Los biopolímeros un problema
“endemico” de salud pública
■ Allanaron consultorio donde joven se inyectó biopolímeros.
■ Personal del Cicpc y MinSalud clausuraron temporalmente el servicio.
■ Una parte de los biopolímeros migraron hasta los pulmones y los endureció.
¡Otra víctima de los biopolímeros! La periodista de 26 años murió tras 11 días en coma. El ácido hialurónico es un producto que es inyectable de relleno que en algunas partes del mundo está reconocido y autorizado, más en Venezuela no está permitido colocarlo porque no tiene los permisos correspondientes. No se puede colocar ningún producto que no tenga permiso del “Ministerio del Poder Popular para la Salud”, explicó la Contraloría Sanitaria.
Efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, junto con miembros del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria del Ministerio de Salud, llegaron a una conocida clínica de Caracas para allanar el consultorio donde Adriana Carolina Hernández, de 26 años, se inyectó biopolímeros en los glúteos el pasado 26 de abril.
La joven murió este miércoles 8 de mayo a las 10 de la mañana tras permanecer hospitalizada, en estado de coma, en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Miguel Pérez Carreño. La sustancia que inyectaron migró a los pulmones, explicó su madre Norys Yajaira García, y le provocó una embolia pulmonar.
De acuerdo a la calcomanía que pegó el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, el consultorio, ubicado en el piso dos de ese centro de salud privado, fue cerrado temporalmente desde este viernes, a las 4:45 de la tarde hasta que entregue una serie de documentos que le exigieron.
El director médico del centro de salud no estaba en su oficina cuando El Universal se acercó a entrevistarlo. Su secretaria informó que estaba en la clínica pero que no lo podía ubicar.
Más investigación:
Funcionarios de la policía científica, adscritos a la subdelegación de Chacao, son los encargados de adelantar la investigación de la muerte de Deyanira Quevedo, de 22 años.
Ella murió el martes 7 de mayo en el hospital Clínico Universitario luego de permanecer siete días en Cuidados Intensivos. Allí llegó inconsciente el 30 de abril en la noche. Nunca despertó de la anestesia que le suministraron ese mismo día en una clínica ubicada en la avenida Tamanaco de El Rosal donde le harían una lipoescultura.
Ese gel no tiene permiso sanitario en Venezuela, está prohibido en EEUU y Europa desde hace 10 años; el Ministerio para la Salud venezolano declaró esta situación como un problema de salud pública y sin embargo, médicos sin escrúpulos continúan aplicándolo sin que haya fuertes consecuencias por parte de las autoridades, destacan las víctimas.
“Los biopolímeros entran a Venezuela por contrabando y lo ofrecen y publicitan como si nada en cualquier periódico y en las calle con luces que llaman a otras víctimas por variados costos.”
No existe ningún componente autorizado por la Sociedad de Cirugía Plástica que autorice inyectar nada en los glúteos, que no sea tu propia grasa.
Por: MARÍA ISOLIETT IGLESIAS
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EL UNIVERSAL
sábado 11 de mayo de 2013