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FERNANDO OCHOA ANTICH: Chávez, un presidente ilegítimo



“La ya inocultable enfermedad
y gravedad del presidente..”

 

Chávez, intentará una enmienda constitucional que permita al Vicepresidente concluir período presidencial.

Las elecciones del 7 de octubre han producido en los venezolanos sentimientos muy contradictorios. En el primer momento, una creciente sorpresa dominó en los muy vastos sectores de la oposición democrática, produciendo un profundo derrotismo que se resumía en una frase: “no vuelvo a votar más”. No era fácil de explicar cómo había sido posible que un candidato, significativamente débil durante toda la campaña, se pudiese transformar, como por efecto de magia, en el gran ganador de la contienda. Al pasar los días y racionalizarse lo ocurrido los sentimientos cambiaron: la sorpresa se transformó en rabia y el derrotismo en deseos de lucha. Las elecciones para Gobernador se han convertido en un gran reto que ha empezado a dinamizar de nuevo la actividad política y a fortalecer la fe de que existe la posibilidad de derrotar al chavismo.

Ciertamente, que al analizarse detalladamente los hechos han empezado a surgir interrogantes no fáciles de responder, acompañados de una exigencia casi generalizada: los responsables de la campaña de oposición deben dar una explicación detallada de lo ocurrido, no para responsabilizar a nadie, sino para exigir que se tomen las medidas necesarias para evitar, en lo posible, las triquiñuelas del régimen en los próximos comicios. En verdad, los abusos cometidos por Hugo Chávez el día de las elecciones eran de preverse, ya que durante la campaña había demostrado una total falta de escrúpulos al imponer tales condiciones de ventajismo que colocaba a Henrique Capriles en el dilema de retirar la candidatura o tener que aceptar unas condiciones tan desfavorables que hacía casi imposible alcanzar el triunfo.

De todas maneras, las permanentes declaraciones de Leopoldo López anunciando, con gran optimismo, que las elecciones se encontraban blindadas por la presencia de seguros testigos en todas las mesas hizo que la opinión pública se ilusionara y creyera posible superar los permanentes abusos del régimen. Lamentablemente, la evaluación que se ha hecho, hasta este momento, del desarrollo de las elecciones y de sus resultados han generado algunas sorpresas difíciles de aceptar. Una de ellas es la existencia de un número no determinado de mesas en donde Hugo Chávez, contrariando cualquier análisis estadístico, obtuvo la casi totalidad de los votos. Al mismo tiempo, han empezado a surgir rumores que comprometen el comportamiento de algunos representantes del CNE y de miembros de la Fuerza Armada en muchos centros electorales…

Todo esto es verdad. Además, los rumores van en aumento. Cada día surgen más observaciones que empiezan a comprometer la legitimidad del proceso electoral. El oficialismo no se da por enterado, sino que empieza a cometer abusos que muestran que las próximas elecciones también serán absolutamente inequitativas. Lo más grave de estos hechos, es que triunfos electorales obtenidos en medio de tantos cuestionamientos, comprometen totalmente la legitimidad de origen de Hugo Chávez y de su gobierno. Esa debilidad, agravada por la falta de legalidad que ya presentaba su candidatura al violar el artículo 230 de la Constitución vigente por ser absolutamente írrita la enmienda constitucional que estableció la reelección indefinida, puede llegar a comprometer la estabilidad del régimen chavista.

Para colmo, esta falta de legitimidad de origen y de legalidad se acompaña con la incertidumbre que existe alrededor del estado de salud de Hugo Chávez. La verdad, la única verdad es que el gran responsable de tan delicada situación política es el propio Hugo Chávez. Su ambición de poder lo llevó a violar la Constitución Nacional al querer aspirar por tercera vez la presidencia de la República, lanzarse como candidato encontrándose gravemente enfermo sin darle a los electores la posibilidad de conocer su verdadero estado de salud antes de votar y abusar del poder hasta tal punto que las elecciones dejaron de tener el equilibrio necesario para que sus resultados fueran transparentes y aceptados por todos. Esta realidad la perciben los venezolanos y es la causa de la tristeza que se observa en el ambiente aún en los partidarios del régimen.

Esta situación debe ser valorada y tomada muy en cuenta por la oposición democrática que aspira superar la crisis nacional sin el uso de la violencia. En mi anterior artículo señalé el real significado de la designación de Nicolás Maduro para la vicepresidencia de la República y el rumor existente de que se intentará una enmienda constitucional para permitir al Vicepresidente concluir el período presidencial sin necesidad de convocar a elecciones. Los sectores de oposición deben darse cuenta que en la elección del 16 de diciembre no sólo están en juego las gobernaciones, sino el control del Estado. Si la oposición democrática logra triunfar en las más importantes gobernaciones podrá influir en la necesaria transición política que, en medio de grandes tensiones sociales, exigirá la ya inocultable gravedad de Hugo Chávez.


Por: FERNANDO OCHOA ANTICH
CÁRCELES | EL UNIVERSAL
fochoaantich@gmail.com
domingo 28 de octubre de 2012