¡Chávez puede perder por
forfait y nocaut..!
■ Si la gente vota, probablemente los resultados serán mejor de lo esperado por la oposición.
A menos de dos semanas para las elecciones de gobernadores se pueden destacar algunos elementos que hacen pensar positivamente sobre los resultados. Lejos de los malos pronósticos, en las últimas semanas se ha venido emparejando una contienda que parecía barrida de todas todas por el chavismo.
Varias cosas influían en el fracaso anunciado. La reciente derrota de la oposición en las presidenciales del 7 de octubre, los extraños movimientos de algunos de los partidos de más peso y tradición dentro de la MUD, el desánimo general de los votantes de oposición, la caída de expectativas y esperanzas en las filas disidentes, la fuerte campaña señalando fraudes por culpa y responsabilidad de la MUD, la campaña triunfalista del chavismo con mucho énfasis en sus fortalezas, la repetición de los esquemas de abuso y ventajismo ejecutados por Chávez ahora prestado a los candidatos chavistas, la división en algunos estados que con seguridad puede perjudicar a los factores democráticos en sus aspiraciones. Todo malo, es verdad. Pero, como diría Izarra, ahora en el congelador, es lo que hay.
Pero desde mediados de noviembre para acá se notan otros aires. Más limpios y más claros para quienes aspiran mantener a raya, si es que eso es posible todavía, a los hermanos Castro en su invasión. La mayoría de la gente está superando el trauma de la derrota. De hecho, en una de las zonas de mayor abstención, se prevé pleno respaldo a Capriles en Miranda. La campaña sobre fraude quedó ahí, con su daño medido, pero para muchos venezolanos no votar es peor. Entre entregarse a la amargura y dejarle el camino libre a los Castro, pues, sin duda, mejor es votar. Chávez, apenas ganó las elecciones, descabezó a sus candidatos originales y mandó a unos próceres desde Caracas que no han obtenido el respaldo que se esperaba por parte de los chavistas locales. Chávez, y eso está por verse, calculó mal su fuerza al imponer a gente como Tarek El Aissami en Aragua, cuando el hombre si acaso sabe dónde queda La Cabrera. La campaña ha sido poderosa y cara, como suele ser todo lo del chavismo en materia de propaganda. Para eso sí tienen real. Pero tiene un grave problema, es una copia de la campaña anterior ganada por Chávez. Con corazón de la patria y todo. La misma musiquita y los mismos cantantes. Pero Chávez se fue del país, está en tratamiento otra vez, está fuera de acción. Está donde le gusta estar: en Cuba.
Las promesas son las mismas de Chávez pero anunciadas esta vez por los apóstoles prestados. Que sí habrá luz, que sí habrá trabajo, que asfaltarán las vías, que controlarán la delincuencia. Lo mismo, pero local y sin posibilidades de ejecutarlo.
Chávez puede perder por forfait.
Por: ELIDES J. ROJAS L.
Politica | Opinión
EL UNIVERSAL
miércoles 5 de diciembre de 2012