“El gabinete rojo parece
una merienda de turcos..”

Uno como cristiano quisiera que dejaran descansar a Chávez tranquilamente y que la vida continuara buscando su “normalidad”, que salieran nuevos liderazgos y tomaran la sartén por el mango.

Uno quisiera que se enfrentaran a la historia, como ha sucedido en otras sociedades en el curso de la vida, enfrentando con inteligencia, audacia, nuevas propuestas, correcciones, etc., el asunto político, económico y social.

Pero, resulta, que Maduro, carece del temple para asumir el liderazgo que le puso el finado en sus manos y ahora el gabinete rojo parece una merienda de turcos, o un mercado Persa; con un desorden en las opiniones, más caciques que indios y una peligrosa situación donde no se vislumbra una cabeza que mande, pensando con claridad de objetivos. Todos se cuidan las espaldas con un temor, que sale de sus cuatro paredes, evitando la selección natural necesaria, para que un líder brille y se encargue de esa tolda. Lo peor del caso, es que persisten en un comunismo trasnochado que está deteriorando nuestra vida y no lo quieren reconocer, amen de no conciliar el país.

Todo lo contrario, se empeñan consecuentemente, en mantener a un cadáver como si estuviese vivo, con una desagradable necrofilia atmosférica, sin darle fuerza a sus propias potencialidades creativas. Entonces, ahora son “hijos de Chávez”, que usan vulgarmente al finado presidente, en una campaña electoral rastrera, nada imaginativa, que se siente pesada, fastidiosa, sin proposiciones de cambio y con la utilización vulgar del aparato del Estado para darle piso a la candidatura de Maduro.

De esta manera, se pone sobre la mesa la discusión de ¿Qué va a hacer del chavismo sin Chávez? Necesariamente, es un problema que debe ser resuelto tarde o temprano, salga-Maduro-, victorioso o derrotado en la campaña electoral.

Naturalmente, en un sector de las bases del chavismo se observan las propuestas del ungido candidato; sus planteamientos, su estrategia que comienza a mostrar costuras de falta de preparación para asumir la responsabilidad de conducir un país… y existe un sector rojo que no tiene disposición de seguir a un candidato gris que no presenta una propuesta de mando que busque soluciones.

Increíblemente, el candidato rojo habla que Chávez ayudó desde el más allá al nuevo Papa, en su elección. Dice que el finado fue inoculado por un cáncer de última generación, como si hubiese sido víctima de una guerra bacteriológica, entre otras opiniones que dejan mucho que desear. Da la impresión que Maduro viviera dentro de una novela mediocre de los años veinte, dirigiéndose a un país ignorante.

Mientras tanto, cada día nos vemos a merced del hampa; nos reconocemos dentro de una crisis económica, soportamos el acoso a la libertad de expresión y de pensamiento, y para colmo, el Ministro de la Defensa declara que nos van “a dar en la madre”; pasando por encima del articulado constitucional que le norma su comportamiento, cabalgando encima de una ideología excluyente, sobre una economía sin aire…cabalgando sobre un muerto.

Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo

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