El oficialismo los estimula a
la ilegalidad y la violencia
■ Los motorizados son activos usuarios de la red social Twitter entre ellos reportan que vías se encuentra cerradas u otros problemas que generen fuerte congestión vehicular en “determinadas” zonas para ejecutar atracos y desmanes.
■ La conducta anárquica de los motorizados debería obligar al gobierno a dejar la demagogia y el discurso socialistoide barato, y exigir el cumplimiento de las leyes. También los motorizados trabajadores, honestos, con familia, que son muchos, son víctimas del malandraje motorizado.
La semana pasada, una pareja deja a su pequeño hijo en un colegio y toma la Cota Mil en dirección oeste-este. A la altura de La Florida, cuatro malandros en motos, comienzan a asediarlos, logran que la señora que va en el puesto del copiloto les entregue un anillo, el celular, la cartera, pero ellos continúan golpeando el carro con sus armas, conminándolos a detenerse.
Revientan un vidrio, y en medio de la crisis nerviosa el conductor pierde el control y el vehículo vuelca. Son apenas las 7:15 de la mañana. También esa semana transitando por la misma avenida, alcanzo a escuchar por la radio un alerta de tránsito: “Quienes se dirigen por la Cota Mil en dirección este por favor busquen vías alternas, pues una enorme cantidad de motorizados ha trancado la avenida antes de llegar a Sebucán, y están efectuando disparos.
Al parecer se trata del cortejo fúnebre de un colega. Quienes no puedan desviarse antes, tengan cuidado, pues estas son las oportunidades que aprovechan estos motorizados para atracar a las personas que quedan presas en sus vehículos”. La revolución mantiene con los motorizados una impunidad que estimula la ilegalidad y la violencia.
Populistas e irresponsables les permiten tiranizar la vida cotidiana de la gente esperando contar con su respaldo irrestricto. Homicidios, atracos, accidentes de tránsito, forman parte de la cotidianidad que padecen los ciudadanos en Caracas y en las principales ciudades del país.
El discípulo de Chirinos increpó el 7 de octubre a una periodista que le señalaba el uso de bandas de motorizados para intimidar a los votantes, y mientras intentaba darle una connotación de lucha de clases a la observación de la joven, le informaba que él también usaba moto.
Que recordemos este “revolucionario”, cuyo lujoso tren de vida envidiaría un magnate arrecho, manejaba un nada popular Audi, no una Empire. Se dice que algunas de esas “empresas” de mototaxi, que se han cogido, esquinas, aceras, etc., son “colectivos” que están al servicio pagado del régimen y son llamados a la hora de agredir manifestaciones opositoras y colas de votantes.
Por cierto, el país está lleno de moto-taxistas, gente muy joven que después de 14 años, constituye una protuberante expresión del fracaso y la ineptitud de un régimen, que ha sido incapaz de ofrecerles alternativas de estudio y trabajo estable y productivo. La conducta anárquica de los motorizados debería obligar al gobierno a dejar la demagogia y el discurso socialistoide barato, y exigir el cumplimiento de las leyes.
También los motorizados trabajadores, honestos, con familia, que son muchos, son víctimas del malandraje motorizado. Por último hay otro grupo que circula por Caracas en enormes y costosas motos, unas con placas y la mayoría sin ellas, portando armas visibles, y además siempre con un morral, koala o cosa parecida, que obviamente tienen adentro de todo menos caramelos. ¿Quiénes son estos siniestros personajes? ¿Quién asume la responsabilidad de esta gente? ¿Contra quién utilizarán su poder de fuego? Patética y peligrosa esta revolución motorizada.
POR: FREDDY NÚÑEZ
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