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Abc.es: Venezuela publica las primeras fotos de Chávez



Chávez toma el avión en Caracas rumbo a Cuba el 10 de diciembre y el 11 es operado durante más de seis horas en La Habana.
Chávez toma el avión en Caracas rumbo a Cuba el 10 de diciembre y el 11 es operado durante más de seis horas en La Habana.

Una polémica ausencia en Cuba

 

Venezuela, un país en coma inducido.

El Gobierno reconoce en un comunicado que el presidente respira por una cánula.

La enfermedad de Chávez paraliza desde hace más de un mes la gestión del Gobierno.

Nicolás Maduro: “El Presidente Chávez es consciente de que su estado de salud es complejo”.

En una de las imágenes aparece en compañía de sus dos hijas y leyendo el ‘Granma’ de este jueves.

Un Chávez rozagante, de sonrisa forzada, en compañía de dos de sus hijas y, en un par de gráficas, leyendo el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba: así luce el presidente de Venezuela en las primeras imágenes que el Gobierno difunde del mandatario desde que fue operado el 11 de diciembre en La Habana.

El testimonio visual, primero que brinda real fe de vida del comandante bolivariano tras 69 días de convalecencia, fue presentado en cadena nacional por el Ministro de Ciencia y Tecnología y yerno de Chávez, Jorge Arreaza, quien llegó el jueves en la noche de Cuba. De acuerdo a Arreaza, las fotos fueron tomadas la noche del Día de San Valentín, aunque admitió que no estaba presente sino que “me fueron enviadas”.

Antes, el ministro de Información y Comunicación, Ernesto Villegas, leyó un breve comunicado en el que reconocía que a Chávez le fue practicada una traqueotomía y que todavía respira por una cánula, circunstancia “que le dificulta el habla”. El ministro Arreaza contó, en entrevista con la cadena regional TeleSur —financiada por el Gobierno venezolano—, que el presidente se hacía entender y a veces escribía: “Sólo hay que ponerle atención y él comunica sus decisiones”.

Villegas da parte
médico de Chávez.
No obstante, en las tres fotografías dadas a conocer este viernes no se puede apreciar el tubo. Chávez aparece acostado, vestido con una chaqueta deportiva de la Aviación Militar, flanqueado por sus hijas, María Gabriela y Rosa Virginia, esta última esposa del ministro Arreaza. En dos de las tomas parece sostener un ejemplar de la edición de Granma del 14 de febrero. Al contrario de lo que cabría esperar de un paciente recluido por una larga temporada de dos meses en un hospital y en tratamiento para el cáncer, se le ve repuesto.

En el mismo comunicado, se informa sin embargo de que el presidente sigue sometido a un tratamiento del cáncer “no exento de dificultades”.

Chávez, de 58 años, fue diagnosticado de cáncer en la región pélvica en junio de 2011, cuando —también en la capital cubana— se le detectó y extrajo un tumor “del tamaño de una pelota de béisbol”, según palabras del propio mandatario. El pasado 8 de diciembre anunció la nueva recidiva del cáncer en una alocución al país. Al reconocer que se sometería en Cuba a una operación quirúrgica de la que podría no regresar para ejercer el poder, Chávez expresó su deseo de que el vicepresidente Nicolás Maduro fuese postulado como candidato del chavismo en una eventual convocatoria a elecciones para reemplazarlo.

Desde entonces, su testamento político se ha cumplido a medias. Si bien Maduro hace las veces de líder del Poder Ejecutivo, es gracias a un controvertido fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que dio permiso para prolongar la vigencia de la administración en funciones mientras el presidente, reelecto en los comicios del 7 de octubre de 2012, se restablecía. Chávez debía jurar un nuevo período presidencial el pasado 10 de enero.

De la convalecencia del comandante bolivariano se sabía hasta hoy muy poco, un secreto amparado por los siete velos del exclusivo Centro de Investigaciones Médicas y Quirúrgicas de La Habana, un hospital diseñado para atender a la añosa jerarquía cubana. Todavía se desconoce la naturaleza y el origen del tumor, del que oncólogos consultados sospechan se trata de un rabdomiosarcoma o un tumor de músculo estriado. Sólo hay certeza de que, entre Navidad y Fin de Año, pasó un momento de gravedad, vinculado a una infección pulmonar, que hizo temer por su vida.

La foto muestra un Chávez rozagante, de sonrisa forzada. El Gobierno reconoce en un comunicado que el presidente respira por una cánula.

