Cuba: Educación en crisis
■ La fuga de cerebros hacia el exterior, un fenómeno realmente negativo.
■ La educación primaria, base del conocimiento, es generalmente impartida por profesores llamados “emergentes”.
LA HABANA.- (AP) Desde hace años, gran parte de la población muestra preocupación por el proceso involutivo de la educación, provocada en gran parte por la crisis generalizada que afronta la sociedad. Recientemente se han publicado planteamientos efectuados en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular que denotan la seria magnitud de los problemas que afronta el sector.
Se ha conocido que persisten la falta de maestros y grandes deficiencias pedagógicas de los jóvenes preparados en cursos emergentes para asumir la profesión. La presidenta de la Asociación de Pedagogos de Cuba, Nidia González, explicó que “a los jóvenes maestros les falta capacitación y experiencia, y en algunos casos carecen de la adecuada comunicación con sus estudiantes para garantizar la disciplina correcta”. También se informó que más del 50% de los profesores de la enseñanza secundaria básica están en proceso de formación y en la ciudad de La Habana sólo el 19% es titulado. Este panorama se complica cuando se conocen las formas de enseñanza utilizadas desde hace años, consistentes en que estos jóvenes inexpertos deben impartir varias asignaturas, sin especialización por materia, lo cual ha redundado en la caída vertiginosa de la calidad de la enseñanza. En la capital, la plantilla está integrada por miles de maestros emergentes procedentes de otras provincias, muchos sin vocación profesional, pero estimulados por llegar a una urbe, donde, a pesar de las dificultades existentes, las condiciones de vida son superiores a las del interior del país, y muy especialmente a las de las provincias orientales.
Ahora Raúl Castro aprobó el Decreto-Ley 260 sobre el tratamiento laboral y salarial a maestros y profesores jubilados, con el cual “procura” mejorar las condiciones económicas de estas personas para estimularlas a regresar a las aulas. En la medida en que se logre ese objetivo, pudiera mejorar en alguna medida la calidad de la docencia en el próximo curso escolar. Pero la completa solución a la crisis educacional sólo podrá hallarse a través de una reestructuración integral de la sociedad cubana en un marco de libertad y respeto a los derechos humanos.
En los próximos meses se verá si los profesores y maestros retirados estarán suficientemente estimulados para retornar a las aulas a cobrar la pensión y el salario correspondiente, cuando es conocido que muchos están impartiendo clases y repasos en sus hogares con ingresos superiores a los que obtendrían mediante la solución procurada por el gobierno, y sin las insoportables presiones políticas y administrativas sufridas habitualmente por el personal docente en funciones. Paralelamente, habría que conferirle una condición especial a los maestros y profesores jubilados que deseen incorporarse a la enseñanza oficial, que los excluya del concepto de integralidad, o sea de la obligación de impartir diversidad de asignaturas para lo cual no están preparados, aunque sí lo son en sus especialidades tradicionales. Aunque la mejor opción sería que totalmente se eliminara, o por lo menos fuera limitado, el fracasado concepto del Profesor General Integral que tanto daño ha causado.
Una opción que podría ayudar a la educación cubana considerablemente sería la estimulación para que muchas personas preparadas como profesores y que hoy trabajan en actividades burocráticas, a veces innecesarias, regresaran a la docencia. Raúl Castro en su toma de posesión como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros anunció una radical transformación del aparato administrativo para hacerlo más eficiente. Podrí a ser una gran oportunidad para captar maestros y profesores, quienes se sentirí an más realizados mediante el ejercicio de una actividad tan estimulante como impartir conocimientos.
Efectos del huracán Sandy:
Los alumnos retornaron a clases el lunes en Santiago de Cuba, dos semanas después que el huracán Sandy golpeara la segunda ciudad del país y en donde los servicios de electricidad, agua, gas y teléfono todavía no se restablecen a plenitud.
Cerca de 900 escuelas resultaron dañadas en Santiago de Cuba y no todas fueron rehabilitadas por lo que muchos alumnos reanudaron las clases en “viviendas que solidariamente se han brindado, en salas de vídeo, bibliotecas, salas de cultura, cines y otros locales”, informó en la jornada el diario oficial Granma.
Berta Serguera lleva 12 días sin luz en un barrio de Santiago de Cuba, aunque en casa de su hermana Mirta, el servicio se restableció el jueves.
“Las cosas han ido mejorando pero no tenemos luz. Cerca (de casa) veo calles que ya tienen luz, priorizaron los edificios más altos pero ya la estoy esperando ansiosamente”, expresó Serguera, de 82 años, en conversación telefónica con The Associated Press.
Ambas hermanas tienen agua, gas y teléfono, pero Mirta Serguera, de 79 años, comentó que el abastecimiento de comida “esta muy difícil”.
El sistema eléctrico se restableció a un 28%, según datos publicados por el diario Sierra Maestra, de Santiago de Cuba. “Ya reciben el servicio los hospitales, las estaciones de bombeo de agua y de bomberos, las panaderías y los edificios altos, mientras que de los 127 circuitos de la provincia, 23 están conectados parcialmente y 34 de forma total”, precisó el rotativo.
El presidente Raúl Castro recorrió las provincias afectadas por el meteoro, reportó la televisión oficial cubana en numerosos espacios informativos.
“Ya sabemos todos los problemas que tienen, no pierdan la confianza en su revolución. Yo me quedo aquí hasta que vuelva la luz”, les dijo Castro, vestido con el uniforme de general de ejército, a residentes de Santiago.
Yolanda Tabío, de 67 años, tampoco tiene luz, en un barrio céntrico de Santiago, pero vecinos cercanos ya reciben el servicio. Hace tres días que tiene gas, pero su teléfono funciona a intervalos, declaró. “Lo más importante es poder hervir el agua, porque entra muy turbia, y hay que tomar medidas para evitar enfermedades”.
En la provincia de Holguín, donde el huracán también golpeó fuerte, más del 83% de residentes ya recibe el servicio eléctrico y los escolares retornaron a sus actividades, aunque también en algunas instalaciones improvisadas.
Alien Vallejo, acomodó “sillas y mesas que sustituyen los muebles habituales de la sala de su casa, convertida en aula” en el pueblo holguinero de Urbano Noris para que su hija Adriana y sus amiguitos del primero y segundo grados reciban instrucción. Según Granma, el huracán Sandy castigó 33 de las 55 escuelas del pequeño poblado.
Los alumnos de tercero y cuarto grados acudieron a la casa de Idoris Martínez, cuya habitación sirve de aula, señaló el rotativo.
“Ni ese huracán ni ninguna adversidad va a derrotarnos. El curso escolar debe continuar”, aseguró al diario Yudelkis Calzada, jefe de educación primaria en Urbano Noris.
Con vientos de hasta 165 kilómetros por hora Sandy golpeó el oriente de la isla, a unos 850 kilómetros al este de la capital. A su paso por el Caribe mató a 51 personas, 11 de las cuales estaban en Cuba. Posteriormente se conjugó con otros factores meteorológicos para provocar una devastadora tormenta que causó graves daños y destrucción en la costa este de Estados Unidos, donde la población también padece las secuelas.
Por: Redacción/AP
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