Las Comunas y la soberana
nueva “independencia”

■ A esta hora es difícil dudar de la decisión del régimen de implantar las Comunas.

El supuestamente angustiado trance del golpista-presidente no es un simple acto teatral: Nicolás ¡te encomiendo las Comunas como mi vida! ¡Hay que poner de inmediato en vigencia la ley aprobada el año 10!

En trabajo anterior señalamos que el 7-0 le permite al régimen avanzar en plan hegemónico. Una vez más puso a prueba la fuerza y ventaja de su maquinaria gubernamental electoral y salió victorioso. Para el régimen no hay quien se le enfrente.

Por ello no duda en imponer las Comunas, entendidas como multiplicidad de espacios en los cuales muchas comunidades procederán a construir una sociedad que progresivamente dé paso a un Estado revolucionario en el cual predominará la propiedad social.

Un Estado Comunalista que será eje fundamental de la nueva estructura organizativa, productiva, administrativa y miliciana de lo que cada vez devendrá más en ex país, ex patria y ex nación.

El llamado Proyecto Nacional que se dice comenzó con la propia independencia, recibe ahora una enmienda: sólo con la revolución puede alcanzar esa condición.

Y en base a esa tal nueva independencia se nos vende la idea de una ruptura que permita pensar en una Venezuela antes y después de este régimen.

Pero nada de esto es cierto. Este es uno de los momentos de mayor dependencia de otros intereses y realidades internacionales.

No hay ruptura alguna con “el viejo régimen”. Aquí persiste el mismo lastre con nueva denominación. Lo que hoy se nombra socialismo tiene el mismo contenido populista de las políticas tradicionales que tan larga vida han tenido en esta realidad.

De modo que las Comunas de la nueva independencia, creadoras del poder popular, se intentarán conformar, a punta de inversión oficialista, como estructuras para-gubernamentales incluso armadas, de supuesto autogobierno, al servicio del régimen.

Así llegarán a asumir, por la vía de la fuerza legitimada, las funciones antes conferidas constitucionalmente a gobernaciones, alcaldías o municipios. Este es el verdadero propósito de la acción Comunalista, que se cumplirá si no surge una fuerza social organizada y consciente capaz de hacerle frente.

Sancho, ese comunalismo, que acrecienta la destrucción, es otra expresión del mismo fracaso social-comunista ya conocido!

Por: AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ
@ablancomunoz
EL UNIVERSAL
sábado 03 de noviembre, 2012