En las últimas horas habían escalado las presiones para conocer el estado de salud de Chávez. Una veintena de estudiantes universitarios permanecen encadenados desde el jueves frente a la Embajada de Cuba en Caracas para exigir “el cese de la injerencia cubana y una fe de vida del presidente”. Se registraron leves disturbios frente a la sede diplomática y las autoridades detuvieron a siete de los manifestantes, a quienes después liberaron. En las redes sociales, los informantes oficiosos daban cuenta el mismo jueves de un agravamiento súbito de la condición respiratoria del paciente. La intempestiva suspensión de la visita que el canciller, Elías Jaua, debía hacer a Perú, para viajar a La Habana, alimentó la verosimilitud de esas versiones.

En fechas recientes circulan rumores en Venezuela sobre un próximo retorno de Chávez al país. El presidente, comprometido por su grave enfermedad, asumiría el cargo para el que fue reelecto y renunciaría de inmediato, de modo de poder concentrarse en su recuperación o agonía, según fuera el desenlace. El escenario obligaría a convocar a nuevas elecciones presidenciales. Según un reportaje del Financial Times de Londres, publicado la semana pasada, durante ese periodo Chávez serviría de mentor en la sombra para el liderazgo oficialista, de la misma manera que lo hace Fidel Castro desde su retiro del Gobierno cubano.

Como suele suceder en la tensa atmósfera de la polarización política venezolana, la difusión de las fotografías ha generado reacciones encontradas. En las redes sociales, el Gobierno promovió enseguida el hashtag #ChávezViveySonríe. Mientras, sectores de la oposición expresaron su escepticismo ante lo que calificaron como “un montaje”.

Las cuatro fotografías lo muestran acostado y sonriendo, y en tres de ellas, leyendo la edición de este jueves del Diario Granma.

Polémica ausencia:

Las imágenes del presidente Hugo Chávez difundidas ayer por el Gobierno de Caracas son las primeras que ven los venezolanos desde hace más de dos meses, cuando subió a un avión hacia La Habana para ser operado de un cáncer del que se desconoce su naturaleza o alcance.

8 de diciembre de 2012. Chávez, de 58 años, que había viajado a Cuba para hacerse unos exámenes médicos el 27 de noviembre, vuelve por sorpresa a Caracas y aparece en televisión junto al vicepresidente, Nicolás Maduro. Anuncia en tono solemne que debe volver inmediatamente a Cuba para operarse, al haber sido halladas células malignas del cáncer hallado en junio de 2011. Chávez pide al país por televisión que apoye a Maduro si pasa lo peor.

11 de diciembre. El presidente es operado durante más de seis horas en La Habana. Desde entonces, el Gobierno venezolano apenas informa sobre la operación o el pronóstico, aparte de decir que la situación es “compleja”.

10 de enero. Tras un intenso debate jurídico, el Tribunal Supremo de Venezuela decide que no es necesario que el presidente, que había ganado las elecciones el 7 de octubre, tome posesión de su cargo el 10 de enero, como en principio pide la Constitución. Ese día se celebra una ceremonia popular con los líderes del chavismo, sin Chávez.

15 de enero. Después de uno de sus frecuentes viajes a Cuba, Maduro anuncia que Chávez ha nombrado a Elías Jaua nuevo ministro de Exteriores. Es el primer acto como presidente desde diciembre. La oposición pone en duda la autenticidad de la firma en el documento oficial.

28 de enero. Maduro lee una carta de Chávez en la cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) en Chile.

Febrero. Distintas voces del Gobierno dicen que el presidente ha superado una infección respiratoria, que “está al mando” o que se está sometiendo a tratamientos “complejos y duros”. Ayer publicó una foto de Chávez sosteniendo el periódico oficial del régimen cubano, Granma, del 14 de febrero.

Una seguidora de Chávez ante la Asamblea Nacional el sábado pasado. La enfermedad de Chávez paraliza desde hace más de un mes la gestión del Gobierno.

Venezuela, en coma inducido:

El año escolar se reanuda este lunes en Venezuela. Con miles de estudiantes en la calle, será el primer indicio de normalización de las actividades después del receso navideño. Pero esta vez también servirá para distinguir cuánto del sopor que por estos días reina en las calles de Caracas se debe a las festividades y cuánto se ha de achacar al desconcierto que desde fines de año impone la incertidumbre sobre la salud del presidente Hugo Chávez y su capacidad para tomar posesión de un tercer mandato el jueves.

