“El cuento avícola que le
dio la vuelta al mundo..”
■ Entonces, esa mañana del martes 3 de Abril, día en que se daba inicio a la campaña electoral más breve realizada en Venezuela…
E
l candidato del oficialismo -Nicolás Maduro-, recibió la visita extraña de un pajarito que por poco no le dijo unas palabras-lástima que no estaba en cadena nacional, para que todos fuésemos testigos del hecho trascendental-, pero el candidato recibió el mensaje como si fuera el personaje de una serie de televisión de asuntos extra sensoriales, plagados de marcianos, espíritus que van y vienen de dimensión en dimensión; informando sus penas, y también de muertos transfigurados en animales, que vienen a saludar y dar un mensaje.
Como todos los seguidores del acontecer nacional saben, ese día Maduro dijo como si fuera un viejito mañoso cuenta cuentos, que le encanta distraer a la gente en una plaza histórica y es subsidiado por el Ministerio de la Cultura, que “… a las 8:00 am al orar en una pequeña capilla, de repente entró un pajarito chiquitico y me dio tres vueltas aquí arriba”.
Además, Maduro dijo “…que el ave se paró en una viga de madera, le silbó y él le respondió también con un silbido y se fue”. Lo más importante- a mi entender-, es que Maduro recibió un claro mensaje que le hizo llegar a los cientos de cristianos que le mitraban con los ojos más pelados que vieja viendo telenovela y lo dijo con estas palabras: “Yo sentí el espíritu de él (Chávez). Lo sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos: ‘hoy arranca la batalla. Vayan a la victoria. Tienen nuestra bendiciones’. Así lo sentí yo desde mi alma”.
Aunque su cuento avícola le dio la vuelta al mundo y puede quedar registrado en la historia como un hecho curioso, y que muchos opinadotes de oficio lo han tomado de guasa, al imaginarse al difunto Chávez transfigurado en pajarito chiquito, para decir que vayan a votar por Maduro, debo decir, que yo le creo.
Hace algún tiempo, yo estaba detrás de una fortuna perdida-que según me contaba mi querida abuela Pía Rapozo, el mismísimo “Guardajumo” había enterrado entre Anzoátegui y Guárico. Entonces, yo me la pasaba prendiéndole velas y rezándole al famoso ladrón para que cantara y me diera el dato, hasta que un día se me apareció un perro sarnoso -muy feo por cierto, pero con unos ojos con una mirada tan bella, que me estremeció el alma-. El animalito cayó rendido de sed y me esmeré en atenderlo, dándole agua y comida.
Inmediatamente, el perrito me habló pausadamente, diciéndome que “no perdiera más tiempo buscando esos reales, porque hace mucho tiempo otro cristiano se me había adelantado y él-Guardajumo, transfigurado en perro callejero-, le había dicho donde estaban las morocotas a cambio de misas y oraciones”.
Por eso, es que yo creo en el cuento de Maduro, porque viví esa experiencia única. Naturalmente, el perro que me habló se perdió una tarde como el humo, tal como se apareció, sin dejar rastro ni nada; al igual que Chávez transformado en pajarito, que se fue volando, planeando por los aires de Sabaneta, pero pendiente de la campaña electoral y de su hijo…
Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
* Este es un sitio participativo. Para escribir aquí sólo tienes que registrarte en: reportero24@live.com
LEA MÁS: LUIS ALFREDO RAPOZO: No a las primarias, necesitamos un líder…”.
Tweet
Tweets by luisrapozo
* Este es un sitio participativo. Para escribir aquí sólo tienes que registrarte en: reportero24@live.com
* Reportero24 no se solidariza o avala las opiniones de los colaboradores.
* Nota: El presente articulo se reproduce sin perjuicio de los Derechos de autor, quien por cortesía permite su reproducción en este site.
* Las noticias publicadas en este sitio podrán ser difundidas siempre que se mencione la fuente.
LUIS ALFREDO RAPOZO: No a las primarias, necesitamos un líder…