Artillería de Oficio
Quieren entusiasmar a la militancia del PSUV y mantener el ánimo en el chavismo con el cuento de que el Presidente que ha permanecido más de 45 días sin pronunciar una sola palabra, aunque sea vía telefónica reaparecerá “sonriente” y en plena “etapa de iluminación especial” (Maduro dixit) el próximo lunes 4 de febrero, para conmemorar la fracasada asonada militar de 1992, fecha en la que Hugo Chávez entró de un solo golpe y porrazo en la historia. Ha sido tanta la manipulación sobre la salud del Presidente, que lo único que queda es esperar el desenlace de este funesto episodio fraguado en La Habana.
Mientras tanto, el candidato ungido por el enfermo se ha tomado en serio su campaña electoral y apela al “vicemagnicidio” para despertar solidaridades internas, sobretodo en la Fuerza Armada, donde no convence por su entrega a la dictadura castrista. La Fuerza Armada, colocada inconstitucionalmente en el centro de la disputa electoral, no apoyará sino a un candidato que provenga de la institución armada, que pudiera ser el teniente coronel Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional.
El clima de incertidumbre y confusión por la ausencia del comandante en jefe ha favorecido el surgimiento de distintas facciones que conviven en el estamento militar. Diosdado no termina de cohesionarlas a su favor y mantiene algunas resistencias. Al definirse la fecha de las elecciones, una vez que se concrete la falta absoluta del Presidente, el militarismo chavista, frente a unas circunstancias políticas difíciles de controlar, podría apoyar a otro candidato que provenga de sus entrañas: el teniente coronel y actual gobernador del estado Zulia, Francisco Arias Cárdenas.
Habla el comandante No debe extrañar que uno de los líderes del 4-F surja como uno de los candidatos del oficialismo. Arias Cárdenas tiene apoyos importantes en la Fuerza Armada y su proyecto político siempre ha sido presidencial. El alzamiento militar del 4-F, celebrado como efemérides patria, fue ejecutado según el Plan de Operaciones Ezequiel Zamora preparado por Arias Cárdenas. Triunfó en el Zulia y detuvo al entonces gobernador, Oswaldo Álvarez Paz, que se encontraba junto con su familia en la gobernación del estado.
Arias fue encarcelado junto con sus compañeros de asonada y salió en libertad gracias al sobreseimiento del presidente Caldera, que lo designó presidente del Programa de Alimentación Materno Infantil (PAMI); en 1995 ganó la Gobernación del Zulia a pesar de los cuestionamientos de Hugo Chávez, registrados en el libro Habla el comandante (1996) del profesor Agustín Blanco Muñoz. Chávez condenó al fracaso a Arias Cárdenas y confesó sus reproches: “Desde la cárcel misma, cuando comenzó a hablar de que la violencia es el arma de los que no tienen razón, que nosotros éramos los únicos rebeldes con causa, yo creo que eso es bajar banderas. Bueno, creo que comenzó la separación. Y me temo que nuestra separación sea insalvable.
Cada día veo a Arias más hacia el otro lado… seguramente Arias, y quienes lo rodean, deben estar pensando en cuidar el capital logrado y ver cómo avanzar hacia la Presidencia de la República”.
Los desencuentros posteriores quedaron para la historia, la ruptura de Arias en el año 2000 cuando participó en las elecciones y embaucó a media oposición, gracias a una gallina con la cual atacó ferozmente a Chávez, tiene mucho de tragedia y de tomadura de pelo; su posterior mea culpa y reconciliación con el chavismo lo llevó de nuevo a la gobernación más importante de Venezuela. ¿Convertirá en realidad su sueño presidencial? Con mi voto que no cuente.
Por: MARIANELLA SALAZAR
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