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ALICIA FREILICH: La pranvolución



Una foto confirma que “Rosita” conocía a “pran” de Tocorón.

“En el país prancomunal previo
al fascio-comunista…”

 

Según diccionarios actualizados en la red electrónica, “pran” es en los penales de Puerto Rico el grupo de sometidos a un todopoderoso líder interno que negocia sin escrúpulos, protege o castiga a los compañeros reclusos usando como índice el grado de lealtad a su persona.

El término, asumido aquí como sigla de “preso rematado asesino nato” en jerga prisionera, y en la común, de “populismo revolucionario antiguo nefasto”, define la esencia del régimen militarista dictatorial en vías de implosión por las victorias electorales mercantilizadas con fondos públicos.

La incompetente y abusiva fuerza bruta termina por devorar a sus propios ejecutores. Urge entonces recuperar, previa consulta a la comunidad educativa nacional, un sistema pedagógico, basado en conceptos diametralmente opuestos a los de esta larga involución pránica.

Todo gobierno totalitario destruye el sistema anterior para imponer un molde general a imagen y semejanza de su esquema político, nación-cárcel dirigida por un máximo jefe y sus “luceros” (poderes subalternos, equipo ministerial, funcionarios estadales, municipales y regionales), burocracia autoritaria insensible hasta la crueldad, con armas bélicas o en disfraz de paisano para el espionaje y la denuncia. Su meta es una sociedad igualada en pobreza, miedo y obediencia, calcada de las de Stalin, Hitler, Mao y Castro que fusionaron la delincuencia común con la estatal, lo que permite al Ejecutivo violador legislar y juzgar a capricho. Es el país prancomunal previo al fascio-comunista.

Actualizar la República Pedagógica de la Escuela Experimental Venezuela, Caracas, 1939, adaptada a la era cibernética, mantiene el concepto de educar para la vida pacífica, libre, justa y solidaria, respetuosa del otro, semejante o distinto.

Desde el preescolar hasta la universidad forma para el autogobierno de ciudadanos rebeldes ante cualquier dogma que les impida razonar, disentir y crear.

Aprenden que el Poder Popular no es una manada de borregos, sino la suma del voto individual voluntario y correctamente contado. Saben reaccionar ante el anzuelo de una constituyente ilegal, acto tramposo para inducir la desobediencia legal que cada dictadura estimula como pretexto defensivo para luego legitimarse.

La pranvolución es venenosa mata silvestre, cuartelaria y de jaulas. Su antídoto es la gran fuerza del aula abierta que siembra deberes y derechos inviolables, nunca negociables.

Lo dice Bono, músico-activista: El poder de la gente es más poderoso que el de la gente en el poder.


Por: ALICIA FREILICH
alifrei@hotmail.com
POLÍTICA | OPINIÓN
EL NACIONAL
MIÉRCOLES 28 DE NOVIEMBRE DE 2012