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SEBASTIANA BARRAEZ: La última batalla de un “guerrero”



Chávez el terco y obstinado no irá a la tierra, al menos durante una década. Foto Analisis24.com
Chávez el terco y obstinado no irá a la tierra, al menos durante una década. Foto Analisis24.com

Este país no va a cambiar
con la muerte de Chávez

 

La única verdad –a riesgo de quedarme sin lectores, por lo polarizado que está el país- es que aquí todos se burlaron de todos.

CHÁVEZ. Ya ningún odio alcanza a Hugo Chávez Frías. Tampoco el amor. Ni siquiera la intriga. Debió llegar al cielo –según sus seguidores- o al infierno –dicen sus detractores- queriéndoles disputar el trono de otro mundo. Lo que nadie puede evitar es que ahora sea un mito. Murió joven, en el fragor de la lucha política, en la cúspide de su liderazgo, en medio de la farsa de quienes sostenían, hasta último momento, que Chávez dirigía reuniones de horas, incluso con las fotos absurdas que mostró el esposo de una de sus hijas. Quienes hemos visto apagar a un ser querido enfermo de cáncer, sabemos que la etapa terminal es lenta, dolorosa y previsible.

CUBA. Tenía razón la anciana que mostró su duda ante el silencio de un gobierno que, con el mayor irrespeto, no le decía al país la verdad. Por eso nunca hubo un reporte médico oficial, ni siquiera el de su muerte. Desde Cuba nos cubrió el manto de la mentira y el silencio. ¿Qué podemos pensar de cuando Nicolás Maduro declaró que Chávez estaba haciendo ejercicio? ¿O cuando rodeado de los ministros Ernesto Villegas y Rafael Ramírez, y del general Miguel Rodríguez Torres, aseguró lo de la reunión de trabajo de 5 horas? ¿O las risas de Chávez que otro alto funcionario juró? En un enfermo de cáncer terminal si acaso hay una mueca que quiere ser sonrisa, el único ejercicio se limita a masticar los pocos alimentos que puede digerir y es imposible que el Demerol, la Morfina o cualquiera de los sedantes o analgésicos para controlar el dolor les permita permanecer 5 horas despierto y activo.

18 MESES. Cuando escribía, junto con Fausto Masó, el libro El cáncer del Presidente, me llamó la atención lo que a finales de julio del 2011 afirmara el ex embajador de EEUU ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y ex subsecretario de Estado adjunto para América Latina, Roger Noriega: “Los doctores que están tratando al líder venezolano le informaron hace varias semanas que sólo tiene una probabilidad de 50 % de vivir por otros 18 meses, según fuentes cercanas a su equipo médico en Cuba”. La declaración tuvo poca relevancia porque Noriega no le es muy simpático a la generalidad de los venezolanos. Se cumplió lo que dijo al pie de la letra.

REALIDAD. En medios internacionales se afirmó que Chávez estaba grave, mientras el equipo de gobierno venezolano lo desmentía. ¡Qué broma! La realidad termina imponiéndose ante nuestros deseos, es necia como la luz del sol, razón por la que algunos amamos los amaneceres. ¿Era necesario mantener al país en la incertidumbre y una mentira tras otra? No se engañaba a los opositores, sino también a los chavistas que hubiesen querido orar junto a su líder mientras su vida se iba apagando.

ODIOS. Este país no va a cambiar con la muerte de Chávez, al menos en lo que a los odios se refiere. En medios del gobierno se dicen mil cosas sobre opositores e incluso no tardarán en decir que con sus malos deseos lo mataron. Y en medios opositores se habla de reconciliación, como si el líder del chavismo se llevara consigo las diferencias y los 14 años de ideologización. Las pasiones de uno u otro lado son terribles. Opositores que quieren que una vez los restos de Chávez reposen bajo tierra, muera el legado entre quienes lo aman. Y se van a encontrar que el Chávez terco y obstinado no irá a la tierra, al menos durante una década. Y del otro lado, los chavistas, que quieren convertirlo en el mesías y en otro Bolívar. Y pretenden saltarse la talanquera de cualquier formalidad legal y hasta los 25 años que requiere enterrar a alguien en el Panteón Nacional.

