No permitamos que Chávez tiña
de rojo el mapa de Venezuela
■ Sea cual fuere nuestra tristeza, no hay justificación para que alguno de nosotros deje de votar el 16-D.
La injusta derrota electoral no empaña el reconocimiento a Henrique Capriles Radonski por su formidable campaña y esfuerzo sobrehumano de entrar en contacto con los rincones más apartados del país a través de un mensaje de paz y progreso con el que, pese al obsceno ventajismo y acoso del sector oficial, logró el voto de 6,5 millones de venezolanos. Una semana antes del 7-O Simón Alberto Consalvi escribía: “Fortuna grande le deparó el destino a Henrique Capriles. No recuerdo ningún caso en la historia republicana de Venezuela en que un hombre haya logrado, como él, representar de manera tan cabal las expectativas de libertad, equidad y democracia de toda la nación” (EN 30-09-12). Después de la elección Consalvi ratifica la misma opinión y añade que “en un tiempo de mentiras, Capriles no ha mentido. En un tiempo de agresiones, no ha agredido. En un tiempo de aniquilación del adversario, ha apelado a la tolerancia”. Oswaldo Álvarez Paz (EN 17-10-12) afirma que “la presidencia no se perdió por acciones u omisiones de Capriles. Todo lo contrario, su esfuerzo merece el mayor reconocimiento”. Recordemos que la oposición creció el 43% y el chavismo apenas un 10,5%, a pesar de sus delitos electorales y de la parcialidad inconstitucional del CNE y de la FAN. Las muchas opiniones vertidas a través de los medios y redes sociales coinciden en que Capriles se enfrentó al más grande abuso de poder y corrupción electoral que recordemos los venezolanos.
Así como hay consenso sobre los méritos de Capriles y la necesidad de conservar y proteger su capital político para el futuro (posiblemente cercano), también hay descontento sobre el silencio de la MUD y del Comando Venezuela en torno al delictivo abuso del poder oficial y de la omisión, hasta la fecha, de las fallas opositoras: “Lo ocurrido el 7-O es una verdadera tragedia, no una demostración del admirable talante del venezolano”, dice Fausto Masó a propósito de quienes pretenden reanimarnos con un “discurso dulzón”. “OK -dice el analista- pero precisemos bien por qué pasó lo que pasó, para que no vuelva a pasar” (…) ¿Hubo mesas sin testigos donde Chávez sacó 100% de los votos?”. Preservemos a la MUD y a Capriles, pero discutamos a viva voz los errores” (EN 09-10-12).
Nuestros líderes piden que “pasemos la página” y vayamos a votar el 16-D, pero millones de electores esperan que les digan si van a permitir el 16-D, sin protestar como el 7-O, la desvergonzada corrupción electoral en comandita del CNE, la FAN, los medios del Estado y las huestes armadas del chavismo intimidando a los electores y testigos. “La Guardia Nacional se mantuvo en contacto con los colectivos chavistas y Pdvsa puso la comida y flota de vehículos” (EU 14-10-12) y muestra documento de “que la FAN formó parte de la logística del PSUV el 7-0 convocando a los grupos fieles a la Revolución Bolivariana y en contacto con la dirección política del país y los mandos militares”, acusado también por Rocío San Miguel, quien insta a la MUD a denunciar y evitar así que este patrón de corrupción electoral se repita en la elección de gobernadores. Súmate protesta excesos en el remolque y el gobernador Guarulla denuncia que el 40% de las máquinas no funcionaron en Amazonas y se paralizaron por largas horas (como en el resto del país). “Transparencia Internacional” está pidiendo al CNE eliminar “La estación del elector” en las elecciones del 16-D (trampa de su operación morrocoy que tanto perjudicó el voto opositor), a la par que le exigen al Poder Electoral poner orden en las mesas y en la campaña.
Leopoldo López (EU 15-10-12) declara que “debemos trascender el episodio electoral y acompañar al país en la construcción de una nueva mayoría”, pero antes los electores tenemos derecho a saber qué porcentaje de votos fueron auditados y cuántas actas de esas auditorías de las cajas llegaron al Comando Venezuela. Eugenio Martínez (EU 14-O-12) muestra que centros con 1 y 2 mesas le dan enorme ventaja a Chávez. Que en 45 mesas Capriles no obtuvo ningún voto, y en otro número importante de mesas Chávez obtuvo el 99% y 98%, señal inequívoca de que allí no teníamos testigos. En el Táchira se demostró que la trampa no está donde nosotros estemos.
Sea cual fuere nuestra tristeza, no hay justificación para que alguno de nosotros deje de votar el 16-D. No permitamos que Chávez tiña de rojo el mapa de Venezuela porque no fuimos a votar. El deber de nuestros dirigentes es reclamar públicamente los abusos oficiales para impedirlos, no ocultar las fallas internas sino corregirlas y el de los 6,5 millones de electores ratificar con nuestro voto las gobernaciones conquistadas y esforzarnos por ganar nuevos espacios regionales.
Por: MARTA COLOMINA
mcolomina@gmail.com
@colominaM
EL UNIVERSAL
domingo 21 de octubre de 2012