Muchos rechazamos la lógica del
silencio que exige Capriles
■ Y de la misma manera, no permito que se nos digan chavistas…
Menos Paulo Coelho y más Martin Luther King, por favor. La reelección de Chávez tendrá graves consecuencias y no basta decir que “estamos mejor que ayer”, que “de aquí no se va nadie” y que “el tiempo de Dios es perfecto”. Lo que ha de venir no podrá ser contenido con autoayuda, mucho menos con pasar la página y votar en diciembre. Urge una lucha no violenta.
Esta semana, a los disidentes del status quo nos cayó la Santa Inquisición. Esa MUD santurrona que le pela los dientes a la Revolución para que le tire “manque sea” algo y que sentada en las piernas de Chávez pisa a quienes le somos críticos. La que legitima como demócrata al opresor de sus votantes y muerde a los que no tienen mejor camino que seguirla con hastío. Nos insultan quienes prefieren que se acabe el país pero que no se acabe la teta, los de siempre. A los presos políticos les piden que sigan presos pero contentos y, a las madres de los muertos les ofrecen el consuelo de que a ellas también las pueden matar, todo es cuestión de llegar tarde a casa. Eso sí, a todos llaman a votar.
Se nos exige que digamos que haber propuesto la ley de misiones estuvo bien; que insistir en que el voto es seguro y secreto estuvo bien, muy bien; y que reírsele a Chávez, el demócrata, es un acto de convivencia. “Redondo -piensan nerviosos- así la gente votará en diciembre”.
Muchos rechazamos la lógica del silencio que exige Capriles y no permito que se nos diga chavistas por eso. Curioso que sean los “flexibles exrevolucionarios” los que sugieran que es errado exigir condiciones electorales limpias; que quienes nos echaban gas del bueno sean ahora Doctores en democracia. Curioso también que, apenas anteayer, José V. Rangel mandara sus salutaciones a algunos dirigentes “claves” del Comando Venezuela; sí, los mismos que sostienen que denunciar las irregularidades es pernicioso para la oposición. Saquen ustedes la cuenta.
Seguiremos hablando hasta el final. Somos muchos, es nuestro derecho y exigimos respeto.
Por: Yon Goicoechea / Abogado
Politica | Opinión
@yongoicoechea
martes 16 de octubre de 2012
Yon:
Cuales son las formas de lucha no violentas que propones? Las has presentado ante la MUD o ante el país? Creo que todos debemos aportar con racionalidad y no con emocionalidad. Comparto algunas de tus opiniones, más no la manera como las planteas, es momento de cabezas frías. No nos enfrentamos a cualquier persona, nos enfrentamos ante un Estado con mucho poder.
Hay que comenzar por reconocer que los chavistas existen y en mayor número que los opositores. Vale la pena preguntarnos, por que tanta gente vota por Chávez?
Parte usted de un supuesto que, si no es falso, al menos es controvertido, porque es parte central del debate que ha surgido y es el asumir tranquilamente que el chavismo es mayoría en Venezuela. ¿Cómo lo sabe? ¿Cómo lo puede afirmar con tanta certeza? La determinación de quién es mayoría o no tiene que estar fundamentada en criterios objetivos, en números que sean verificables y en una institución confiable que ofrezca esos datos. ¿Cree usted en esa institución? ¿Confía usted en el actual Consejo Nacional Electoral?
Usted acertadamente pide aportar con racionalidad. Yo creo que las preguntas que le he formulado arriba son muy racionales: si el CNE no es confiable, hay una tacha de duda en la información que ofrece, y es en base a la información que ofrece que la Mesa de la Unidad ha asumido una supuesta derrota… ¡Y de que forma! se ha convertido en un abogado del Poder Electoral de primer orden; ni a Chávez le he oído ensalzar tanto la “limpieza” del sufragio como a la MUD. Pero, a diferencia de Chávez, la MUD luce ridícula al defender los resultados, al decir que “son los que son”, pero denunciar inmediatamente después el ventajismo, la compra de votos, la presión del Plan República, las bandas oficialistas que hostigaron centros de votación, el sesgo de los medios de comunicación, etcétera…
A veces pienso que la dirigencia de la MUD y buena parte de los opositores creen (o idealizan) que llegará un momento en que la cantidad de votos a su favor será tan pero tan grande, que ningún fraude o ventajismo podrá ocultarlo, y el Gobierno deberá finalmente, conceder la victoria a la oposición. Pensamiento muy romántico, pero no se ajusta a la realidad. Si mil personas se abalanzan contra mí y yo tengo de mi lado una ametralladora con suficiente munición, daré buena cuenta de esa mayoría. Entienda, aqui el Gobierno tiene la ametralladora, tiene el CNE.
¿Formas de lucha no violentas? Yo no pretendo meterme en la mente de Goicoechea, pero si aquí el liderazgo opositor dirigió a cientos de miles de personas a movilizarse por más de un mes a lo largo y ancho del territorio nacional en 2002 y 2003, estoy muy seguro de que pueden usar ese capital político para emplearlo en otras causas además del voto en condiciones tan ominosas. Una marcha al CNE exigiendo la eliminación de las captahuellas y mantener la movilización popular en la calle hasta que esto se haga efectivo, no estaría mal.
Tiene usted razón cuando afirma que nos enfrentamos a un Estado con mucho Poder, el conflicto entre los opositores es cómo enfrentarlo. Aceptar el voto en esta situación no luce muy adecuado, por los resultados del 7 de octubre pasado: Hugo Chávez ha quedado como un demócrata muy popular y por lo menos el ochenta por ciento de los venezolanos aparece ante el mundo como conforme y feliz con el estado de cosas que actualmente existe en Venezuela, y esto es así porque cuando usted votó por Capriles, también voto indirectamente por el CNE, dándole confianza al sistema electoral.
Yo también voté, pero me arrepiento profundamente de haberlo hecho. Fue una acción irracional en todo el sentido de la palabra. Hasta tanto no cambien estas condiciones, que lamentablemente la MUD avala, creo que lo adecuado es expresar mi descontento con el sistema, el gobierno y la propia dirigencia de la MUD, no votando.
Saludos.