“Caso del Lago Valencia es el problema
ambiental más grave del mundo”
■ Consideran que nuevos muros no solucionarán la crisis en el lago de Valencia.
■ El presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Rafael Dautant, aseguró que buena parte de la ciudadanía desconoce la profundidad del caso.
■ Informó que por su complejidad, el caso del Lago de Valencia y el embalse Pao Cachinche, es el problema ambiental más importante del mundo en la actualidad.
El lago de Valencia, el segundo del país, además de ser un cuenco donde confluyen aguas de ríos afluentes, es uno de los casos de mayor desidia que pueda señalársele al actual gobierno.
Como en todo lago, sus aguas suben sin cesar, con la crecida de sus ríos confluyentes. Pero excepcionalmente, la evaporación y otras formas naturales de aliviaderos no compensan el crecimiento del volumen de agua que a él arriba. No hay equilibrio entre el volumen de agua que recibe y la que sale evaporada, o en forma controlada, no catastrófica.
Muy temprano en los años 80 empezaron a estudiarse las obras y trabajos que debían realizarse para evitar que sus aguas continuaran creciendo con consecuencias graves para las personas y biodiversidad de la zona circundante. Se estudiaron también las acciones fundamentales para el tratamiento y potabilización de las aguas servidas y lo que habría de hacerse para el necesario aumento de la disponibilidad de agua potable para la creciente población alrededor de esa cuenca hidrológica. La ciencia aportó los conocimientos para la soluciones.
A comienzos de los 90 se realizaron nuevos estudios técnicos e investigaciones que permitieron formular un Plan Integral de Manejo de la Cuenca del Lago de Valencia, que precisaba las políticas, obras y acciones para el adecuado funcionamiento de ese sistema hidrológico con la finalidad de prevenir daños mayores a los que ya entonces se percibían. Se logró financiamiento del BID. A mediados de los 90, con todo y la difícil situación político-financiera de la nación, se avanzaba, con claridad de objetivos y un detallado plan, hacia las soluciones y previsiones que los conocimientos, el estudio y la sensatez habían determinado. Pero, como diría Carlos Puebla, ¡llegó el comandante y mandó a parar! El actual gobierno interrumpió el plan en el año 2000, sin importarle las consecuencias. No se percató del ascenso continuo y evidente del nivel de las aguas del lago, ni atendió el crecimiento de la demanda de agua potable y el necesario tratamiento de las aguas servidas. Ignorante de cómo funciona esa cuenca y de las formas adecuadas de satisfacer la demanda social de servicios básicos, los gobiernos rojos por 14 años obviaron el plan trazado, se olvidaron del lago y su cuenca y, para colmo, permitieron irresponsablemente los asentamientos humanos en las laderas, en las zonas más susceptibles al desbordamiento e inundación de las crecientes aguas. El resultado provocado por decisiones erradas, negligencia y desidia del gobierno de Chávez es la crisis actual, el problema ambiental más grave y urgente del país.
Ahora, después de tan irresponsable conducta por 14 años, el Gobierno aplica su fórmula: sin consultar ni permitir participar en las decisiones a la población, a las universidades (que tanto conocen de esa cuenca) ni a los expertos, mete a Pdvsa a enmendar la plana a realazos (sin mucha contraloría ni supervisión); toma decisiones al garete (sin estudios ni reflexión) y hace demagogia con las víctimas; además de sus toques de militarismo y desinformación.
El problema ambiental más importante del mundo:
El presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Rafael Dautant, aseguró que por su complejidad, el caso del Lago de Valencia y el embalse Pao−Cachinche es el problema ambiental más importante del mundo.
Esta jerarquización se la ha dado la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, de la cual forma parte Avisa, donde existen varias divisiones técnicas que analizan temas como el agua potable, gestión ambiental, aguas residuales y otros temas, y monitorean distintos problemas ambientales que hay en América.
Dautant explicó que al analizar el tema del Lago y compararlo con otros problemas ambientales de Europa y de Africa, se determinó que ninguno tiene la complejidad del caso carabobeño. “Este es un problema que puede ser de salud pública, de tipo económico, ambiental y social que ha generado un estrés en el organismo controlador y el regulador y en toda la sociedad”.
El experto ambiental considera que a pesar de que en la prensa hay informaciones continuas sobre este problema, buena parte de la ciudadanía desconoce en profundidad qué es lo que está ocurriendo con el Lago.
Sobre el trasvase hacia el embalse Pao−Cachinche, Dautant aseguró que es una medida necesaria que se debe tomar de inmediato, porque el Lago está totalmente sin control, al punto que su nivel crece unos 700 centímetros al año.
El ingeniero ve con buenos ojos que voceros del Gobierno Nacional hayan dicho que la gran solución para detener el crecimiento del Lago, es un proyecto que se ejecutará en 3 años y medio, pues lo contrario sería crear falsas expectativas. También considera importante que se hayan asignado 630 millones de dólares para comenzar los trabajos, más otros recursos en bolívares, para atacar la consecuencia y no intentar buscar de una vez por todas la causa.
Rafael Dautant explicó que el crecimiento del Lago obedece a una incorporación de 19 mil litros de agua por segundo, que representan unas 12 veces el caudal del río Cabriales. “Son grandes obras de ingeniería que necesariamente deben ser sacadas de esa cuenca”.
