Capriles tiene claro los numeros reales, actas
etc. Y sabe que “legalmente” ganó…
■ Maduro aceptó realizar auditorias al 100% de las cajas.
■ Maduro se adjudica la victoria por un punto en medio de sospechas de fraude.
■ Henrique Capriles: Nosotros no vamos a reconocer los resultados hasta tanto se cuente cada voto de los venezolanos.
■ Más de 400 periodistas internacionales estuvieron acreditados ante el CNE y los comandos de campaña para cubrir las elecciones venezolanas.
El candidato Henrique Capriles, se dirige al país tras conocer el resultado de las elecciones presidenciales celebradas este domingo 14 de abril y en las que obtuvo 49,07% de la votación, con 7.270.403 votos, según el Consejo Nacional Electoral.
“Yo no pacto ni con la mentira ni con la corrupción. Yo no pacto con aquellos que no considero legítimos”, dijo a propósito del discurso del presidente electo, Nicolás Maduro.
Señaló que este 14 de abril “el derrotado es el candidato de Gobierno, usted y su Gobierno”. Expresó que no reconocerá el resultado hasta tanto no se cuenten todos los votos de los venezolanos. “Exigimos al CNE que se abran todas las cajas y se cuenten cada uno de los votos de los venezolanos, uno por uno”, dijo.
El presidente electo Nicolás Maduro aceptó hace minutos la propuesta de realizar una auditoria ciudadana al 100% de las cajas de votacion. Así lo dijo durante su discurso desde el Cuartel de la Montaña una vez conocidos los resultados electorales en los que resultó ganador por 230 mil votos.
“El rector Vicente Díaz acaba de proponer que se abran el 100% de las cajas. Que se haga la auditoria… Vamos a hacerlo.. No tenemos miedo. Que las cajas hablen y digan la verdad, la verdad de esta victoria y cuidado si es superior”, dijo.
Venezuela abre hoy la era del poschavismo y lo hace con la victoria del «delfín» de Hugo Chávez, el mismo al que el caudillo que permaneció durante 14 años en el poder nombró «heredero» antes de su muerte, Nicolás Maduro. Según los primeros resultados facilitados por el Ejecutivo venezolano, Maduro habría ganado a Henrique Capriles por 1,59 puntos. El Gobierno, que había previsto ofrecer los primeros resultados electorales tres horas después del cierre de los colegios, retrasó su entrega durante dos horas más (a las 05.45 hora española), lo que provocó tensión entre los venezolanos e incertidumbre ante el resultado, lo que acrecentó las sospechas de irregularidades.
Las dudas se acrecientan tras conocerse, con el recuento al 99,12%, que Maduro había logrado 7.505.338 votos (50,66%), frente a los 7.270.403 (49,07%) que se adjudicaban al candidato de la Mesa de la Unidad Democrática, Henrique Capriles. La participación fue del 78,71%. Los rectores del Consejo Nacional Electoral calificaron la jornada como «tranquila y pacífica». Hace seis meses, Chávez se impuso a Capriles por casi diez puntos. El candidato de la oposición no reconoce los resultados y pide que se recuenten los votos. «Nosotros no vamos a reconocer un resultado hasta tanto no se cuente cada voto de los venezolanos», indicó Capriles en una declaración pública tras el anuncio de los resultados
El rector del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela Vicente Díaz, ligado a la oposición, solicitó la auditoría del 100% de las papeletas que quedan depositadas en las urnas tras el voto electrónico, por la corta diferencia que ha habido en las elecciones presidenciales.
