratar de no picar ni matar al toro.
–¿Quiénes son los picadores y los picados?
-Hacen falta buenos caballos con buenos picadores para dominar al toro. Todos pueden ser picados, depende del cartel.
–¿Cómo capear el fascismo persecutorio de la Presidencia contra los 800.000 chavistas que votaron por Capriles?
-Con la verdad, que está saliendo.
–¿Y la justicia revolucionaria?
-Es transitoria. Hay que cambiar la mentalidad del torero, que ahora es, con orejas merecidas o no, Maduro.
–¿La plaza inolvidable?
-Madrid y Maracay.
–Retirado de la arena, ¿a quién torea ahora?
-Al más difícil que me ha tocado torear, que anda en dos “patas”: el ser humano.
–Por cierto, hay gente que apuesta al toro…
-Los respeto y los admiro. Tienen sus sentimientos.
–Hasta el pobre caballo del picador la pasa negra…
-Depende, hay caballos toreros.
–¿Se ha puesto en el lugar del toro?
-Muchas veces, sobre todo en los comienzos, cuando embestía mucho.
–¿Llegó a tomarle cariño?
-Mucho, mucho… El toro es un animal muy querido, muy noble.
–¿Le duele sacrificarlo?
-Me da lástima, como toda muerte. El toro no muere por morir; muere defendiendo la raza de los genes, como el indio Guaicaipuro murió defendiendo sus tierras.
–¿Cuántas veces ha salido herido usted?
-Siete.
–¿Desaparecerá la tauromaquia?
-No. Es algo muy puro, muy de los genes.
–¿Una autocrítica?
-Le mejoraría la sangre a la ganadería venezolana.
–¿En qué más se parece los toros a la política?
-(Risas) El torero engaña a un toro para crear arte; la habilidad de un político está en engañar con arte.
–Hay mujeres que deliran por un hombre con porte de toro. ¿Ha visto a la mujer como una vaca?
-(Carcajadas) Bastante. Cuando se le hace faena a una becerra se logra la armonía del amor. Igual pasa con la mujer.
–¿Le han montado cachos al electorado?
-Mucho, mucho, mucho…
-Eso es a cada rato.
–¿Necesita el país una nueva corrida?
-Una no, varias. Hasta que sobresalga el mejor torero.
–¿Con una nueva corrida electoral?
-Urge. Vivimos en una continua elección.
–¿Brama el toro de turno?
-Más que bravo, está complicado.
–¿Será que se enreda con el capote rojo?
-(Carcajadas) La verdad, el toro es daltónico.
–¿Habrá ruedo para la conciliación?
-Seguro. Hasta el toro de verdad tiene que dialogar ahorita. Si las dos partes dicen amar a Venezuela, ¿por qué no?
–¿La estocada final?
-Una estruendosa ovación del público aficionado, unido.
Ganaría el torero, el público y el ganadero.
–¿Qué pasaría en Venezuela si el toro rojo continuase brincando hacia los burladeros constitucionales?
-(Risas) Menos mal que en los burladeros siempre hay toreros. Uno de ellos podría apuntillar al toro, sobre todo si salta la talanquera. Incluso, puede ser llevado al matadero.
*JOSÉ NELO, MORENITO DE MARACAY, TORERO.
Por: JOLGUER RODRÍGUEZ COSTA
jolguerr@gmail.com
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DOMINGO 26 DE MAYO DE 2013
