El “mandadero” de los
Castro en Venezuela
■ Maduro repetirá que hay una conspiración y seguirá persiguiendo a los medios privados y mintiendo.
Sería más elegante calificar los dislates de Maduro de “desvaríos”, pero la frase más repetida en las redes sociales para referirse a los constantes yerros del Ilegítimo es el de “metidas de pata” así que, en recuerdo de su confusión de ciudades con estados, telescopio como estetoscopio, a su “peculiar” manera de conjugar ciertos verbos, su macondiana historia de Chávez reencarnado en pajarito y otros desatinos más recientes (como el de expulsar airadamente de “las Asambleas de Calle” a los chavistas que disienten), dejaremos el título como está.
Maduro era visto como un “yes man”, como todos los demás integrantes de la camada de “locos” Diosdado’s dixit) que no le rechistaban al Comandante Supremo. Hoy vemos que, a pesar de su larga pasantía como canciller, no aprendió nada de diplomacia, a juzgar por las “metidas de pata” durante las 4 semanas de su fraudulento mandato. Sin indicio alguno culpó al presidente Uribe de querer asesinarlo y de la muerte del periodista de Últimas Noticias, Jhonny González, horror protestado por el Gobierno colombiano y por la familia del joven asesinado. El mandadero de Raúl Castro en Venezuela insultó al presidente Obama, al expresidente Pastrana, a los cancilleres de España y de Perú y al premio Nobel Vargas Llosa, por haber expresado dudas sobre el resultado electoral y clamar por una auditoría integral con el fin de solucionar la grave crisis política del país, a la cual se negaron Maduro y el CNE, violando así su acuerdo con Unasur.
En su viaje por el Cono Sur, el mundo vio a un Maduro mendicante de legitimidad y “pidiendo con urgencia alimentos y energía”. Luego de causar la ruina de la agricultura nacional, Nicolás pide a Argentina y Brasil que vengan empresarios del campo a cosechar las tierras que el Gobierno convirtió en peladeros. En 2012 las compras de alimentos en la zona aumentaron 55%. Su prensa publica que Maduro se encontró con muchas facturas por pagar de importaciones anteriores, cuyo monto estaría entre $8 y 10 mil millones. Hoy el mercado esta tan desabastecido, que Venezuela se asemeja a Cuba: colas de 4 y 6 horas a pleno sol (con número marcado en su brazo como reses) para obtener 2 paquetes de harina de maíz precocido y una margarina.
La brutal escasez de alimentos, medicinas y divisas para las importaciones, hace que la camada de “locos” tema fuertes protestas sociales, así que con la excusa de frenar el hampa, ordenan militarizar la capital (los militares solo tienen “éxito” en la represión). El Maduro acorralado por la corrupción e ineptitud rojas, arremete contra Lorenzo Mendoza, presidente de la Polar, culpándolo de mermar la producción de harina de maíz precocido con fines desestabilizadores y le ordena -como si fuera su mandadero- ir a Miraflores a rendirle cuentas. En brillante rueda de prensa Mendoza demostró que su producción de harina de maíz precocida aumentó y alcanza el 48% del mercado; que el gobierno controla la totalidad del maíz que se distribuye a las procesadoras, y que las marcas distintas a Pan han desaparecido de los anaqueles. De las 24 instalaciones productoras de harina de maíz del país, solo 3 son de Polar, 3 del resto del sector privado y dieciocho del muy inepto Estado.
Hoy el sector privado no cuenta con inventario de alimentos o cualquier otro rubro (Cadivi les debe más de $9 mil millones) y un nervioso Merentes promete entregarle divisas que no tiene. Las reservas operativas alcanzarían para 15 días de importaciones restringidas, mientras Pdvsa solicita (SOS) otro préstamo de $6 mil millones a la Chevron y a CNPC porque, de nuevo, está sin flujo de caja. (¡Y con el petróleo a más de $100!) Lo dice claro el economista Santos: “con 21% de escasez y 38% de inflación en 12 meses, la “tronera” no se resuelve con una lija y un poco de mastique”. (EU 17-05-13).
Venezuela es el único país petrolero del mundo que registra altos déficit fiscal, inflación, endeudamiento y escasez, así que ahora con represión y hambre, el pueblo es el que paga la corrupción e ineficacia “revolucionarias”. Venezuela dilapidó en regaladera y compra del 75% de las armas de guerra que Rusia vendió a América Latina, ahora los damnificados y pobres deberán pagar las viviendas donadas por el Estado.
Maduro repetirá que hay una conspiración (la hay del Gobierno contra el pueblo) seguirá persiguiendo a los medios privados y mintiendo, mientras la región latinoamericana sigue alerta por la crisis de legitimidad de la democracia venezolana. Tan alerta, que hasta su “pana”, el presidente de Uruguay, anuncia que “pedirá al Papa Francisco interceder por la paz en Venezuela”. Y tanto Mujica como Maduro saben que esa paz pasa por hacer la auditoría de verdad solicitada por Capriles, o repetir las elecciones presidenciales.
Por: MARTA COLOMINA
Politica | Opinión
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EL UNIVERSAL
domingo 19 de mayo de 2013