La victoria por segunda vez del chavismo sobre Capriles reproduce algunas de las peores conductas electorales, el juego sucio y las acusaciones de fraude. Antes de que se hicieran públicos los primeros resultados, el candidato opositor Henrique Capriles denunciaba el intento de alterar los resultados electorales:«Alertamos al país y al mundo (sobre) la intención de intentar cambiar la voluntad expresada por el pueblo», aseveraba
Maduro hizo una rueda de prensa en plena jornada de votación
El chavismo ha jugado abiertamente con ventaja en estas elecciones. Ha puesto todos los medios del Estado al servicio de Maduro y ha explotado el sistema de favores y coacciones para echar mano de su voto cautivo. La pobreza es una de las principales armas utilizadas por el chavismo para eternizarse. Los programas sociales han intentado reducir el número de pobres, pero lo que han conseguido, sobre todo, ha sido crear voto cautivo.
Vicente Díaz:
Una vez concluido el pronunciamiento conjunto de los rectores del ente comicial para dar los resultados de la elección presidencial de este domingo, las rectoras Tibisay Lucena, Sandra Oblitas, Socorro Hernández y Tania D’Amelio se retiraron del set de prensa. El rector Vicente Díaz tomó el podio principal para solicitar la apertura de 100% de las cajas de los comprobantes de votos.
Díaz denunció que se han registrado “irregularidades en algunos centros de votación”, por lo que llamó a que se active la auditoría ciudadana, “sin poner en duda los resultados” que la noche de este domingo publicó el CNE.
El rector hizo un llamado a los miembros de ambos comandos de campaña a que se sumen a su solicitud ante el Poder Electoral.
Chavismo entre ranchos:
De noche los cerros que rodean a Caracas lucen con sus bombillos chinos como un gigantesco pesebre natural. Pero, a la luz del día, la miseria de los «ranchitos» o chabolas y su vertiginoso crecimiento plantea dudas sobre la reducción de la pobreza de la que alardea el chavismo. El Instituto Nacional de Estadísticas asegura que en los 14 años de gobierno de Chávez la pobreza bajó de un 50% a un 25,4%. «Todavía hay 7,3 millones de pobres» de una población de 29 millones. Sin embargo, los cinturones de miseria y marginalidad se han multiplicado en ese mismo período. Basta echar un vistazo a los cerros caraqueños para constatar cómo se han expandido.
En ese universo de pobreza, el régimen chavista ha creado una masa de 10 millones de venezolanos –un tercio de la población– que depende de las asignaciones presupuestarias del gobierno. Es una pesada carga social que deja el legado chavista a su sucesor. La gigantesca nómina pública que se ha convertido en una red clientelar incluye a unos 2,5 millones de pensionistas y jubilados, a 2,5 millones de empleados públicos y 5 millones de personas que reciben ayudas económicas, viviendas y toda clase de beneficios como créditos, comida, vehículos, neveras, cocinas, viviendas, ordenadores y artefactos electrónicos.
La crisis económica:
Otra dura carga del legado es la burocracia. Cuando Chávez llegó al poder en 1999, había en la administración pública unos 500.000 empleados. Catorce años después la cifra de ministerios se duplicó y la nómina pública se ha quintuplicó. La nacionalizada Petróleos de Venezuela ha reducido su producción por ineficacia y falta de inversiones, pero ha aumentado su nómina en más de 130.000 empleados, la mayoría activistas del Partido Socialista Unido de Venezuela que se ocupan de «remolcar» y «arrear» con vehículos de la corporación a beneficiarios de las «misiones». Y que en elecciones como las de ayer juegan un papel esencial a la hora también de «arrear» a los «rezagados», a potenciales votantes chavistas en las circunscripciones electorales más disputadas. Además, hay que incluir la carga burocrática de las empresas e industrias pesadas del Estado. La mayoría tiene pérdidas, pero sus empleados se ven en la obligación de manifestar fidelidad al chavismo.
El nuevo presidente deberá emprender una cruzada de reconciliación, diálogo y apertura. A Maduro le será difícil imponer el «estado comunal» y radicalizar el chavismo dado el peligro de estallido social. Por más que se aferre al poder, para sobrevivir, el chavismo también tendrá que negociar si desea preservar la paz social.
Por: Redacción
ABC / CARACAS
Politica | Opinión
Elecciones Sufragio2013
CARACAS, lunes 15 de abril, 2013