El experto apuntó que la disminución del nivel del Lago necesariamente debe ir acompañada por un programa integral de saneamiento, que incluya rehabilitación y reingeniería de varias plantas de tratamientos de donde se distribuye el agua a Carabobo y otros estados, así como de plantas residuales. Resaltó que el tratamiento para controlar el problema de la salinidad tiene un costo entre ocho y doce millones de dólares por cada mil litros.
Estas declaraciones fueron una especie de anticipo de la conferencia que dictará el 9 de noviembre en el Colegio Universitario de Administración y Mercadeo, zona industrial, la cual se titula “Manejo integral de las aguas y el saneamiento”.
En rueda de prensa, Dautant estuvo acompañado por el presidente del CUAM, Wilfredo Moreno; el director nacional de esa institución José Botello Wilson; y por el economista Bernardo Araya.
Nuevos muros:
La Fundación Aguas Sin Fronteras advirtió que la construcción de dos nuevos muros de contención en el lago de Valencia y la edificación de un trasvase entre los ríos Aragua y Tuy son paliativos temporales, que no solucionan el problema y deteriorarán aún más la cuenca.
Alfonso Herrera, miembro de la fundación, señaló que el dique que se construye al lado del muro existente en La Punta y Mata Redonda, así como el muro de 1,2 kilómetros en el sector Paraparal pueden colapsar con el incremento del nivel de las aguas del lago a causa de las lluvias.
“Los muros tienen una vida útil de dos años, es decir, que en un par de años afrontaríamos el mismo problema que tenemos actualmente. El trasvase desde el río Aragua tampoco es viable porque llevaría aguas crudas al Tuy”, aseguró.
Herrera advirtió que un posible desbordamiento por la ruptura del dique en Mata Redonda y La Punta podría afectar a la población ubicada hasta a un kilómetro de distancia.
El ingeniero indicó, además, que las aguas del Aragua surten los embalses de Suata y Taiguaiguay. La intervención con un trasvase reduciría el caudal en menos de 3 años y afectaría cerca de 3.000 hectáreas de cultivo.
Recordó que en 1995 se iniciaron las primeras obras para frenar la expansión del lago, como la construcción de 14 plantas de tratamiento de aguas residuales para sanearlo y los embalses que permitirían regar los cultivos. Sin embargo, 17 años después sólo 3 plantas han sido construidas y se encuentran medianamente operativas.
Daños:
La Fundación Aguas Sin Fronteras levantó un censo de los daños en la zona debido al desbordamiento. Cinco escuelas están anegadas. El ambulatorio del sector Paraparal se inundó y está inoperativo, y el módulo de Barrio Adentro de la avenida Mérida fue clausurado por la misma causa.
Freddy Carquez, otro de los miembros de la fundación, señaló que la emergencia en la cuenca del lago conocido como Los Tacarigua, requiere de soluciones definitivas, ya que causa desplazamientos no planificados de la población debido a las inundaciones. Recordó que más de 8.000 personas quedaron damnificadas y están alojadas en hoteles, moteles, instituciones educativas y del gobierno del estado Aragua.
“Este es un proceso de crisis permitida. Es un problema sociosanitario de primer orden conocido desde hace 30 años que no han sabido atender. Los muros son un entretenimiento para esconder lo que dejan de hacer. Hay que priorizar la salida del agua con el desarrollo socioproductivo de la región. Hay que sacar a las comunidades vecinas, que nunca han debido estar allí”, dijo.
Carquez insistió en que los paliativos temporales ponen en riesgo a la población, calculada en 4,7 millones de personas alrededor del lago.
Los expertos sugirieron la reingeniería de los diques Crujía, Aragua y Turmero, en Aragua, para restar 600 centímetros de crecimiento anual al lago.
También propusieron el aumento poligonal del riego a 8.000 hectáreas en Suata y Taiguaiguay, con cultivos de alta demanda como caña de azúcar.
Solicitaron la culminación de las plantas de La Mariposa, Los Guayos y Taiguaiguay, para mejorar la calidad del agua, y que terminen los colectores.
Recuento:
El pasado 20 de octubre, la autoridad única del lago de Valencia, Luiguina Cercio, anunció la construcción de dos diques en los sectores Paraparal y La Punta para contener el agua. Las medidas evitarían la inundación de zonas residenciales de los municipios Atanasio Girardot y Francisco Linares Alcántara del estado Aragua.
El primer muro medirá 1.200 metros y estará en la cota 415 metros sobre el nivel del mar. La estructura tendrá un volumen compactado de 18.000 metros cúbicos. El segundo dique es de 2.200 metros y se construye en la urbanización La Punta, donde ya hay un muro con filtraciones, que ha obligado al desalojo parcial del lugar. El nuevo muro tendrá un volumen compactado de 350.000 metros cúbicos.
La Comisión Presidencial para la Contingencia del Lago de Valencia, integrada por el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, y otros altos funcionarios del Ejecutivo nacional, aseguraron que los muros estarán listos en 18 meses.
Por: Beatriz Rojas
brojas@el-carabobeno.com
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El Carabobeño/ElNacional
SÁBADO 03 DE NOVIEMBRE DE 2012