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MARIANELLA SALAZAR: La conspiración del silencio




Artillería de Oficio


El presidente Hugo Chávez está en Cuba concentrado en su grave enfermedad y recibiendo tratamiento médico, para reaparecer el viernes en la reunión de la cúpula del Mercosur que se realizará en Brasilia. Al menos eso es lo que informó la embajada venezolana en Brasil. Esa debería ser la información oficial, pero hasta ahora, el vicepresidentecanciller no lo confirma. El Gobierno es experto en mantener suspensos.

Es lógico que el Presidente desee estar en esa reunión de la cúpula del Mercosur, se trata del ingreso formal de Venezuela a ese bloque económico, después de la gran cantidad de obstáculos que el país tuvo para ingresar al pacto, especialmente del Senado de Paraguay, hasta que se produjo la destitución del presidente Fernando Lugo, que fue el momento oportuno para excluir al Gobierno de La Asunción del Mercosur y gracias a eso pudimos entrar.

En la larga operación para el ingreso de Venezuela en el bloque, que se llevó en los cachos a Fernando Lugo, están metidas las manos de los cubanos a través de su Departamento América, siempre con financiamiento venezolano (leer “Operación del Sur” en ésta Artillería del 11-6-12).

Chávez ha tenido que esperar seis años para ver su empeño cristalizado, había prometido que estaría la semana pasada en la cumbre de presidentes de Unasur en Lima, pero su delicado estado de salud se lo impidió.Como está atento de su gravedad, Chávez no ha podido viajar a Lima, aunque es posible que con el tratamiento shock que recibe en Cuba reaparezca fugazmente en Brasilia, pero ya no será el mismo.

Si las elecciones presidenciales se hubieran realizado en los primeros días de este mes, como es tradición en el país, está clarísimo que no hubiera podido encararlas, por eso el CNE adelantó la fecha al 7 de octubre, aunque no dieron explicaciones era más que evidente que el pronóstico sobre su salud los obligó al cambio.

Aunque no se puede predecir la muerte de nadie en una fecha fija, hay muchas variables que pueden acortar o alargar el pronóstico y estimaron que para estos días de diciembre el estado del paciente se agravaría mucho. Es más que obvio que Chávez no puede gobernar ni resolver problemas de carácter urgente en Venezuela; contra su voluntad, ha tenido que abandonar a sus candidatos a las elecciones regionales del 16D, que contaban con los efectos electorales del insólito portaviones de la “Misión Lástima” y, lo que se daba por seguro, de que casi todas las gobernaciones se tiñeran de rojo, está por verse.

La oposición tiene una gran oportunidad, sobre todo en los estados donde las bases del PSUV se resisten a esos candidatos oficialistas escogidos a dedo por el “invisible”. En Venezuela todos se preguntan ­aunque la mayoría no quiera escucharlo- “¿Cuánto tiempo de vida le queda?”, ya que el pronóstico de tiempo es muy importante para tomar previsiones hacia el futuro inmediato del país, pero se ha tejido una conspiración de silencio, que ha construido un muro de incomunicación con los ciudadanos y una parálisis de la economía absolutamente insostenible. Por eso Ledezma pide al Presidente que se separe formalmente del cargo y que el vicepresidente tome las riendas del poder, no solo de oficio sino de hecho.

El tema se la sucesión se dirime en La Habana. Los venezolanos estamos preocupados por los demonios que puedan desatarse después de su partida, que no quieran realizar elecciones como lo establece la Constitución y quieran alzarse y quedarse con el coroto.

En eso andan algunos dirigentes de las distintas facciones del PSUV y lo mismo sucede en la Fuerza Armada, donde no se manifiesta un liderazgo militar que esté apegado a toda ética y puedan darle un palo a la lámpara.


Por: MARIANELLA SALAZAR
msalazar@cantv.net
Política | Opinión
EL NACIONAL