Con Chávez enfermo en una condición de cuya gravedad poco se conoce, las autoridades subrogadas, como el vicepresidente y designado sucesor por Chávez, Nicolás Maduro, se han concentrado en la gestión política de la crisis. Buena parte del Gobierno además viaja de manera continua en un virtual puente aéreo entre Caracas y La Habana, donde el presidente convalece y, al parecer, se celebran las conversaciones para arbitrar la posible transición.

Mientras tanto, la conducción de los asuntos ordinarios del país se mantiene paralizada.

Símbolo de la situación es el nuevo mausoleo para los restos del libertador Simón Bolívar, una inmensa estructura de mármol y hormigón que sobresale en medio de una de las escasas zonas de aire colonial que quedan al norte de Caracas. Es tan enorme como la controversia que ha generado, primero, por su arquitectura y, luego, por los señalamientos hechos contra el exministro de la Vivienda y jefe de la Oficina Presidencial de Planes y Proyectos Especiales, Francisco Sesto. Encargado por el propio Chávez de la obra, no solo participó en el diseño del monumento, sino que dio la construcción a empresas de exsocios suyos.

Su inauguración oficial sufrió retrasos. Pero el pasado 17 de diciembre llegó una fecha propicia: las obras estaban concluidas y ese día, 182º aniversario del fallecimiento de Bolívar, sucedía a las elecciones regionales, en las que el chavismo obtuvo un triunfo rotundo. Sin embargo, la enfermedad del caudillo bolivariano postergó los planes. Ahora el edificio con vocación de elefante blanco yace solitario, sin su glorioso inquilino ni con su promotor que lo reclame.

Desde diciembre abundan en medios informativos y redes sociales las denuncias sobre la paralización de obras de la Gran Misión Vivienda Venezuela, el programa de construcción social que, según cifras oficiales, completó 200.000 viviendas durante 2012 y que rindió réditos electorales al Gobierno.

La escasez de productos de primera necesidad también se está haciendo sentir. Después de numerosas expropiaciones, el Gobierno controla el 50% del mercado minorista de alimentos y un porcentaje similar de la distribución, además de cinco millones de hectáreas de cultivo. Sin embargo, productos de primera necesidad como la harina de trigo, el aceite de maíz o la crema dental no se encuentran en supermercados. La mitad de las empresas manufactureras privadas han desaparecido desde 2002. El Gobierno hace importaciones masivas de alimentos, pero la capacidad de los puertos es insuficiente para recibir tales volúmenes.

Hasta su cuarta operación en Cuba, durante las convalecencias Chávez resolvía los necesarios asuntos administrativos de Estado mediante resoluciones giradas desde la capital cubana, un método impugnado por algunos juristas puesto que la Constitución establece que Caracas es la sede de gobierno. La última decisión de ese tipo la expidió el 4 de diciembre, cuando nombró desde La Habana siete embajadores. Pero el agravamiento del día 11 acabó con esa posibilidad.

Otras decisiones relevantes parecen requerir de un capital político y una autonomía que nadie más que Chávez tiene. Es el caso de la devaluación de la moneda, el bolívar, que los expertos vaticinan inevitable por unanimidad desde finales de noviembre. Un déficit fiscal de casi 20% sería su principal causa.

La devaluación, en un país que importa buena parte de lo que consume, se transferiría a la inflación, ya alta, con una tasa del 19% anual en 2012. Pero el riesgo de explosión social y daño político es importante. Se trata de una factura que no parecen dispuestos a asumir por sí solos ni el todopoderoso ministro de Planificación y mentor de Chávez, Jorge Giordani, ni el presidente del cooptado Banco Central, Nelson Merentes, exministro bolivariano. Tal vez ni siquiera un Maduro en la presidencia pueda correr un riesgo semejante, en el marco de una inestabilidad política e institucional, y aunque las exigencias de fondos de la estructura de asistencia social montada por Chávez sean gigantescas.

No es de extrañar que en un régimen personalista los asuntos funcionen así. Pero el agravamiento de la salud de Chávez le pilló inadvertidamente en medio de sus esfuerzos por construir, sabedor de su enfermedad, una estructura política y de gestión capaz de trascenderle y lograr lo que él mismo denominó “la irreversibilidad de la revolución”.


Por: Ewald Scharfenberg
corresponsal en caracas
Politica | Opinión
SALUD PRESIDENCIAL
Salud pública | Sucesos
CARACAS, viernes 15 de febrero, 2013