PODERES. Los líderes del chavismo y antichavismo lucen fuera de foco, confundidos. Apenas un puñado de hombres en el poder sabía que Chávez estaba muriendo. Ninguno de los representantes de los otros poderes supo en realidad qué pasaba con el presidente constitucional y ninguno se atrevió a reclamar que le dijeran la verdad, corriendo el riesgo que lo llamaran apátrida, antichavista, escuálido o por lo menos que quedara bajo sospecha. Todos cuidamos los intereses propios. Si no fuera así se habrían activado los 90 días de la ausencia que prevé la Constitución y el Tribunal Supremo no hubiese hecho una interpretación tan débil de cuando Chávez no se presentó a juramentarse ante la Asamblea Nacional ni ante nadie. Si el TSJ hubiese interpretado con menos pasión, igual Chávez habría muerto siendo presidente de Venezuela y ahora no tendrían que correr la arruga de la inconstitucionalidad. De esa manera Diosdado Cabello asumiría la presidencia y Nicolás Maduro iría a la campaña. Pero ahora Maduro será un presidente, que usando los recursos del Estado, estará en campaña. En los líderes de oposición sólo se medía el costo político. Todos, de un bando o de otro, tienen el mismo fin: los votos de las mayorías, cuyo mayor porcentaje son sectores de clase baja o muy alta.

PERIODISTAS. Observamos con asombro cómo algunos periodistas que todos los días descargaban sus baterías contra Chávez e incluso insinuaban que lo del cáncer era cuento, aparecieron frente a las cámaras con prendas negras, con rostros dramáticos y un fingido respeto. Los periodistas chavistas también hicieron gala de lo suyo. Los que diariamente acusaban a la oposición de mentir sobre la salud de Chávez, de asegurar sin pestañeo alguno que el líder chavista gozaba de buena salud, salieron ante las cámaras sin ningún asombro para vender como normal su muerte. La única verdad –a riesgo de quedarme sin lectores, por lo polarizado que está el país- es que aquí todos se burlaron de todos.

ADIÓS. Chávez se fue con el mismo ruido con el que llegó al poder. Y hasta los más escépticos tienen que reconocer que es impactante la caída de un guerrero y de un líder amado y odiado, casi con la misma intensidad, por su pueblo. En las páginas 18 y 18 de esta edición les dibujo al Chávez que conocí.

ESLOVACO. Es Villiam Misenka de nacionalidad eslovaca. Fue detenido el 2 de enero en Nueva Esparta. Tres días después fue puesto a la orden del SAIME, ya que desde el año 2010 es solicitado bajo Código rojo por su país. Estaría solicitado por delitos tales como: homicidio y tráfico de armas. Debió realizarse el proceso de extradición. No fue así. Estuvo 30 días en la sede del B.A.E. sin ser presentado ante ninguna autoridad. Su pareja Nancy González contrató a un escritorio jurídico para la defensa del eslovaco, quien presentó Habeas Corpus a su favor. El Saime fue informado de tal acción. Se les dijo a los abogados que se abrió un procedimiento de expulsión del eslovaco, lo que nunca ocurrió. El eslovaco fue llevado, el 06 de febrero de 2013, a las 10: 20 de la mañana, hasta el aeropuerto de Maiquetía y deportado a Eslovaquia, sin ningún tipo de procedimiento, sin haber sido asistido nunca por la embajada de España a quien se le solicito asistencia conforme a las normas de la Unión Europea. Si bien es cierto que el hombre se encuentra solicitado, hay derechos humanos universales que se deben respetar, presunción de inocencia, derecho a la defensa, derecho a la vida entre otros.

HERNÁNDEZ. Es Miguel, el poeta español que murió en 1942 a los 31 años de edad. Escribió el largo poema Los cobardes: “Hombres veo que de hombres/ sólo tienen, sólo gastan/ el parecer y el cigarro,/ el pantalón y la barba./…/ No sentís el llamamiento/ de las vidas derramadas./ Para salvar vuestra piel/ las madrigueras no os bastan,/ no os bastan los agujeros,/ ni los retretes, ni nada./ ../ Solos se quedan los hombres/ al calor de las batallas,/ y vosotros, lejos de ellas,/ queréis ocultar la infamia,/ pero el color de cobardes/ no se os irá de la cara”.

ÚLTIMA HORA

*  Llamaron de un agroconsorcio. “No es cierto lo de la legitimación de capitales y dumping comercial”. Prometió ampliar la aclaratoria.

* El ministro de la Defensa debe tratar con más formalidad el tema electoral. Resultó desatinado su comentario sobre Maduro en campaña.


Por: SEBASTIANA BARRÁEZ
POLÍTICA | OPINIÓN
OFICIALISMO | PSUV
CIUDAD | CARACAS
DOMINGO 10 DE MARZO DE 2013





1 COMMENT

  1. malditos, muerance espero que alla un golpe de estado para ir a buscarlos y fucilarlos, para que respeten la patria de venezuela, y al comandante chavez.

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